El recientemente fallecido Lorenzo Servitje Sendra, a los 98 años, fue un empresario mexicano que hizo de su vocación dirigente una inspiración para su propia empresa (Bimbo), para su familia un mandato inexcusable y para el resto del empresariado de orientación cristiana, un modelo de cómo conjugar la eficiencia con la dirección por valores. Una hoja de ruta que convirtió a ambos objetivos en no excluyentes y en muchos casos, que retroalimentaron un fortísimo entramado humano y corporativo.
«Creo en Dios y en Jesucristo y en sus designios sobre mí y en la realidad del acontecimiento que le ha dado a mi vida sentido y trascendencia así como esperanza y felicidad», Lorenzo Servitje(1)
Había cursado sus estudios superiores en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) donde se graduó como contador público. En 1945 Don Lorenzo, como lo llamaban, fundó con Jaime Jorba, Jaime Sendra, Alfonso Velasco y José T. Mata Panificación Bimbo, dedicada a la fabricación de pan de molde. Fue su primer Gerente de 1945 a 1963; Director y Presidente de Grupo Bimbo SA de CV de 1963 a 1981, dedicándose desde entonces y hasta 1994 a continuar sus labores como Presidente de la firma. Además, desde 1965 ocupó numerosos cargos en distintas instituciones a nivel nacional, entre los cuales se incluye vicepresidente de la Cámara Nacional de Comercio de la Ciudad de México (1965) y del Consejo Coordinador Empresarial (1982-85) y presidente del Consejo Nacional de la Publicidad (1986-87) y de la Comisión de Estudios Sociales del Consejo Coordinador Empresarial (1986-92), entre otros.
Nacido en México DF (1918), era nieto de campesinos de origen catalán e hijo de un matrimonio de inmigrantes, que habían abierto una pequeña pastelería, que la heredaría en 1937 y la continuó hasta fundar su propia panificadora.
Un voraz lector, su pensamiento estuvo signado por la figura de dos intelectuales franceses: el académico católico Frédéric Ozanam (1813-1853) y el filósofo y premio Nobel de Literatura Henri Bergson (1859-1941). Su formación se completó en dos ámbitos: el comercial, y el literario, con estudios de letras en su UNAM.
“La empresa con alma es aquella en la que sus directivos no sólo creen profundamente en su filosofía, sus valores y sus objetivos, sino que los viven y los expresan con entusiasmo en todo lo que hacen. Ejecutivos que no dirigen sólo con su inteligencia sino también con su corazón”, Lorenzo Servitje.
Su innegable vocación humanista la volcó a su actividad empresaria durante su prolífica vida, equilibrando permanentemente la necesaria productividad para competir de igual a igual en cualquier mercado del mundo y el cuidado de los recursos humanos, o como le gustaba definir en sus últimas apariciones públicas, “un emprendedor con sentido humano”. Fue el alma mater de la Unión Social de Empresarios de México (USEM)-la asociación mexicana hermanada con nuestra ACDE (2)– y animador constante de las discusiones de UNIAPAC en los distintos foros internacionales (3).
Casado con Carmen Montull –fallecida en 2002–,tuvo ocho hijos, el menor de ellos Daniel Servitje, quedó como máximo responsable de la firma desde finales de los noventa.
El imperio empresarial Bimbo comprende un centenar de marcas, elabora más de 10.000 productos y tiene 170 plantas en 22 países repartidos por tres continentes (América, Asia y Europa), lo que le convierte en la segunda panificadora más grande del mundo.
Fue un consecuente seguidor de la vida y la obra de Enrique Shaw y decidido promotor de su causa de canonización. Tanto que prologó la edición de “La misión de los dirigentes de empresa”, en la edición del Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana, ligado a la USEM. “Fue Enrique Shaw un ejemplo admirable para quienes tienen la responsabilidad de ser dirigentes de empresa”- explicaba. “Su entrega y compromiso de llevar al seno de la empresa el mensaje del Evangelio, su gran sentido humano, su conducta moral y su profunda vida espiritual explican el por qué hoy sus compañeros y muchos que hoy lo conocieron aspiran a verlo en los altares”. Algo bastante parecido a lo que hoy mismo dicen de él quienes tuvieron el privilegio de haberlo conocido.
(1) Fragmento tomado de su texto «En esto creo». Ver más aquí.
(2) Nota de Lorenzo Servitje en Revista Empresa aquí.
(3) Discurso pronunciado en el XXII Congreso Mundial de UNIAPAC (Lisboa, Portugal, 25 al 27 de mayo de 2006) ver más aquí.