Ya en 1970 cuando dábamos los primeros pasos en la creación de una Pyme en la Argentina, estábamos convencidos que el fin último de toda empresa NO debe ser, maximizar las utilidades o el valor de la acción. Creemos que todos debemos procurar “ser una buena empresa” (con todo lo que ello implica!) ya que las “buenas empresas” suelen ganar dinero y tener un buen valor de su acción. Pero, lo que en definitiva importa, la buenas empresas se perpetúan en el tiempo.
La vocación por ser una “buena” empresa, de alguna manera anclada en el ADN de Tonka, nos pedía insistentemente encontrar una clara respuesta al “para qué” de nuestras acciones. Este para qué, visto a las luces del momento histórico que estaba viviendo el planeta y la sociedad, no podía resumirse en frases como “crear puestos de trabajo” o “crear valor para los accionistas”. Debíamos, de alguna manera, encontrar una respuesta afirmativa a esa pregunta ácida, que nos retaba diariamente y que decía: cuánto más haga yo crecer mi negocio, ¿es mejor para el planeta y la sociedad o no?
Recién entonces habríamos encontrado nuestro propósito y estaríamos marchando firmemente hacia la economía del triple impacto o la “nueva economía” en la que hacer negocio a costas de la sociedad o a costas del ambiente no sería ya una opción.
Nuestra historia
Mirando hacia atrás, podemos reconocer cinco elementos claves en el desarrollo de la compañía.
1) El servicio al cliente
Queremos darle un buen producto y servicio a nuestros clientes. Esta fue motivación suficiente hasta que descubrimos que con nuestra vocación por innovar junto al cliente, podíamos hacer que juntos fuéramos más competitivos.
2) La seguridad del producto
Nuestra capacidad de innovar permitía incorporarle a nuestros productos dispositivos especiales, que hicieran más segura su operación. Así fuimos dotando a los componentes que fabricábamos de aspectos claves para la seguridad del usuario, generando capacidad de fabricación para cuando las normas exigieran nuevos estándares de seguridad. Alguno de nuestros productos luego se convertiría en normativa!
3) La eficiencia energética
Cuando en la Argentina se comenzó a hablar de la escasez del gas natural, entendimos que debíamos enfocarnos también en que nuestros productos permitieran ahorrar energía. Nace así nuestra línea de micro-reguladores de presión para artefactos, inyectores de alta precisión, sistemas de encendido y control de llama sin piloto los que, en conjunto, mejoraron sustancialmente el funcionamiento y prestación de estufas, termotanques y calefones.
La tecnología del encendido “sin piloto” para calefones permite eliminar todos los consumos pasivos. El reciente proyecto de ley presentado en el Senado, que busca eliminar los pilotos de los artefactos que calientan agua, nos dio la razón. Hoy estamos preparados para fabricar una válvula que le permitirá ahorrar a nuestro país tres millones y medio de metros cúbicos de gas por día que es lo que queman los pilotos de todos los calefones instalados en el país y equivalen a una gran parte del gas que importa la Argentina.
Pero la eficiencia energética no se agota en la mejora de los productos, también requiere que los mismos sean fabricados mediante procesos de alta eficiencia. Tal es así que la empresa incorpora la metodología japonesa KAIZEN para todos los procesos productivos.
4) Enfrentar el agotamiento del gas, la interfase gas/solar
Cuando se comenzó a hablar de que la Argentina en unos años más se podría quedar sin el gas natural barato, vimos que era hora de ofrecer al mercado la posibilidad de incorporar al menos una interfase entre el gas y la energía solar, infinita y gratuita.
Nace así nuestra válvula de potencia progresiva de cero a 100% para calefones “apto solar” que permitió sincronizar un calefón solar con un calefón a gas. El calefón a gas “apto solar” solamente se encenderá si la provisión de agua caliente del termopanel solar es insuficiente para alcanzar la temperatura del agua que el usuario desea. Creemos que el futuro del calentamiento de agua sanitaria pasará necesariamente por este concepto ya que permite hibridar inteligentemente el uso de la energía fósil con la energía proveniente del sol.
5) Las energías renovables
Hoy nuestra nueva división Tonka Solar lidera el mercado nacional con la tecnología solar para el bombeo de agua para todo tipo de aplicaciones usando exclusivamente la energía solar. También estamos creciendo fuertemente con nuestra línea de productos que lleva energía eléctrica solar a los puntos más remotos del país.
El compromiso empieza por casa
Muchas acciones tendientes a cuidar el ambiente, aportan al objetivo último de la empresa de hacer un esfuerzo razonable para llegar a ser en un futuro muy cercano una empresa que:
- No tendrá emisiones histórica netas de CO2 (mediante un programa propio de regeneración de selva misionera, que ya está funcionando!)
- No generará ningún tipo de residuo, que no pueda ser reciclado o compostado. (cumplido ya al 90%!)
- No usará energía neta externa mediante la producción propia de energía eléctrica (para mediados de 2018) y de agua caliente (ya implementado)
La Certificación como empresa B
Habiendo implementado estas prácticas de triple impacto, y habiendo podido responder afirmativamente la pregunta ácida del “para qué” de nuestras acciones, en 2013 llegó el momento de presentarnos a la gran prueba de sostenibilidad como empresa: la certificación como Empresa B.
Ya no buscaríamos ser la mejor empresa DEL mundo, sino buscaríamos ser la mejor empresa PARA el mundo.
Reformularíamos nuestras claves del éxito con esta finalidad y estábamos dispuestos a anclarlo en un acuerdo de accionistas e incluso en nuestro estatuto. El extenso cuestionario de la certificación B es hoy el camino que transitamos todos los días hacia la “nueva economía”, hacia ese mundo que podría ser.
En pocas palabras, existimos ahora como empresa que derrama bienestar y que actúa en el centro de una espiral de sinergias positivas que hacen del trabajo algo vertiginoso y por qué no, mágico.