No es noticia que el trabajo cada día está más “automatizado” y la inteligencia artificial indica que los robots serán nuestros compañeros. Se estima que esta “automatización” erradicará empleos conocidos, pero se crearán otros nuevos. Así, se plantea la necesidad de desarrollar habilidades que no se tenían y priorizar la “esencia” que nos vuelve irremplazables como humanos.
Según una encuesta de la firma Hays en la ciudad de México, las habilidades más demandadas por los empleadores este año son las denominadas “habilidades suaves” ; las que nada tienen que ver con lo técnico, las que se relacionan con el trabajo en equipo y la inteligencia emocional (IE) .
Uno de los componentes de la IE es la empatía. “Ponerse en los zapatos del otro” es la descripción más básica cuando se quiere definir que es la empatía; pero el concepto encierra mucho más que eso. Los líderes de excelencia deben poseer esta habilidad, ya que es una gran colaboradora en la motivación y el encauzar positivamente a las personas.
¿Empático se nace o se hace?
Es real que hay rasgos de las personalidades que nos diferencian y nos hace únicos. Algunas personas son más empáticas que otras, pero hay varios estudios que sostienen que es posible desarrollar esta habilidad.
Un ejemplo es el realizado por el ‘Center for Creative Leadership’ que dio como resultado que, si se dedica tiempo y apoya a los líderes, pueden aumentar el nivel de empatía a través del coaching y la capacitación.
Consejos para ser líderes empáticos
- “Tratar de sonreír”, genera un ambiente de confianza y cordialidad.
- “Leer”, en especial narrativa de ficción; aseguran que aumenta la empatía, porque permite transportarse a experiencias y situaciones en el texto, ocupando el lugar de otro.
- “Escuchar”. No se trata sólo de escuchar para responder, sino con interés. Escuchar sin preparar respuesta, con la idea de entender al otro y evitar juzgar a la gente.
La empatía es un valor necesario en todos los roles de nuestra vida. La vida moderna muchas veces por la inmediatez que vivimos no ayuda a fomentar esta aptitud.
No debemos olvidar el mensaje de Mahatma Ghandi: “Las tres cuartas partes de las miserias y malos entendidos en el mundo terminarían si las personas se pusieran en los zapatos de sus adversarios y entendieran su punto de vista”.