En una nota reciente, expresé una idea que quisiera tomar como marco de análisis de la crisis que estamos viviendo en relación con la pandemia de COVID-19.
En Paradigma, nuestra obsesión siempre es pasado, presente y futuro. Cuidamos el pasado nuestro y de nuestros clientes. Nadie llegó a donde llegó de la nada y tiene que cuidar todo lo valioso que tiene, sus personas, sus negocios, sus activos y sus sueños y proyectos.
El presente que estamos viviendo no es el que buscábamos, ni siquiera era uno de los escenarios que razonablemente podíamos esperar, como individuos o empresas, cuando hicimos nuestros proyectos 2020.
El futuro que imaginábamos cambia. Pero de eso ya vamos a hablar. Comencemos por el pasado.
El pasado: de dónde venimos
Las personas y organizaciones somos las capacidades que tenemos, nuestros potenciales de crear valor para nosotros y nuestros destinatarios, nuestra red de relaciones con las que nos asociamos, nuestro conocimiento y expertise desarrollado, todos y cada uno de los colaboradores que hemos elegido para que nos acompañen, todos y cada uno de los socios de negocios con los que recorremos camino desde hace tanto tiempo y con los que, como en nuestro caso con muchos clientes, de sólidas relaciones profesionales hemos armado muchas más sólidas relaciones de confianza y hasta amistad.
Creamos valor a lo largo del camino recorrido, cuidando el nombre y los valores que nos distinguen. Nos mueven los objetivos, desafíos y proyectos, palabras que se resumen en una sola: nuestros sueños.
Aquello que nos imaginamos y que en el mundo empresarial expresamos desde la Misión y Visión, pero qué es aquello por lo que nos movimos, por lo que arriesgamos tiempo y dinero, por lo que perdimos sueño y que guió nuestro recorrido hasta hoy.
Para nosotros esto es tener un capital de experiencias, que se alimentó en las innumerables situaciones de crisis que la vida nos ha permitido afrontar, estas geografías tan nuestras han desarrollado en nosotros un entrenamiento de comando que, sin duda, pondremos en ejecución en este tan duro presente.
El presente: estábamos preparados para muchas cosas, pero no para una pandemia
Para hablar del presente, sugiero enfocarlo en dos perspectivas:
- Por un lado, proponer un enfoque de gestión de la crisis que nos permita hacerle frente a una situación que cambia minuto a minuto y para la que no estábamos preparados (lo que haremos en este apartado).
- Por otro lado, resolver el presente mirándolo desde el futuro. Y eso lo desarrollaremos en el último apartado
Ataquemos entonces cómo abordar la crisis para gestionarla adecuadamente:
Paradigma nació hace 27 años. Creció de la mano de más de 180 clientes, en más de 1.500 proyectos que nos permiten ser hoy más de 250 profesionales dedicados a la consultoría, trabajando en Argentina, Chile y Uruguay (aquí con presencia permanente desde 2006), y expandida al mundo por ser una de las 16 firmas de consultoría que forman parte de la red global Nextcontinent, presentes en 55 ciudades del mundo.
De las lecciones que estamos compartiendo con consultoras colegas de Italia, España, Francia, Alemania, Inglaterra y Estados Unidos hemos generado aprendizajes que debemos poner en marcha rápidamente.
Esta crisis nos golpea por olas, partiendo de una primera ola preventiva, que restringe las actividades presenciales, pasando por los desafíos del cierre de mes, pago de sueldos y distintos procesos de fin de mes, la mirada económico-financiera, y preparándonos para afrontar el duro momento: el pico de los contagios.
La situación es nueva y altamente variable, los escenarios cambian hasta varias veces por día y precisamos una flexibilidad y proximidad para analizar y tomar decisiones es importante y el cuidado personal nos obliga a mantener los criterios de aislamiento preventivo.
#SomosResponsables, #YoMeQuedoEnCasa. La prioridad es cuidar a las personas y el desafío es cuidar a las organizaciones que dan trabajo a la gente al mismo tiempo. Se juegan las familias, los amigos, los compañeros, los objetivos y el esfuerzo de tantas personas y empresas construyendo sus proyectos.
En función de ello y en conjunto con consultoras colegas de #Nextcontinent proponemos aplicar un modelo de trabajo que resuelva ambos desafíos.
Nació así un modelo de trabajo de “Gestión de Crisis” que denominamos SAFE, UP & RUNNING, que combinan soluciones de colaboración y productividad (SMARTWORKING) combinadas con metodologías ágiles, como solución a las nuevas formas que las compañías requieren, que compartimos.
SAFE, porque la clave es cuidar a las personas, empleados, clientes, proveedores, todos los integrantes de la cadena de valor que deben aislarse ante el riesgo del virus.
UP, porque hay que hacer el mejor esfuerzo por mantener activa a la operación, en el marco de las restricciones que genera el SAFE, las que son innegociables.
Y RUNNING, porque es el enfoque donde el management gestiona el SAFE y el UP, que cambian momento a momento.
Esta metodología se basa en CUATRO componentes:
- La empresa se prepara para operar en un alto escenario de aislamiento, con preeminencia del modelo de Home Office para garantizar el SAFE.
- Dialogar sobre una colaboración apoyada en Plataformas de Vinculación que con soluciones de colaboración y videoconferencia interconectan en tiempo real a todas las personas, para que simulen compartir salas de reuniones a día completo.
- El modelo de toma de decisiones, que es el más vertiginoso que hemos visto, pues los escenarios cambian varias veces durante el día, está montado en un Modelo de Gestión (RUNNING) que aplica metodologías ágiles para garantizar la reacción necesaria, decisiones rápidas y comunicación inmediata.
- La adaptación de la operación (UP) está a cargo de un equipo de diseño que adapta los procesos clave y hace posible su operación exitosa por parte de las personas, ante cada cambio de escenario que se produce.
En fin, una propuesta útil que resulta de aplicación y que ha surgido de aprendizajes compartidos por distintos países.
El futuro: lo que siempre nos impulsó, vuelve a resignificar el presente
Creemos que estos momentos de crisis son realmente momentos de oportunidad, porque esto también pasará. Así lo compartimos en una primera nota de reflexión https://www.paradigma.com/PCA/son-momentos-de-oportunidad/.
No elegimos la crisis que nos toca vivir, y sus consecuencias nos dejan a veces con pocas opciones válidas para responder a cada problema.
Pero si a algo no se debe renunciar es a la creatividad y a los sueños que nos llevaron hasta aquí. A los vínculos, a la confianza, a la calidad humana de colaboradores, clientes y proveedores con los que nos vinculamos hace años
Debemos cuidar cada pieza valiosa de nuestras organizaciones sean realidades concretas o proyectos que nos mueven. Cada relación entre las personas, que comparten día a día su vida con vínculos mucho más allá de lo profesionales.
Después de la crisis habrá muchos cambios, que están naciendo ahora:
- Oportunidad de flexibilizarnos: El presente nos obliga a extremar y desarrollar mucho más la flexibilidad de nuestros músculos, adaptándose a una realidad que cambia 3 veces por día. Responder en forma inmediata y sin tanto organigrama.
- Oportunidades de proximidad: Nos desarrolla formatos virtuales de proximidad y relacionamiento. Virtualidad e inmediatez, menos despachos y salas de espera y más a lo concreto…. que arranca la siguiente videoconferencia!!!
- Oportunidades para decidir: que son muchos temas, todos ya y rapidito que hay que comunicar en media hora. Este escenario nos entrena fuertemente en autonomía y ownership de nuestros colaboradores y exige más profundamente al management a tomar decisiones rápida y concretamente. Todos saldremos más empoderados y “ágiles”. ¿Tenía que llegar una crisis?
- Oportunidades para cuestionar: Nos desafía a cuestionar profundamente aquellas ineficiencias estructurales de lo que aún no nos animamos a cambiar. Imágenes sustituyen papeles, las reuniones son virtuales. La necesidad nos demuestra que muchas nuevas opciones son factibles y válidas.
- Oportunidades para la transformación digital: la transformación de los proyectos clave de negocio y la digitalización de procesos, el avance en las iniciativas de data transformation, la madurez que se lograra en soluciones de autogestión con los clientes, la mayor integración con proveedores y socios de negocios, el tratamiento de imágenes y la mayor evolución jamás esperada en soluciones de colaboración, que nos salva restricciones geográficas, hoy por razones de cuidar la salud y mañana para expandir las fronteras del negocio y reducir costos de infraestructura edilicia.
- Oportunidades para aprender: Esta crisis ha desencadenado la más agresiva acción de Change Management de Inclusión Digital que jamás pudimos imaginar. En pocas semanas cualquier miembro de una organización habrá desempeñado competencias digitales que hubieran tardado años en desarrollar. Con ese capital humano se podrá apuntar a desafíos increíbles. ¡Y ojo que los clientes también están aprendiendo a vivir así, y sienten que es valioso!!!
- Oportunidades para soñar ya: ¿cuáles son los negocios que están naciendo en este momento y que surgen de todo este capital de transformación? ¿capitalizar mayor valor al conocimiento? ¿Podrá ser una palanca de una economía fuertemente exportadora de servicios? Los sueños nos trajeron hasta aquí. ¿No es conveniente, en simultáneo a gestionar la subsistencia en el marco de crisis, que parte de nosotros resignifiquemos esta gestión con la construcción del negocio del día después? ¿si no lo hacemos, habremos renunciado a nuestra responsabilidad empresarial?
Desde nuestro rol en Paradigma, con casi 30 años vividos junto a nuestros clientes, compartimos un desafío para el que pocos se han preparado. Muchas veces tuvimos que trabajar en contextos de incertidumbre, pero nunca nos hemos tenido que enfrentar a una crisis global como la que estamos viviendo. Son momentos para elegir qué rol nos toca jugar, si estaremos próximos y disponibles a compartir y ayudar, con mirada amplia y generosa.
¡Que el agobio no nos gane! Seamos protagonistas. Hay mucho por delante y ponerlo en la agenda resignificará todo esfuerzo del presente. Confiemos en nosotros como equipo ampliado, agradezcamos estar sentados en nuestras sillas cada día, llevando adelante nuestros sueños y agradezcamos los valores que nos impulsan y las capacidades que hemos construido desde nuestro pasado, y que nos aseguran un camino hacia el futuro.