Desde ACDE Rafaela se llevó a cabo un encuentro virtual en conmemoración de la muerte de Enrique Shaw. En el mismo, se conversó sobre la historia y vida del Siervo de Dios. Se recordó a Enrique, a través de diferentes oradores, quienes fueron dejando pequeños detalles y aspectos de él que no hacen más que impulsar su causa.
En primer lugar, tomó la palabra el Monseñor Santiago Olivera, Obispo Castrense y Delegado para la Causa de los Santos. La misma tiene el sentido de promocionar la oración por la santificación del pueblo argentino y la glorificación de los siervos de Dios, tanto como acompañar los procesos de la beatificación y santificación.
“Además de un santo, Enrique Shaw es un ciudadano ejemplar. Los santos se adelantan a los tiempos y es, a mi entender, un providencial ejemplo de empresario y de economía social y solidaria para los tiempos de hoy. Aún más en estos tiempos de pandemia” comenta Mons. Olivera, quien también siguió de cerca todo el proceso de canonización del Santo Cura Brochero.
Sostuvo también su humildad: “Es muy importante testimoniar su espiritualidad laical y su compromiso con la empresa. Quiero rescatar en el Siervo de Dios su profunda humanidad, tan necesaria y urgente para el hoy de nuestra historia”.
Luego habló su hija mayor, Sara Critto de Shaw. “La alegría en mi padre era algo muy natural”. Recuerda siempre que Enrique llegaba silbando a su casa, dejando de lado todos los problemas que pudieran haber ocurrido en el trabajo, listo para jugar y estás dispuesto para sus hijos. Sara, hoy madre de cinco hijos, comenta que su padre valoraba mucho el hogar y la familia. Incluso le parecía raro ir a lo de sus amigas y escuchar a los padres discutiendo. “Siempre andaba con un pequeño evangelio y un rosario en el bolsillo, él buscaba formarse” agregó Sara, dando una pequeña muestra de cómo era el Siervo de Dios con su familia. Simple, amable, y siempre se hacía su momento para estar en presencia de Dios. “Me impresiona que tanta gente lo recuerde con tanta emoción durante tantos años” cerró.
Tocó el turno para Sarita Shaw, nieta de Enrique. Abogada, consustanciada con ACDE a nivel nacional, habló del cambio que produjo su abuelo en el ámbito laboral. “La empresa, además de una unidad económica, un sistema de recursos, también era una comunidad de vida y de trabajo. Una realidad humana.” Así veía Enrique a la empresa, poniendo a la misma altura el progreso económico y la ascensión humana de sus trabajadores. Cuenta Sarita de casos de obreros que han aprendido a leer y escribir, a pesar de que no era función de la empresa.
Para seguir en torno a la empresa, quien tomó la palabra fue Carlos Custer. Extrabajador y sindicalista en Rigolleau admite que está muy contento de ser testigo en la causa. “Enrique era un hombre de diálogo, Siempre decía que no había diferencia que no podamos superar a partir del diálogo”. Carlos compartió diferentes momentos con Enrique en el ámbito laboral, destacando por sobre todo su espiritualidad. “Fue un hombre de Dios. Realmente fue un hombre de Dios”.
Otro orador del encuentro, fue el Vice Postulador de la Causa de Canonización Enrique Shaw, Fernán de Elizalde, quien además es autor del libro “Y dominad la tierra”, una recopilación de frases del Siervo de Dios. “Enrique era un ejemplo de decir y hacer, y siempre con rentabilidad. Para la alegría del accionista y también para la de los trabajadores” aporta de Elizalde.
En cuanto a la causa, informó: “Solamente tenemos que empujar y esperar que los tiempos de la Iglesia, y las pruebas que podamos seguir aportando sean contundentes para que esto se concrete”. Terminó diciendo que “es una bendición entrar a los escritos y a la persona de Enrique Shaw” y que lo ve cada vez más cerca, refiriéndose a la causa.
Por último, habló el Contralmirante Luis María González Day, con quien Enrique tiene en común su paso por la Armada. El marino destacó todo el proceso de “descubrir paso a paso cómo fue construyendo su carrera futura de cadete a aspirante a santo”.
“Lo que él aprendió en la armada, después lo llevó al ámbito de la empresa, y también a todas las familias de los obreros que componían la empresa” finalizó González Day.
El proceso de canonización de Enrique Shaw ya está en marcha. Siguiendo y acompañando los tiempos de la Iglesia, gente cercana al Siervo de Dios nos demuestra lo que es vivir una vida de santidad, buscando siempre el bien del prójimo e impulsando a sacar lo mejor de la gente que lo rodeaba.