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El triunfo del porteñismo

Imagen: El Intransigente- https://elintransigente.com/2021/08/y-la-ciudad-de-buenos-aires-un-senador-provincial-del-oficialismo-propuso-trasladar-la-capital-federal/
Escrito por Christian Schwarz
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Las elecciones legislativas del pasado 14 de noviembre generaron una controversia particular acerca de la interpretación de su resultado. La disputa se generó entre las dos fuerzas principales del país: el oficialista Frente de Todos y la opositora Juntos por el Cambio.

Los números provisorios al viernes 19 de noviembre a nivel nacional en la categoría de diputados nacionales daban que la alianza Juntos por el Cambio obtuvo el 42,18% de los votos seguida por el Frente de Todos con el 33,87%. Sólo estos datos permitirían reconocer fácilmente una victoria de la oposición.

Sin embargo, aquí comenzó una disputa por quién era el verdadero ganador de la elección. La lectura de los datos se orientó bien hacia una interpretación “absoluta” de los valores (la que acabamos de exponer y sostenida por la oposición) o si por el contrario se realizaba una de corte “relativa”, enarbolada por algunos dirigentes del oficialista Frente de Todos.

Estos argumentaron que en realidad habían triunfado en la elección en base a un argumento de corte “relativo” basado en los resultados electorales de la provincia de Buenos Aires.  El resultado provisorio en las legislativas del 14 de noviembre en el principal distrito del país fue de 39,81% para Juntos por el Cambio contra 38.53% del Frente de Todos.  Los datos de las Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias (PASO) del pasado 12 de septiembre dieron 37,95% para Juntos por el Cambio mientras que el Frente de Todos alcanzó el 33,79%. Si se comparan ambas instancias se destaca la remontada de la alianza oficialista en el territorio bonaerense.

Este acortamiento en las diferencias entre las PASO y las legislativas “en serio” en la provincia de Buenos Aires instaló en el Frente de Todos, en parte del periodismo y en sectores de la dirigencia del país, que el gobierno había “triunfado” porque había “empatado” en la elección en el distrito: al distribuirse las bancas de diputados nacionales las dos principales fuerzas políticas se repartieron quince por igual.

Esta riña se focalizó en los datos bonaerenses. Sin embargo, cabe cuestionar cuál era la elección relevante en esta ocasión. Y aquí asoma otra lectura donde la clave no era la provincia de Buenos Aires sino que estaba en la renovación de un tercio de la cámara de Senadores de la Nación.

Las elecciones de senador se realizaron en las provincias de Catamarca, Chubut, Córdoba, Corrientes, La Pampa, Mendoza, Santa Fe y Tucumán. Y aquí el resultado fue ampliamente ventajoso para Juntos por el Cambio. Al imponerse en seis de los ocho distritos – particularmente en Chubut, La Pampa y Santa Fe – el peronismo perdió el control del Senado. Este es un suceso es crucial en el plano institucional nacional ya que la Cámara Alta participa en la designación de los jueces. Estamos ante una significación mayor dada la vacante en la Corte Suprema de Justicia de la Nación por la renuncia de la Dra. Elena Highton de Nolasco.

Este año, aquello que tenía particular relevancia, era la elección del tercio de los senadores nacionales por el impacto institucional que el Senado tiene sobre el Poder Judicial. Esto se debe a que la Justicia estuvo al tope de la agenda gubernamental en los dos primeros años de mandato del presidente de la Nación, y en particular de la vicepresidenta.

Cada vez más se suele mencionar a las elecciones en la provincia de Buenos Aires con la remanida frase de ser “la madre de todas las batallas”. Esto se debe al peso que el distrito tiene en el plano demográfico, económico y cultural de la Argentina. El que los medios y los periodistas más influyentes estén apiñados en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) hace que se sobredimensione aún más la importancia de los bonaerenses y sus elecciones.

Una mirada de corto alcance focalizada cada vez más en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en el Gran Buenos Aires está desvirtuando el prisma de la política argentina, relegando a las provincias e incluso a las cuestiones nacionales. Pareciera que la Argentina política se circunscribe cada vez más a un semicírculo que va desde Zárate a La Plata. El resto pierde cada vez más atención.

El sistema político argentino está mutando en diversos planos. En el territorial, se centra cada vez más en el populoso AMBA. Los políticos nacionales hoy se instalan desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Cada vez le cuesta más a un político del Interior del país alcanzar una dimensión nacional. Problema no menor en vistas.

Asimismo, en el plano de los partidos políticos la existencia de coaliciones le ha quitado protagonismo a los tradicionales Partido Justicialista y Unión Cívica Radical. Esto está otorgando cada vez mayor peso al Congreso Nacional. La noción que la Argentina sufre de un “hiperpresidencialismo” resuena menos al momento de describir su sistema político.

Estos cambios no son menores. Podríamos aventurar que nos estaríamos deslizando hacia a un escenario de corte peruano. En el Perú, el foco de la política está en su capital, Lima. El sistema político es de una fragmentación extrema. Esto hace que el Congreso tenga un poder inusitado, lo cual ha llevado que entre el 2016 y el 2021 haya habido seis presidentes, varios de ellos destituidos por el Poder Legislativo.

Perú sufre de inestabilidad política, pero al mismo tiempo tiene un moderado crecimiento económico. Hasta la pandemia, el desempeño económico había sido aceptable desde el 2009 al 2019. La inestabilidad presidencial no marca el camino en el campo de lo económico.

En la Argentina los fenómenos sociales se muestran en la periferia para avanzar luego hacia el centro. En los ’90, los piquetes estaban en Jujuy o Neuquén; hoy están en el Obelisco. Podría darse que  estos procesos comiencen más allá de nuestras fronteras convencionales. Veremos si algunas características presentes hoy en el Perú se acentúan o no en los próximos años en la Argentina.

Sobre el autor

Christian Schwarz

Dr. en Sociología (UCA). Docente UCA, UCES, UNTREF

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2 comentarios

  • Muy bueno el artículo. Desnuda que, a pesar de que la Argentina es un país federal, los argentinos razonamos como unitarios: si no se gana en el AMBA, a pesar de lo contundente de los números en todo el país, no se gana.