Enrique Shaw

El decálogo empresario, según Enrique Shaw

Escrito por Carlos Newland
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Por Carlos Newland (compilador)

 El empresario debe:

 Ser el impulsor de la empresa y marcar su rumbo, cumpliendo sus objetivos, entre los cuales destaca la rentabilidad. Para ello es necesario que fomenten la innovación y esté atento a las necesidades de los consumidores.

  1. Ser alegre, emprendedor, diligente, decidido, accesible, con autocontrol y buen juicio. Tomar decisiones que no estén basadas exclusivamente en su autoridad y potestad: actuando siempre con humildad y apertura a las opiniones de otros.
  2. Seleccionar a directivos eficientes, evitando la contratación de familiares no capacidades. Asimismo, no descuidar a los mandos medios y su formación.
  3. Aumentar la productividad, promoviendo el uso eficiente de todos los recursos con que cuenta la empresa. Para lograrlo es importante que ponga atención en la reducción de costos.
  4. Generar en sus empleados un sentido de pertenencia a la organización. Asimismo, conocer sus realidades y brindarles condiciones adecuadas de trabajo y fomentar el desarrollo de sus potenciales.
  5. Fomentar en los dependientes iniciativa propia y creatividad, facilitando el desarrollo de sus potenciales.
  6. Asimilar que la responsabilidad ética y social están por sobre la mera búsqueda de alta rentabilidad. Esta consideración se aplica a temas tales como el bienestar y empleo de los trabajadores, el comportamiento desleal con los competidores, la publicidad engañosa o la búsqueda de privilegios públicos.
  7. Entender que encarnar la espiritualidad y valores cristianos mejorará su desempeño.  La confianza en Dios lo hará más optimista y con menor temor en tomar riesgos en nuevos emprendimientos. La mansedumbre y humildad cristiana harán que sea más calmo, menos irritable y con un mayor dominio de sí mismo. 
  8. Comprender que estar abierto y el amor al prójimo le permitirá entender mejor los comportamientos deficientes de su personal y ser más tolerante.
  9. Entender que colabora con Dios en su Creación generando para la humanidad bienes y bienestar. Su acción ennoblece a la naturaleza al transformarla y hacerla más útil a todos los hombres y mujeres. 

 

*Preparado por los docentes de la Facultad de Ciencias Económicas de la UCA, en base a los escritos de Enrique Shaw

Sobre el autor

Carlos Newland

Lic. en Economía (UCA) y Dr. en Historia (Univ. Leiden). Fue rector de la UADE y del ESEADE. Es decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la UCA.

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