Por Carlos Newland (compilador)
El empresario debe:
Ser el impulsor de la empresa y marcar su rumbo, cumpliendo sus objetivos, entre los cuales destaca la rentabilidad. Para ello es necesario que fomenten la innovación y esté atento a las necesidades de los consumidores.
- Ser alegre, emprendedor, diligente, decidido, accesible, con autocontrol y buen juicio. Tomar decisiones que no estén basadas exclusivamente en su autoridad y potestad: actuando siempre con humildad y apertura a las opiniones de otros.
- Seleccionar a directivos eficientes, evitando la contratación de familiares no capacidades. Asimismo, no descuidar a los mandos medios y su formación.
- Aumentar la productividad, promoviendo el uso eficiente de todos los recursos con que cuenta la empresa. Para lograrlo es importante que ponga atención en la reducción de costos.
- Generar en sus empleados un sentido de pertenencia a la organización. Asimismo, conocer sus realidades y brindarles condiciones adecuadas de trabajo y fomentar el desarrollo de sus potenciales.
- Fomentar en los dependientes iniciativa propia y creatividad, facilitando el desarrollo de sus potenciales.
- Asimilar que la responsabilidad ética y social están por sobre la mera búsqueda de alta rentabilidad. Esta consideración se aplica a temas tales como el bienestar y empleo de los trabajadores, el comportamiento desleal con los competidores, la publicidad engañosa o la búsqueda de privilegios públicos.
- Entender que encarnar la espiritualidad y valores cristianos mejorará su desempeño. La confianza en Dios lo hará más optimista y con menor temor en tomar riesgos en nuevos emprendimientos. La mansedumbre y humildad cristiana harán que sea más calmo, menos irritable y con un mayor dominio de sí mismo.
- Comprender que estar abierto y el amor al prójimo le permitirá entender mejor los comportamientos deficientes de su personal y ser más tolerante.
- Entender que colabora con Dios en su Creación generando para la humanidad bienes y bienestar. Su acción ennoblece a la naturaleza al transformarla y hacerla más útil a todos los hombres y mujeres.
*Preparado por los docentes de la Facultad de Ciencias Económicas de la UCA, en base a los escritos de Enrique Shaw
Punto 2, creo que la palabra capacidades es incorrecta, imagino, ‘no capacitados’
Excelente, admiro a Enrique Shaw. Gracias!
Les faltó lo más importante, que con su trabajo debe glorificar a Dios, más que colaborador, ser un instrumento de Dios.
[…] Fonte: https://empresa.org.ar/2022/el-decalogo-empresario-segun-enrique-shaw/ […]
Los vinculos emocionales, el ejemplo y la humildad, potencian la actividad del empresario en las empresas