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¡Es Juntos! No solas

Equipo de trabajo integrado por mujeres y hombres
Escrito por Patricia Sclocco
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Marzo es el mes de la mujer y desde todos lados nos bombardean notas y artículos que nos invitan a reflexionar sobre la importancia de la participación activa de las mujeres en espacios de trabajo en el mundo de los negocios, la vida acádemica, los espacios del arte y de participación ciudadana.

Capítulo aparte merecen las organizaciones de eventos, sus convocatorias y participación activa del los hombres en este tipo de iniciativas. A modo de ejemplo:

  • En el Toque de Campana de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, entidad que desde hace años promueve activamente la participación de la mujer en los Directorios Societarios de las Empresas en nuestro país, sobre una base de 269 personas, a los 10′ minutos de iniciado el evento, había conectados 24 Señores… los mismos de siempre… Gracias muchachos por el aguante y el apoyo a la causa de todos estos años, porfi la proxima traigan a sus compañeros y sumen su voz.
  • La misma semana leo un comentario en Facebook el agradecimiento de un analista político por ser el único varón invitado a participar como panelista en una actividad de en conmemoración del Día de la mujer… comenté: «¡Es juntos! No solas…». Solo una mujer estuvo de acuerdo con el comentario.
  • En el año 2018, durante la participación de Argentina en el G20 en la reunión inicial del capítulo W20, éramos todas mujeres. Cuando hice mención en mi mesa de trabajo a que faltaba la participación activa de los hombres, la respuesta que recibí fue «Nos pidieron que fueran solo mujeres». Pensé: esto es una charla de mercado, no podemos seguir hablando de emponderamiento de género entre «mujeres».
  • Cuando me toco lidear la división de Sustentabilidad de IDEA en la primer reunión eramos mayoría mujeres y entonces decidí llamar a todos nuestros colegas hombres -hay muchos- para invitarlos a sumarse y pidiendoles que no me hagan creer que «la sustentabilidad es una cosa de minas»… reconozco que la arenga fue un toque fuerte pero tuvo exito y hoy el grupo es mucho más diverso.

Las tres secuencias que plantee son reales, pasaron en la Argentina y participe activamente en todas. Excelentes acciones, organizadas y pensadas en la mayoría de los casos por mujeres, para mujeres.

No alcanza, no podemos seguir empujando solas la agenda de género. En rigor de verdad hay algunos hombres que también trabajan comprometidamente en la temática, pero son pocos y casi no tienen visibilidad. Entonces nos preguntamos: ¿Tal vez nosotras no estamos monopolizando el tema?

Hombres y mujeres somos complementarios, no somos iguales, ni queremos serlo -sería muy aburrido para todos. Casi, casi que no habría oportunidades de crecimiento. La construcción colectiva de una sociedad debe ser con el aporte de todos.

Partiendo de la base de que a iguales niveles de formación académica y experiencia, las mujeres somos prácticas, muy operativas, sumamos empatía, somos buenas generando acuerdos y sosteniendo compromisos para cumplir objetivos ambiciosos de largo aliento. Tenemos mucho para sumar y aportar en el mundo de los negocios, de la ciencia, de la política y en todos los terrenos de la sociedad. Solo hay que buscar el como, detectar oportunidades y socios masculinos para salir a jugar el partido.

Hace un par de años atrás participe de una encuesta que hizo PNUD Argentina sobre mujeres que llegaron a puestos de Alta Dirección; fue una extensa charla en al que recorrimos no solo mi trayectoria laboral sino también mi historia personal. Al final de la entrevista me preguntaron cuál era la deuda que teníamos con la temática para que mas mujeres llegaran a posiciones de liderazgo y mi respuesta fue muy simple: Las que llegamos tenemos la obligación moral de acompañar a otras mujeres en este proceso, y no hablo solamente de las chicas más jóvenes de nuestros equipos sino también de las emprendedoras, de las alumnas de los colegios secundarios, de las líderes de la sociedad civil. Pero no lo podemos hacer solo entre mujeres, tiene que estar la mirada masculina y trabajar juntos para lograr el crecimiento de todos.

Cuando logremos que la incorporación de mujeres en todos los ámbitos sea el resultado natural del trabajo conjunto vamos haber logrado nuestra inclusión en esos espacios. El resultado tiene que ser sumar: Nosotras no tenemos que conquistar – ellos no tienen que ceder. Algunos ejemplos: Mentoreos cruzados, en cada panel de acciones por el empoderamiento femenino debe haber hombres contando su experiencia como papá de niños pequeños, como jefe de equipo de mujeres, como entrenadores de equipos de alta performance, hay miles de buenos casos. Hablemos y hagamos entre todos. Va a ser mucho más rápido.

Vamos por más hombres trabajando por el emponderamiento femenino.

¡Es juntos! no solas…

 

#Publicado en el blog La Buena Vida de Patricia Sclocco 

Sobre el autor

Patricia Sclocco

Directora de Comunicación y Asuntos Públicos en Securitas Argentina. Cuenta con posgrados en la Universidad de San Andres, Universidad Austral y el Instituto de Estudios para la Sustentabilidad Corporativa.

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1 comentario

  • Muy bueno Patricia!!. Somos complementarios y, para mi el genio no necesita «cupos». La política de cupos puede ser una medida transitoria pero creo que la mujer hoy ya tiene su lugar en todas las profesiones. En la abogacía claramente la tendencia es que será pronto una profesión con mayoría de mujeres y bienvenido sea!