El mundo se mueve más rápido de lo que podemos entender y millones de personas expresan sus demandas ante los diferentes actores de mercado. Emergencias sanitarias, guerras, crisis climática, economías en crisis, movimientos políticos, inequidades sociales e inseguridad alimentaria son solo algunas de las expresiones del mundo y, por tanto, reclamos de sus habitantes.
En un contexto desafiante, las organizaciones deben encontrar una forma de empatizar y de integrar escenarios, demandas y expectativas en la estrategia de su negocio y en su operación, con un enfoque estratégico de la Sustentabilidad. Hablamos de Sustentabilidad como una “manera de hacer negocios”[1], una capacidad que aprende la organización para un desarrollo sostenido y armonioso en el tiempo; o un conjunto de ciencias, disciplinas, metodologías y estándares para llevar adelante la empresa con la conciencia de su desempeño económico en equilibrio con los riesgos e impactos ambientales y sociales: esto es poniendo en foco al ser humano y su entorno.
Empresas de distintos tamaños e industrias muestran gran evolución en su estrategia y gestión de la sostenibilidad desde hace décadas, y en los últimos años, de manera más sistematizada y dedicada. ¿Cuánto sabemos de lo que hacen las empresas, cómo lo cuentan y a quién?
Comunicación de la sustentabilidad
Comunicar la sustentabilidad es vital para desarrollar capacidades al interior de las organizaciones, convertirla en parte de su cultura y apropiarse estratégicamente de la gestión de sus impactos. Ese cambio se encamina con un plan de información, sensibilización, comunicación y capacitación interna.
Siempre de cara a los públicos con los que nos relacionamos, una vez definido el objetivo, el sentido y los hitos de la comunicación, ajustaremos el dial según el tipo de público y qué hito resulta relevante. No es lo mismo hablar de indicadores no financieros a inversores que visibilizar nuestros aportes al desarrollo local dirigiendo nuestra voz a la comunidad, presentar nuestra gestión de diversidad a colaboradores, o conversar con nuestra cadena de valor.
Públicos, canales y formatos
Los especialistas de comunicación – creativos, expertos en PR y prensa, comunicadores institucionales y de marketing digital – nos podrán guiar con su saber en la diversidad y modernidad de canales, formatos, activaciones, eventos, hitos digitales, innovaciones. Para contar quiénes somos y cómo impactamos en el mundo, tenemos múltiples maneras: Reportes de Sustentabilidad, eventos de relacionamiento, prensa, campañas de comunicación interna, nuestro sitio web que tanto habla de nosotros, nuestras redes sociales, nuestra gente, nuestros accionistas e inversores, nuestros aliados, postulación a Premios y comunicaciones de innovación… Es vital trabajar en alianza y que el equipo de sustentabilidad de la organización pueda ser la guía y el puente para transmitir y decodificar el valor de sus acciones de impacto, en el marco de una planificación estratégica de la comunicación que tenga coherencia, autenticidad, simpleza y continuidad.
El valor de compartir
La comunicación nos rinde en posicionamiento, reputación y credibilidad. Pero nunca olvidemos que, para contar algo y generar confianza en nuestra audiencia, antes debemos tener la certeza de haber comprendido las demandas de quienes nos rodean y de haber convertido en acción efectiva nuestros objetivos de impacto social, ambiental e institucional. Digamos no al greenwashing o al social washing ya que la verdad es el corazón de nuestras vidas y por tanto de nuestro comportamiento.
Empatizar es el primer paso para idear soluciones que contribuyan al bien común, siempre basados en el Amor que Jesús nos enseñó: “agápe[1], un amor de tipo incondicional, fundado en el comportamiento con los demás, independiente de sus méritos. Es el amor de la elección deliberada. Cuando Jesús habla de amor en el Nuevo Testamento, la palabra que aparece es agápe, el amor del comportamiento y la elección, no el amor de la emoción.”[2]
[1] Les recomendamos encontrar esta mención en la novela La Paradoja (J. Hunter, 1999)
[2] La paradoja. Hunter, J. (1999)
[1] Gracias Daniela Decoud por una definición tan simple y precisa.