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Indignados versión criolla

Foto piedra tipo mármol oscuro
Escrito por Ernesto Rey
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Hace unos años, y sin usar las pericias contables cuya tarea ofreció realizar la ONG Contadores Forenses, el juez Oyarbide sobreseyó por enriquecimiento ilícito a la familia presidencial en el tiempo récord de 48 horas. Cajas desbordantes de dólares, terrenos, hoteles, departamentos, millones en manos de la familia o socios simultáneamente proveedores del Estado, sus jardineros, secretarios y ministros en la impunidad y otros en la eternidad. Estos son datos y no juicios de valor.

Años después y antes de fallecer comentó el mismo juez por radio en el programa de Baby Etchecopar que “lo apretaron”. Y como si esto no fuera suficiente pudimos escuchar a la expresidenta ordenar a su asistente apretar jueces para doblegar a hdps como el actual presidente de la Cámara de Diputados (sic). Se guardaban carpetas con información de opositores en su domicilio de Calafate.  Estos son datos y nada de ciencia ficción.

La respuesta preferida de la korpo comunicacional es: “si, pero Macri…”. Ni siquiera se consideraron imputables a los que se robaron vacunas de quienes tenían prioridad y murieron por no haberse vacunado. Estos son datos y no ciencia ficción.

Aceptémoslo, si queremos vivir en democracia con tres poderes independientes, defendamos nuestro derecho a “indignarnos”.

Hoy los jóvenes indignados por izquierda o derecha tienen, gracias a Dios, opciones democráticas. Algunas pueden gustarnos más, otras menos pero no usan armas y eso es bueno. La vicepresidenta compara tomar deuda con la muerte de 120.000 personas. En los inicios de la pandemia, por motivos ideológicos se rechazaron vacunas que hubieran evitado la muerte de miles de personas. Hasta el Secretario Legal y Técnico de la Presidencia ironizó con que le faltó sacarse una selfie, como si fuera algo gracioso el horror y el error del vacunatorio VIP. Todos tenemos algún pariente o conocido que falleció sin vacunarse y sin duda recibimos esas ironías con mucho dolor. Y nos siguen respondiendo: “sí, pero Macri…”

Se puede perdonar solo a quienes actúan con honestidad intelectual, y me consta que los hay, se enoje quien se enoje. Pero queda impune y hasta el Vaticano nombra asesor a quien, siendo abogado, hace la propuesta en ir de “caños” si no tenés comida para tus hijos. Nada diferente a proponer matar al quiosquero o almacenero de tu barrio o … ¿qué es ir de caños?

Estas conductas no asombran, pero dañan e indignan.

Daña ver un evento donde un monseñor expone con un sindicalista corrupto en una reunión sobre anticorrupción. La jerarquía eclesiástica no lo ignora, y subestima su capacidad de daño. No lo ignoran los miembros de la Corte Suprema ni algunos miembros del Poder Judicial. Tampoco lo ignoran los empresarios prebendarios que se auto incriminaron en los famosos cuadernos que deberían convertirse el “Nunca Más” de la corrupción.

En síntesis y como decía el excanciller con experiencia en el ejercicio de diferentes cargos públicos y diferentes partidos políticos: “lo importante para estar es hacerse el boludo”.

¿Cuál es la mejor forma de expresar la indignación para aquellos que sí sentimos que nos interpela y mueve a la acción la situación actual con 45% de pobres y 55% de inflación y la destrucción de la clase media argentina?

Propongo dos acciones que deben ir a la par: el voto responsable y el testimonio personal en nuestra cotidianeidad.

Sobre el autor

Ernesto Rey

Costos y mejoras de Rentabilidad. Ex vicedecano UCA Económicas. Miembro consejo directivo IAEF. Ex Gerente y Director de Empresas.  Miembro de ACDE. 

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