Enrique Shaw

Enrique Shaw: aspectos importantes de su vida

Escrito por Osvaldo Malfetano
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  1. Enrique Shaw nació el 26 de febrero de 1921; era hijo de Alejandro Shaw y de Sara Tornquist de Shaw y tenía un hermano dos años mayor. Su madre, que era una mujer muy religiosa, murió cuando él tenía cuatro años.
  2. Enrique estudió en el Colegio La Salle hasta tercer año del bachillerato, donde fue el alumno más destacado de su clase. En enero de 1936, decidió, por sí mismo, ingresar en la Escuela Naval de Río Santiago, con el propósito de empezar una carrera difícil y el deseo de llegar a ser oficial de Marina. Se gradúa de guardiamarina a los 18 años. Como oficial tenía altas calificaciones y un futuro brillante.
  3. Leía mucho, haciendo anotaciones y reflexiones propias.
  4. Aunque tenía fe desde niño, asistía a misa y comulgaba y su vida religiosa era activa, Enrique empezó a sentir un llamado de Dios que se hizo cada vez más claro y que él llamó su conversión. A los 20 años le pidió a Dios “que me convirtiera decidida y totalmente”. Dios hizo su tarea y Enrique dejó que Dios transformara su corazón. “Debo irradiar amor y alegría”, siguiendo el ejemplo de Santo Tomás Moro.
  5. A sus 19 años conoce a Cecilia Bunge, con quien se casa en octubre de 1943, cuando ambos tienen 22 años, con un deseo en común: formar una familia numerosa y cristiana. Tenían historias similares y compartían una profunda fe religiosa. Tuvieron nueve hijos, uno de ellos sacerdote.
  6. En agosto de 1945 se retira de la Marina, a sus 24 años, para tener un horizonte más amplio y así canalizar su interés por la cuestión social y llevar una vida profesional más compatible con la vida familiar. Un familiar le propone ingresar en su empresa, Cristalerías Rigolleau. Dudó en aceptar este ofrecimiento, pero comprendió que su lugar era vivir y trabajar entre los empresarios, porque el apostado debe ejercerse en el propio ambiente. Por eso, reside en EEUU durante un año para interiorizarse en lo referente a la industria del vidrio, capacitándose en la empresa Corning Glass Works.
  7. En octubre de 1946 ingresa a Cristalerías Rigolleau, donde lo nombran Asistente del Gerente de Planta y allí va ascendiendo gradualmente hasta alcanzar, a fines de 1958, el cargo de Administrador Delegado, que era el de mayor responsabilidad.
  8. Su vida era, humanamente hablando, una “vida esforzada”, es decir, una vida de altos ideales humanos en bien del prójimo y de la sociedad. Así, en su proyecto de vivir, profundizar y difundir la doctrina social de la Iglesia, ingresa en la Acción Católica Argentina en 1946.
  9. Veía con claridad la importancia de su nueva profesión: la de dirigente de empresa. Por esto, reunió a un grupo de jóvenes empresarios católicos y, así, crean en 1952, la Asociación Católica de Dirigentes de Empresa (ACDE). “La calidad de Enrique como líder de ACDE era indiscutida. Su ejemplo servía como estímulo y, también, como examen de conciencia”, decía uno de sus amigos.
  10. Para afirmarse en su fe de apóstol laico viaja a Roma en 1950 y se entrevista con el Papa Pío XII. También conversa largamente con Pietro Pavani y el padre Lombardi, y en Lovaina con Jacques Leclerq. A fines de 1951 viaja a EEUU, para trabajar en Corning Glass y conocer las nuevas tecnologías en la industria del vidrio.
  11. Entre 1955 y 1962 transcurren sus años de plenitud.
  12. Como dirigente de empresa (testimonios de sus pares de ACDE): a) “Veía la función empresaria como obra de servicio, de propio perfeccionamiento, de progreso, de constructora de paz, y un medio de promoción humana, además de servir al legítimo interés particular”; b) “En su tarea propia tenía muy claro los objetivos a lograr y la primacía de la dignidad humana”; c) Siempre estuvo cerca de los empleados y obreros; d) Valoraba la importancia de capacitarse y de ser eficiente. 
  13. En su familia (testimonios de sus hijos): a) “Destaco dos aspectos: santidad y cariño. También su gran normalidad y ausencia de toda superficialidad. Iba a misa y comulgaba todos los días antes de ir al trabajo; en nuestra casa rezábamos el rosario en familia”; b) “lo que más lo caracterizaba era su alegría”; c) “los domingos Enrique los dedicaba a Dios y a los hijos”.
  14. Plenitud espiritual y religiosa: a) “debo santificarme especialmente a través de mis responsabilidades de esposo, padre, hijo y dirigente de empresa”, decía; b) Padre Moledo: “Su vida no fue fácil, pero sí fue hermosa; y la vivió con mucha paz, pero con mucha prisa, como a quien no le va a alcanzar el tiempo”; c)El Pbro. Mario Poli (hoy Cardenal) en su Informe del año 2000 escribía: “Deseo poner de relieve su superabundante vida teologal, la coherente vivencia de las virtudes fundamentales que guiaron su obrar (justicia, fortaleza, prudencia, templanza) en grado superlativo; su exquisita humanidad y espíritu eclesial”, y, especialmente, su plena dedicación “a su familia y a su consciente papel de laico como dirigente de empresa cristiano”. Destaca, también, su piedad mariana y eucarística, testimoniando esto su escrito “Eucaristía y vida empresaria”.
  15. Ayudó económicamente a muchas personas e instituciones.
  16. Todas estas actividades las realizó sin menoscabo de su vida contemplativa. “Acción es actividad racional y eficiente, con fundamento en la reflexión, en el estudio y en la vida contemplativa”, decía.
  17. En 1957 viaja a EEUU para realizar en la Universidad de Harvard el Curso de Gerencia Avanzada. A su regreso, una biopsia indica que tiene cáncer, amputándosele parte de su dedo pulgar. En 1960 sufrió otras dos operaciones. Sin embargo, sus tareas empresariales y de apostolado se intensificaron. Durante todos estos años trabaja full time en Rigolleau, asiste a las reuniones de directorio de importantes empresas, preside la rama de Hombres de la ACA, es Tesorero de la naciente UCA, dicta conferencias, etc. Fue fundador o miembro de numerosas instituciones de apostolado.
  18. A partir de marzo de 1962 su enfermedad se agrava. Fallece el 27 de agosto de 1962, a la edad de 41 años.  

Sobre el autor

Osvaldo Malfetano

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