Enrique Shaw

Enrique Shaw: vida de un empresario cristiano, según sus escritos

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*(Extracto de la conferencia pronunciada en ACDE, del 8/6/2000 – Ir al texto completo: Conferencia de Monseñor Poli sobre Enrique Shaw – ACDE (2000))

INTRODUCCIÓN

Deseo poner de relieve según lo que pude espigar, con la investigación en sus archivos personales, de la superabundante vida teologal, la coherente vivencia de las virtudes fundamentales que guiaron su obrar (justicia, fortaleza, prudencia, templanza) en grado superlativo; la exquisita humanidad y espíritu eclesial, y especialmente el estilo original de su personalidad frente al doble compromiso con la realidad que constituyó su razón de ser y pasión a la vez: me refiero a su familia y a su consciente papel de laico como dirigente de empresa cristiano.

Estos son los talentos, entre otros muchos, con que Dios coronó la existencia de Enrique, y a los que respondió con valiente decisión y espíritu sobrenatural. A poco de contactarme con su pensamiento escrito tuve la íntima convicción de estar ante un hombre que sintió las exigencias interiores de su conciencia, y que no postergó su perseverante vocación de servicio. 

Cuento para este propósito con el conocimiento de la sorprendente cantera de sus escritos, la mayoría de ellos inéditos, y me voy a sujetar, (porque vengo de la historia eclesiástica, de la investigación, de los archivos, los papeles, las crónicas) a un lenguaje extraño, el del mundo empresarial, totalmente ajeno a mí. Soy sacerdote, me dedico a la historia eclesiástica.

Gracias a la responsable conservación de estos escritos inéditos por parte de su familia, y la reciente organización de sus archivos, y la efectiva y criteriosa digitalización de los textos originales, me ha sido posible abarcar gran parte de sus ideas, conferencias, pensamientos sueltos, esquemas de charlas, dadas y recibidas, anotaciones, reflexiones, que tienen por común denominador la idea constante de la misión que Dios le encomendara en la Iglesia y en el mundo, sin oponerlos, muy por el contrario, integrando estos dos escenarios en el plan único de la salvación querida por Dios para el género humano.

El camino recorrido para conocer el pensamiento de Enrique Shaw, entonces, laico, casado y padre de nueve hijos, empresario católico, muy comprometido con la doctrina social de la Iglesia y con su tiempo, comprende escritos editados e inéditos, los que conforman un cuerpo documental muy amplio y variado, tanto en su contenido como en su estilo y modo de presentación. 

Fundamentalmente nuestro interés se centró en un período de su vida, desde la composición de su diario, a partir de 1940 aproximadamente, hasta que aconteció su muerte en 1962.

 Su pasión por la escritura, por dejar un testimonio casi cotidiano, nos ha permitido rastrearlo. El protagonismo que ejerce en la dirigencia laical en general, y en el empresariado católico en particular, por un lado, y la madurez de su pensamiento con relación al Magisterio Social de la Iglesia por otro, nos confirman dicha elección. 

Además, la mayoría de sus escritos pertenecen a esta etapa de su vida que, por cierto, adquiere una proyección insospechable, a través de conferencias, cursos, intervenciones en foros nacionales e internacionales y como hombre de consulta del Episcopado argentino en materia de pastoral obrera, al menos, con motivo de la publicación de una pastoral colectiva de los obispos de 1956 a la cual me voy a referir más adelante. 

A su vez, sus testimonios dejan entrever cómo fue creciendo el hombre interior que cultiva su espíritu con una selecta bibliografía referida a la Teología espiritual y ascética, como lo muestran sus abultadas notas y citas, fundamentalmente su biblioteca compuesta por libros de prestigiosos teólogos y maestros espirituales, en su mayoría marcados y señalados por él: acaso una muestra más, de su insaciable búsqueda de un camino sobrenatural. Del mismo modo prestamos atención al eco que tuvo en el empresario el Magisterio pontificio, la riqueza del Magisterio de la Doctrina Social de la Iglesia en el s. XX, ya desde fines del s. XIX con León XIII, con especial referencia a la Doctrina Social de la Iglesia a la que se adhirió y divulgó con singular originalidad y aplicación entre los hombres del mundo empresarial.

Las Sagradas Escrituras que frecuentó con asiduidad dominan e iluminan todas sus reflexiones. Por último, su amor a la Iglesia y devoción filial a la Santísima Virgen de Luján, ponen la nota sólida de una espiritualidad fundada en la mejor tradición católica. 

Yo no quiero dar una semblanza de él. Se puede recurrir a la de Ambrosio Romero Carranza más sintética. Quiero mencionar, más ajustado a los grandes momentos de su vida, la cronología de la vida de Enrique Ernesto Shaw publicada en separata por ACDE. Algunos aportes agregan Hernando Campos Menéndez en ocasión del XX Aniversario de la muerte de Enrique Shaw. En este mismo género téngase en cuenta, además, las memorias de su hija, Sara Shaw de Critto, en ¨ Recuerdos de Papá ¨, muy interesantes, fechadas en una versión de 1980. Finalmente considero muy útil la ¨ Biografía Breve ¨ de Enrique Shaw, (1921- 1962), también de ACDE de Julio de 1998. Y la de Norberto Padilla, “La Urgencia de Cumplir una Vocación Laical” en la “Nueva Provincia”, breve semblanza, pero muy linda también.  

Entonces, con el afán de ordenar las fuentes escritas agrupamos el material consultado de la siguiente forma, en grandes bloques: impresos y manuscritos. 

Es conocida “La Misión de los Dirigentes de Empresa” (con motivo del Congreso Eucarístico Nacional de Octubre de 1959); una de las obritas más lindas y gozosas para mí, “Eucaristía y Vida Empresaria”; “La Empresa, su Naturaleza, sus Objetivos y Desarrollo Económico”, más específica sobre su tema, escrito en colaboración para el Congreso Mundial en Santiago de Chile de UNIAPAC en 1961; también “Id y dominad la Tierra (concepto cristiano de desarrollo)”, de 1962, y otros escritos menores; su intervención en la 66 Mesa Redonda Interinstitucional, que salió en Clarín en 1960; “Etica del marketing, y su proyección social” en IADE (Revista del Instituto Argentino de Dirección de Empresas).

Pero la cantera a la cual me refería son los manuscritos, esa cantera hermosa que me permitió tomar contacto con el temple y genio de este hombre.

 Se trata de carpetas foliadas, cuadernos foliados y numerados, libretas y libretitas de anotaciones, algunas sin foliar; su contenido es variado, apuntes tomados en conferencias, hay varias de Monseñor Moledo y otras muchas más con comentarios personales a las mismas; esquemas de sus conferencias, reflexiones a partir de textos bíblicos, o de la lectura de algún libro espiritual o teológico, desarrollo de algunos puntos de la Doctrina Social de la Iglesia contenida en documentos pontificios, muy adaptados y bajados a la realidad, ideas sueltas y espontáneas, pensamientos espirituales, oraciones y jaculatorias piadosas, como por ejemplo, las que hace a la Virgen de Luján. También pequeños propósitos ascéticos que precedían a la peregrinación a Luján.

Quiero decirles que hay una rarísima coincidencia en esto: he visto que sus últimos propósitos los hizo en el año 1961; ya enfermo, él fue a Luján caminando; aparentemente un trecho llegó a ir. Se ve que lo llevó algún amigo, he visto unas intenciones de ese año. Digo “rara coincidencia”, porque con mi hermano en 1962 empecé a ir a peregrinar a Luján; también conozco lo que significa caminar a la sombra de María, tengo esa experiencia, hermosa, y ya con eso empezamos a tener puntos en común; un gran sentimiento mariano que fue creciendo y creciendo en forma impresionante a través de sus escritos. También sentimientos que le despierta alguna fiesta o solemnidad de la Iglesia. Tenía un misal o se llegaba a la sacristía, copiaba la oración colecta, lo cual significa cultura litúrgica, y luego hacia pequeños esbozos.

Además, escribió anotaciones sugeridas por la predicación escuchada en la Eucaristía dominical y también crítico de algunas predicaciones, bosquejos de documentos, síntesis de algún pensamiento de su interés, meditaciones en torno a su familia, y su responsabilidad como laico empresario.

Un reciente relevamiento de este material distribuye sus escritos de la forma siguiente: cuadernos y libretas, diarios en 5 cuadernos redactados entre 1940 y 1941, cuadernos redactados entre 1940 y 1946, anotaciones sobre libros religiosos leídos en cuatro cuadernos escritos entre 1941 y 1947; cuestiones o ideas sueltas para meditar, dos cuadernos y una libreta que abarcan desde 1939 hasta 1944; cuestiones o ideas sueltas en torno a la educación en 5 cuadernos, una pasión y no suplementaria: la educación. También estaban como en el centro, redactadas entre 1940 y 1946; citas y apuntes sobre la Biblia, los que yo considero 5 cuadernos de oro; estos últimos seguramente fueron escritos después de 1950 porque cita la Biblia de Jerusalén en francés, es el tiempo en que ha salido, es uno de los primeros seguramente por influencia de Monseñor Mejía, supongo yo, y también por su cultura general.

También hay un cuaderno privado de notas personales, de carácter espiritual, y cuadernos con apuntes técnicos sobre buques. Existen además varias carpetas, son 9 carpetas numeradas de 1 a 9, esbozos de diversas charlas, escritos entre 1950 y 1951, apuntes de un retiro del padre Manuel Moledo en ACDE, una carpeta, esbozo de la pastoral colectiva del Episcopado argentino, sobre la promoción y la responsabilidad de los trabajadores, que me ha despertado particular interés de investigación. 

Una carpeta, hojas sueltas, reunidas en cuadernos y notas, y 92 cartas a familiares y amigos desde 1927 hasta 1962. 

 

 

Mons. Mario A. Poli (1947) fue el primer sacerdote que tuvo la oportunidad de examinar metódicamente tanto los originales de los escritos citados por Enrique Shaw, como todos sus manuscritos, incluidos su “Diario”, su “Libretita de apuntes” y temas específicos sobre las “Meditaciones bíblicas” de Enrique.

San Juan Pablo II, lo nombró Obispo Auxiliar de la arquidiócesis de Buenos Aires y en 2008 el Papa Benedicto XVI lo nombró Obispo de Santa Rosa y en 2013,

Francisco lo nombró Arzobispo de Buenos Aires. En 2014 fue ungido Cardenal.

Sobre el autor

Cardenal Mario A. Poli

Licenciado en Trabajo Social (UBA) y Dr. en Teología (UCA), especializado en historia eclesiástica. Fue formador en el Seminario metropolitano de la Inmaculada Concepción y director del Instituto Vocacional San José de San Isidro. 

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2 comentarios

  • Ha sido un regalo maravilloso, el haber tenido la oportunidad de leer todo el escrito. Así poder conocer cada vez más sobre nuestro Venerable Siervo de Dios Enrique Shaw. Excelentísimo Cardenal Mario A Poli. Muchísimas gracias, el testimonio de Vida de Enrique es maravilloso, sin lugar a dudas hoy por hoy debemos comprometernos en difundirlo. Entre la familia, esposos, hijos, amigos, empresarios, militares, religiosos. Pues es un testimonio que de debe llegar a todo el mundo. Sobre todo en estos tiempos que nos toca vivir, momentos, circunstancias difíciles, donde muchas personas pierden la Fe, esperanza, fortaleza…… El saber y conocer a profundidad la vida de Enrique nos ayuda y ayudará a nuestra descendencia a fortalecer cada día nuestra Fe, esperanza, caridad, abandono total a la voluntad de Nuestro Señor , guiados en todo momento de las manos de Nuestra Santísima Virgen María y la protección de San José. No hay duda Enrique vivió 41 años, tan intensos llenos de FE, hoy por hoy nos ayudará a darnos cuenta de cómo debemos vivir cada día. Gracias Señor por habernos regalado a Enrique como ejemplo de vida cristiana entregada totalmente a tu voluntad y providencia