Entrevistado en junio 2022
Juan Pablo Simón Padrós: Eduardo, pensando en ese tiempo que te tocó presidir a ACDE, a nuestra institución, ¿cuáles recordás fueron los principales desafíos que les plantearon a ACDE en ese momento, en esa coyuntura que te tocó vivir?
Eduardo Casabal: En ese momento Argentina estaba atravesando un proceso de reformas bastante profundo. Acordate que estaba el tema de las privatizaciones, de la apertura de la economía, la convertibilidad, moneda sana. En un momento en el cual diría que el Gobierno estaba impulsando un cambio muy profundo y nosotros, desde ACDE, estábamos en líneas generales de acuerdo con lo que estaba haciendo. Nuestra intención era apoyar este proceso, clarificar lo que se buscaba. Y como en todo proceso de cambio, hay ganadores y perdedores, entonces, buscar de qué manera a los perdedores se les puede ayudar en esa situación, clarificar, que tengan en cuenta, que sepan hacia dónde se iba. Se hicieron muchas reuniones en ACDE invitando por supuesto a los socios, a gente del Gobierno… incluso una vez invitamos a funcionarios de Economía chilenos, que habían participado muchísimo en toda la reforma que se hizo para que nos contaran. Porque idealmente nosotros en ese momento pensábamos que íbamos a un proceso parecido al que se había vivido en Chile años atrás. La verdad que es cosa rara en la Argentina que los empresarios estuviéramos de acuerdo con lo que estaba haciendo el Gobierno. Desgraciadamente un proceso que en sus principios era muy bueno, pero después sabemos todas las complicaciones que tuvo y que no pudo llevarse a cabo, fracasó, salvo algunas cosas que me parece que sí quedaron. Por ejemplo, en el tema de las privatizaciones: si bien había algunas discusiones respecto de su transparencia, es algo que en general hoy no se discute. Se discuten otras cosas, pero mejor eso no.
JPSP: Trayéndolo al presente, ¿en qué se parece aquella época a lo que pasa hoy?
EC: Mira, yo creo la verdad que se parece muy poco. A nivel global, bueno, creo que el proceso de globalización ha sido mucho más fuerte también desde el punto de vista tecnológico y más profundos que en aquella época. Además, también, el Gobierno de ese momento iba en una línea, había una conducción, estaba claro quién mandaba, quién no mandaba, qué era lo que se buscaba. Hoy está claro que realmente hay carencias por todos lados, un proceso muy poco claro, con vueltas… La verdad que es muy muy difícil.
JPSP: Pensando en la figura del empresario de hoy, y pensando en esa época, ¿cuál crees que es la toma de conciencia del empresario de hoy con respecto a ese empresario o al empresariado que te tocó en su momento cuando presidías ACDE? ¿Qué toma de conciencia tiene sobre su rol en la sociedad como dirigente? ¿Cuál es esa toma de conciencia hoy comparado con esa época?
EC: Me parece que hoy es mayor la toma de conciencia. Tal vez por la gravedad de la situación. Actualmente, hay una pobreza que no existía antes. También hay una necesidad por parte de los empresarios de buscar una participación mayor pensando en que se puede ayudar a que esto no termine en un desastre. Yo creo que hoy, realmente, el empresario tiene una conciencia y una idea de tomar una mayor participación en las cosas que no sólo son de la empresa en la cual está implicado, sino que tiene que ver con toda la sociedad.
JPSP: Pensando en esos años, Eduardo, y esto es una pregunta más personal… ¿Cuáles fueron tus mayores aprendizajes siendo presidente de ACDE?
EC: Pasaron 30 años. Me cuesta mucho precisar, pero evidentemente recibí muchísimas cosas. Sobre todo, nosotros en ese momento tenemos la suerte de tenerlo cerca al padre Braun, que era un buen sacerdote, una persona preparada, muy inteligente y actualizada. Rafi realmente fue un aporte importantísimo para nosotros. Rafi estaba muy involucrado. Lo mismo que antes había sido el rol del padre Moledo. Por supuesto que los que hubo después fueron buenos, pero en el caso de Rafi ha sido bastante excepcional su aporte.
JPSP: ¿Aprendiste de él?
EC: Sí, por supuesto. Tenía una visión muy actualizada. Lo que se hizo en esa época fue muy interesante, impulsar la misión empresarial. No sé si a vos te llegó algo de eso, fue hace demasiado tiempo…
JPSP: Sí, me acuerdo. Yo obviamente no estaba en ese momento en ACDE, pero me acuerdo de que mi papá la hizo. La misión empresarial fue un movimiento espectacular.
EC: El que la lideró, era Luis Riva, con mucha influencia de Rafi. Creo que Rafi trajo la idea de algo similar que se había hecho en Chile. Pero acá eso fue dirigido, digamos, a gente vinculada a la empresa. No es que tenía que ser específicamente empresario: podía haber abogados, incluso médicos. Y lo bueno era que participaban con las esposas. Creo que hubo, unos 700 grupos y cada grupo eran 10 integrantes… mucha gente. Se reunían todas las semanas, una vez por semana había siete temas. Se preparaba material para los temas que se discutían ahí, con ideas después de sacar conclusiones. Temas que tenían que ver con la empresa y con el empresario. El primer tema era el empresario creador, lo que hoy le dirían el “emprendedor”. Después te iba a llevar la responsabilidad del empresario, la relación de trabajo y empresa, el equilibrio. ¿Qué le tenés que dedicar a la empresa? ¿Qué a la familia? ¿Qué a la parte de vida, digamos espiritual, o al ocio? La verdad que se analizaban bastante lo que teóricamente debería ser la vida del empresario. Y al participar las mujeres le daba también como características distintas. O sea, se hacía la cosa tal vez más aterrizada. Era una muy linda experiencia. Después se pensó en hacer alguna otra, en los años siguientes, alguna otra cosa parecida. Pero no plasmó mucho. Fue mucho más limitado. Pero bueno, esas fueron las veces que hicieron la experiencia.
JPSP: Vos tenés una trayectoria profesional muy interesante. Eras en esa época un ejecutivo de una de las empresas más importantes de Argentina. ¿Cuál fue esa vivencia de liderar o presidir una institución como ACDE? Dentro del mundo institucional empresario, es como una experiencia distinta porque somos los socios los que nos representamos a nosotros mismos. ¿Cómo fue tu vivencia siendo un ejecutivo de una empresa tan importante de Argentina y presidiendo ACDE? ¿Qué diferencias había? ¿Cómo te veían tus pares? ¿Cómo fue tu vivencia?
EC: Yo no veía nada extraordinario, lo veía como una cosa normal. En la compañía, bueno, había también en los comienzos alguna historia vinculada con ACDE. O sea, Carlos Pérez Companc, fundador de la compañía, fue del grupo fundador de ACDE. Entonces había, te diría cierta simpatía o, si querés, de alguna manera estaba totalmente de acuerdo con Goyo Perez Companc, que era en ese momento el capo del grupo, sobre las cosas que se decían en ACDE. No participaba, alguna vez habrá ido a algún almuerzo, sí, pero no estaba muy involucrado. En ese sentido, estaba muy cómodo.
JPSP: ¿Te acordás quiénes eran los socios que más colaboraban con vos en aquella época? ¿Cómo trabajaban juntos?
EC: Luis Riva, Luis Freixas, Mariano Bravo, Jorge Matheu. No sé si ahora es parecido, o sea, estaba la comisión y estaba la junta. La comisión nos reuníamos una vez por semana y la junta, una vez por mes. Y después había comisiones. Dependían de los temas del momento. Había una comisión, por ejemplo, para el tema trabajo; otra comisión para el tema de la Misión Empresarial, otra comisión para juventud había un grupo joven (la verdad que allí había una carencia, se dio poco interés en que se desarrollara). Y bueno, un poco de acuerdo con los temas que se trataban, se formaban comisiones.
JPSP: Y ahora, mirando ACDE para afuera… en esos años, sobre todo con esa coyuntura que nos contaste de esa época, ¿cuáles fueron las relaciones o acercamiento más relevantes con otras instituciones que tuviste, que trataste de desarrollar en ese momento?
EC: Yo diría que había más que nada acercamientos con las personas que a veces participaban en otras instituciones. Pero acercamientos a instituciones, no sé, había gente de IDEA, había gente de la Unión Industrial, había gente de ADEBA, pero venían en carácter personal. Muchos eran socios de ACDE, otros no, pero no había, te diría, una relación así formal o más institucional.
JPSP: ¿Y el director ejecutivo de aquella época?
EC: Sí, me acuerdo. A mí me tocó vivir la época de Américo Monterroso, que era un poco el pope… pero lo viví no siendo presidente, sino estando en la Junta, o en la Comisión. Después estuvo Héctor Beccar Varela, que también fue un buen colaborador, y Alicia Barbieri. Alicia fue cuando se hizo la Misión Empresarial, ella estuvo en la Misión y después quedó en lugar de Héctor cuando se retiró. Por supuesto, ha sido muy importante. Estuvieron todos los días, allí al pie del cañón.
Tristán Rodríguez Loredo: ¿Qué es lo que vos recordás de aquella época, además de la Misión Empresarial, como una ilusión o una idea, que por ahí hoy, con el tiempo, te gustaría que hubiera continuado? ¿Te gustaría que los planetas se hubieran alineado de alguna manera para poder llevarla a cabo? Porque son cosas que con el tiempo quizás volvés a dimensionarlas…
EC: Un poco lo que te decía: en ese momento se estaba viviendo un proceso de cambio que nos parecía que era fundamental ayudar y aportar cosas, ayudar a la gente, y también sugerirle a veces al gobierno en qué sectores pensábamos nosotros que no se estaba haciendo lo que se debía y se podía reformar más, sobre todo lo que tenía que ver en ese momento con el achique del Estado, o hacer una cosa más, si querés, un poco de menos participación del Estado. La verdad que no sé, hoy son las cosas tan distintas, ojalá hubiera un proceso de cambio que una vez dijera, bueno, alineémonos, ayudemos, veamos qué se puede hacer. Parece que hoy es una etapa, más que nada, desgraciadamente, de atajar penales y estar a la expectativa de lo que puede pasar.
TRL: Mencionaste hace un rato que quizás la actitud de los empresarios hoy es más proactiva o más de asumirse como líderes que lo que era en aquel momento. ¿Le encontrás alguna explicación?
EC: Yo creo que es por la gravedad de la situación.
JPSP: Volviendo un poco al tema de lo institucional, en esa época, ¿cuál era la relación de ACDE con la Iglesia? Sé que vos sos una persona de Iglesia, ¿cómo fue en ese momento la relación con la Iglesia?
EC: Había siempre una discusión, cuál era la mejor forma de acercarnos. La Iglesia es bastante complicada, es una institución que tenía algunos aspectos muy individualistas. No hay una organización que diga, acá está la cabeza, y la cabeza va a bajar línea, y entonces busquemos la forma. Nosotros tratábamos, e incluso hicimos una vez una reunión, me acuerdo, de todo un día invitando a 15 obispos y 15 de la comisión de ACDE, para tratar de discutir el tema de la empresa… y a veces alguna encíclica que hubieran sacado que tenía que ver con el tema de la empresa. Pero no había una relación muy fluida, a lo mejor, para algunos sí. Con los obispos era más con Jorge Casaretto, y también con Rafi Braun. También con Casaretto había varios encuentros que dábamos de ACDE con invitados, pero no había un acercamiento formal. En la Iglesia cada obispo es independiente, cada obispo depende del Papa. En ese momento las comisiones que había en la Conferencia Episcopal estaban organizadas en Comisión de Justicia y Paz, comisión de Educación… había comunicación con algunos obispos…
JPSP: Nombrás como alguien tan significativo a Monseñor Casaretto: más tarde lo trajimos para que forme parte del Consejo de ACDE y aceptó.
EC: Ah, ¿sí? ¡Qué bien! No sabía…
JPSP: Cuando fui presidente lo invité y aceptó y de hecho por ahí sigue yendo a alguna de las reuniones que lo invitan, pero estuvo algunos años viniendo a casi todas las reuniones nuestras de Consejo, y en gran parte acepta porque nos conocía de antes, más allá de conocer personalmente a alguno de ustedes, a Luis M. Bameule, sobre todo, conocía a ACDE muy bien. Conocía nuestra trayectoria y nuestra coherencia, podía estar de acuerdo o no, pero conocía nuestra coherencia.
EC: Sí, lo que se hizo después, pero no era la época en que yo era presidente, la Iglesia hizo el programa Compartir, que era la reforma económica, en la cual participamos varios que estábamos en ACDE, estaba Luis Riva… pero ahí se hizo un trabajo, me parece, bastante bueno, que se desaprovechó. No tuvo continuidad, faltó apoyo por parte de algunos obispos, pero yo creo que algo aportó en cuanto a la parte de organización o administración de algunas diócesis. La administración de la Iglesia era una cosa bastante desordenada, que tenía que ver con lo diario, con la formación económica, de funcionamiento de las diócesis.
JPSP: ¿Y cómo ves a la Iglesia hoy, Eduardo, pensando en está en una etapa de sinodalidad, donde se está conversando, preguntando, discutiendo, sobre todo el rol de los laicos allí? ¿Qué pensás?
EC: Bueno, eso es importante, el rol de los laicos, pero concretamente en la Argentina, me parece que la Iglesia está en una actitud defensiva, de no levantar cabeza, porque van a decir esto, o van a decir lo otro… quizás con un sentimiento como de culpa, con cosas que han pasado en algunas diócesis, con algunos sacerdotes… como si dijeran “quedémonos en el molde…” Pero la veo en un papel de pasar desapercibida. Es una lástima porque ahora hay necesidad de que alguien prenda los faros, de que indique las cosas que deberían hacerse, o que es lo que se está haciendo mal, que, si bien no es a lo mejor el rol de la Iglesia, pero ayuda.
JPSP: Ultima pregunta, por mi parte: ¿qué huella hubieras querido dejar en ACDE como presidente?
EC: No sé si huella, pero como decía antes sobre el tema del grupo joven… no haber ayudado, no haber tratado de que hubiera más participación de jóvenes, en un ámbito en el cual uno pueda recibir de los jóvenes y poder asumir también, darles a los jóvenes. También es eso.
TRL: Hago por mi parte una pregunta de cierre. A la luz de la experiencia tuya y lo que has visto, digamos, que ha pasado, lo que evolucionó en el país, la inserción de los empresarios dentro del país, ¿cuáles crees vos que deberían ser las prioridades de ACDE hoy? ¿Los objetivos más relevantes? ¿Cuáles serían los objetivos más relevantes?
EC: Es difícil, no debe haber tantos, es tan complicada la situación, cómo priorizar en qué cosas poner el foco. Pero a mí me parece que hoy todo lo que tiene que ver con la institucionalización del país, me parece que ACDE está diciendo los errores que hay, todos los ataques que de alguna manera que se le hacen a la institucionalidad, me parece que es importante que ACDE exponga su pensamiento, o que ratifique cuáles deberían ser las acciones. Lo más peligroso de lo que se está viendo en la Argentina, es que se pierda la institucionalidad. Más allá de lo económico.
TRL: Sí, clarísimo. Muchas gracias, Eduardo.
JPSP: Eduardo, gracias por este rato para charlar y recordar juntos. Se agradece y seguramente seguiremos en contacto.
EC: Bueno, gracias a ustedes. Un abrazo grande.