Presidentes de ACDE

Entrevista a Jorge Matheu – Past President (1997-2000)

Escrito por Portal Empresa
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Entrevistado en diciembre 2021

Jorge Matheu

Juan Pablo Simón Padrós: Jorge, muchas gracias nuevamente por tu tiempo y bueno, para estar disponible para esta charla, que con Tristán queremos tener con vos para recordar un poco todos esos años que te tocó presidir nuestra institución. 

Jorge Matheu: Es un gusto, gracias. 

JPSP: Te queremos preguntar por los principales desafíos que recordás que en esos años tuvo ACDE cuando presidiste la institución. ¿Qué desafíos de la coyuntura de ese momento eran los, en tu opinión, los más importantes para ACDE en ese momento? 

JM: Tengo que hacer memoria. Hace 24 años de esto, yo estuve del 97 al 2000, y el contexto era muy distinto. Estábamos en la convertibilidad, si bien en ese año, creo, empezó la declinación y uno de los importantes fue una devaluación importante que hizo Brasil y nosotros teníamos el dólar de uno a uno, pero sin embargo teníamos un libre comercio, libre cambio, dos cosas muy importantes para la vida de las empresas y los empresarios. Así que era muy diverso al presente y veníamos del principio del gobierno de Menem y Cavallo, que había sido un cambio muy a favor de la actividad empresarial, de manera que era muy distinto a todo lo que tenemos hoy y los desafíos, yo creo que no pasaban tanto por el contexto y las reglas, sino que pasaban por la actividad propia de ACDE. Ustedes se acuerdan de que UNIAPAC siempre nos decía que era una ACDE equilibrada entre lo que era la coyuntura y los valores y la doctrina. Estaba recordando y fíjense que veníamos de la misión empresarial en la ciudad de Buenos Aires, años antes de la visita del Papa, y en esos años míos la preparación del segundo milenio. Es decir que ACDE estaba bastante enfocada en la actividad propia de aplicación de la doctrina en nuestra actividad. Así lo recuerdo yo. Y por otro lado había desafíos de orden también propios, que en ese momento había mucha vigencia de las ACDEs del interior, se había constituido una federación de las ACDEs para darle un sentido más federal, más de independencia, y luego también algunos cambios en la propia gestión. Me había quedado, no teníamos director ejecutivo y Celso Arabetti, un socio, nos tiró el cable y asumió él en ese rol hasta que pudiéramos resolver. Y ahí teníamos que ordenar el presupuesto y la gestión y trabajamos mucho en equipo. Hablo de la estructura propia, las comisiones de siempre y la estructura, poniendo objetivos personales, medibles, y sujetos a la remuneración variable. Así que podría decir que me tocó una época más tranquila, más tranquila que la que estamos viviendo.

JPSP: Y si tuviésemos que comparar, a ver, decís más tranquila que la época actual, ¿por qué? 

JM: Y bueno, como dije, el contexto económico y empresarial hasta ahí era mucho más favorable, era libre empresa, libre mercado, libre comercio internacional, libre cambio. Cuando alguien me decía, bueno, pero el dólar está muy barato, y yo le decía, bueno, puedes comprar todo lo que quieras, porque así era. Después vino lo que vino, y bueno, siempre desatado por el mal endémico que tenemos, que es el déficit de presupuesto. Y la corrupción que hubo era mucho menor, diría yo, y no tan palpable y ostensible como es ahora. De manera que, en fin, desde el presidente Menem y los ministros, eran afines a ACDE, se conseguía el acercamiento bastante fácilmente, y venían a las reuniones y Cavallo habló en un encuentro, una reunión de UNIAPAC Latinoamérica. Menem también se prestaba, a mí también me tocó una entrevista personal con Menem. Entonces, digo, en ese sentido era, y bueno, en contexto, siempre la Argentina tenía cosas para mejorar, pero era más sencillo, a mi gusto, más sencillo. Entonces, como más abocado también a otras cosas que a veces, no digo que las hemos olvidado, las hemos tenido presentes, le decía el otro día al presidente actual – Gonzalo Tanoira – que la reunión anual de este año me pareció espectacular por la incorporación de tantos jóvenes, de otras miradas distintas, pero bueno, podíamos dedicarnos a estas cosas.

JPSP: Y con respecto a hoy, que lo estás trayendo, ¿cuál crees que es la toma de conciencia del empresario hoy, con respecto a su rol de dirigente, comparado con aquella época?

JM: Yo creo que en aquella época era, como dije, era más fácil centrarse en lo propio y en la misión como dirigente empresario y social, y todas las funciones que tenemos como empresarios eran más asequibles. En cambio, hoy está todo muy, muy, con un contexto muy difícil, muy confuso, muy mezclado, muy enredado. Entonces, me parece que en aquel entonces nos podíamos centrar mejor en la misión como empresario, como persona y en la aplicación de los valores.

JPSP: Volvamos a esa época, lo mencionaste a Celso Arabetti. ¿Qué recordás de tu director ejecutivo y también del asesor doctrinal que tuviste en ese momento? 

JM: Bueno, Celso era un socio, era un par mío con lo cual, y una persona de mucho carácter, con lo cual era, a veces teníamos algunos contrapuntos positivos, pero lo sabía en una manera distinta que lo que suele ser la relación, pero yo estoy muy agradecido a él, se desempeñó perfectamente y quién mejor que un socio para estar en la gestión del día a día… porque además era un socio con recorrido. Me ayudaron muchos: José María Simone, Ignacio Marseillán, Juan Carlos Sagardoyburu, ellos estaban muy involucrados. ¡A Fernando Correa Urquiza le entregué la tesorería y la verdad que no me tenía que ocupar de eso, y respecto al asesor y bueno… espectacular! Cuando a mí me ofrecen ser presidente de ACDE, por supuesto que como casi todos supongo, pedimos dos días para discernir y decidir y uno de mis referentes fue Raffi Braun y le dije “¿y vos vas a estar?”, “y claro que voy a estar” me dice Raffi y eso a mí me dio una tranquilidad muy grande y Raffi estuvo toda mi presidencia, y la verdad que era un pilar en ACDE era muy… a mí me confortaba un montón saber que él estaba presente.

JPSP: Jorge, ¿cómo era la dinámica de trabajo que tenías con todos esos socios que te ayudaban y eran colaboradores que mencionaste? ¿Cómo trabajaban en equipo? 

JM: Bueno, teníamos igual que ahora, una reunión semanal de mesa en la que estaban los que nombré y alguno más que se me escapa y era bastante parecido a lo que fue siempre la mesa, no es una anécdota, la oportunidad de estar en la mesa muy joven, yo empecé en ACDE a los 27 años, en el año 74 y en el año 78 era miembro de la mesa, era protesorero y era similar, nos repartíamos las responsabilidades y tuve dos directores que participaban en la reunión, uno fue Celso y luego fue Alejandro Tonellier, también ex socio, pero ahí ya en la función típica, contratado como director ejecutivo, y nos repartíamos las tareas, en esa época mi interés principal pasaba por humanizar la vida en la empresa tanto es así que también en esa época era una costumbre que el presidente nuevo hablara en el primer foro almuerzo y ese fue el tema que yo elegí para dar, que era humanización de las culturas empresarias. Creamos un grupo de trabajo sobre ese tema y yo le dediqué tiempo a eso, yo tenía la suerte de trabajar en una compañía que tenía un buen contexto en el ambiente de trabajo y entonces yo decía como que se podía y bueno, y había escuchado mucho en la época que estuve en las duplas de Seniors con jóvenes, y de todos los problemas que tenían los jóvenes en distintas empresas y bueno, ese fue un tema, lamentablemente no hubo continuidad específica, la hay siempre en nuestro contexto, pero en esos años le dediqué mucho a eso y a los jóvenes. Yo participaba en todas las reuniones de jóvenes, a nosotros nos habían dado los mayores la gran oportunidad de participar, también me tocó ser el primer presidente del grupo joven de ACDE, y entonces mucho a los jóvenes…

JPSP: Volviendo a hablar de esa época y sobre todo pensando hacia afuera, ¿cuáles recordás que fueron las organizaciones, instituciones, asociaciones que más relación tenías o tenía ACDE en esos años? 

JM: Bueno, veníamos de haber liderado 21 instituciones en la visita de Juan Pablo II en la cual participé activamente y eso fue varios años antes y nos quedó, a ver, en mi presidencia tuvimos relación con la UCA, con IDEA, creo que con la sociedad rural, era muy fuerte el grupo agropecuario que en ese momento había en ACDE, yo las que recuerdo es esa, con IDEA se hizo un trabajo sobre mandos medios, responsabilidades de los mandos medios y bueno, teníamos muchos miembros del directorio en la rural, que eran socios activos en ACDE, pero eso es lo que recuerdo, la gran juntada fue para la visita del Papa.

JPSP: ¿Cuáles fueron a nivel personal tus mayores aprendizajes en esos años presidiendo ACDE? 

JM: Yo creo que la exposición pública debe haber sido mi mayor aprendizaje, me daba bastante trabajo al principio. En la televisión me acuerdo de que Jorge Aceiro, ya cuando éramos Grupo Joven (¡lo fuimos una vez!), unos cuatro, al programa de Neustadt, nos reunió antes en su oficina para darnos algunos tips, decía “recuerden que la televisión es un ping pong, hay que moverse muy rápido” … yo diría que esa fue la exposición y específicamente en los medios, en la radio hay más tiempo, era más fácil. Con la gente no, manejo de gente nunca me costó, siempre privilegie un buen clima de trabajo. Yo me quedaría con ese, la exposición pública. 

JPSP: ¿Qué huella te hubiese gustado haber dejado en ACDE como presidente? 

JM: Y bueno, eso la dejé y creo que es la que más me gustó o me hubiera gustado porque me tocó iniciar la causa de Enrique Shaw. ¿Y la voz? Tan importante como eso. Estábamos en un foro de almuerzo y en mi mesa estábamos Monseñor Mejía, y salió el tema de la santidad y que no había ningún empresario santo y Mejía dijo “y ustedes lo tienen”. Entonces todos nos miramos. Sabíamos a qué se refería, pero nunca nadie había imaginado iniciar una causa. De mi lado, yo a Enrique no lo conocí. Yo me acerqué a él como alumno de la UCA en el año 68. Estaba terminando la carrera y Enrique murió en 62. Pero lo había leído, había escuchado mucho de él a Moledo, al padre Moledo, gran Pilar. Entonces, cuando terminó ese foro almuerzo, Hernando Campos Menéndez me dice, “Jorge, ¿lo escuchaste?” “Claro que lo escuché”. “¿Y qué te parece?” “A mí me parece que sí. Pero me gustaría hacer una reunión con el grupo de ustedes que lo conoció.” No sé si esa misma tarde o al día siguiente nos reunimos, Hernando y yo, con Juan Cabo, Mito Van Peborgh, Luis Bameule, (padre), en fin…. eran ocho más o menos. Bueno, hubo un intercambio y cuando terminó dijimos, “¿y a vos qué te parece?” “Y a mí me parece que a mí me gusta la idea. Y ustedes que lo conocieron me dicen que sí, así que vayamos adelante.” Y al siguiente día ya estábamos, Hernando Campos y yo, reunidos con el nuncio, que era Monseñor Calabresi en esa época. Y cuando le contamos, estaba exultante, le encantó. Dijo, me parece extraordinario. Y ahí empezamos. Ahora estoy dudando, parece que, no sé si eso fue en el mismo año 97 o en el 98. Bueno, ahí empezamos. Bueno, y es un cúmulo de tareas y se fue sumando. Al principio hay que juntar datos, mucha recopilación, entrevistas, datos. Y era Juan Cabo el que lo hacía. Y bueno, después nada siguió y bueno, todos nos seguimos de ACDE. En una época en ACDE hubo alguna duda respecto al costo, porque eso nos costaba dinero. Y todavía la familia lo estaba apoyando económicamente. Pero se superó, hicimos aportes personales, se cubrió la necesidad y bueno, de ahí en más. Y ahora, como digo siempre, será de Dios. Pero me parece que es lo más lindo que me tocó en lo que le dejo a ACDE. 

Tristán Rodríguez Loredo: Justamente hacías referencia a que había un cambio de contexto en lo que pasaba en aquella época y lo que pasa hoy. Con tu experiencia, no solamente en la presidencia de ACDE, sino dentro del trabajo de ACDE y también como socio, ¿cuál te parece que son los desafíos que plantea el ACDE de hoy, a diferencia de lo que planteaba el ACDE de hace casi veinticinco años? 

JM: Yo creo que el desafío hoy es más fuerte en cuanto a mantenerse firme en los valores fundamentales. Hoy necesitamos fortalecer a nuestro país en la práctica de la honestidad, de la verdad. Y eso escasea cuando el contexto es como el actual, es como que la acción puede ser más grande a cambiar el rumbo. Entonces yo creo que el desafío es ese, y eso incluye la denuncia, cosa que hemos estado haciendo en la ACDE actual. Pero bueno, el empresario, como nos enseñaba Moledo, es una persona, y la persona es una, es íntegra, es padre, amigo, empresario, pero no cambia la camiseta. Entonces si no cambiamos la camiseta, aún en tiempos como este nos tenemos que mantener muy firmes, más que nunca diría, en la práctica de los valores, que es lo que escasea en todos los ámbitos. Así que el desafío es ese, y sabemos que en estas turbulencias en la empresa cuesta mucho, pero yo creo que hay que marcársela. 

TRL: ¿Y cuál fue tu mayor aprendizaje, tanto a nivel personal como también, ¿cuál crees vos que fue el mayor aprendizaje para la organización, para ACDE mismo, de la época en que te tocó ser presidente? 

JM: El aprendizaje en la organización. Y le tocó transitar, nosotros veníamos de un cambio en la estructura de ACDE. Se había ido Monterroso, vino Alicia Barbieri, pero hizo una dupla con Monterroso que fue turbulenta, Monterroso era una buena persona, pero le costó dejar. Y la verdad no se la hizo fácil a Alicia, Alicia se cansó y se fue, y nos quedamos de nuevo arrancando. Entonces, bueno, fue un aprendizaje, porque era una manera distinta de trabajar, yo no tenía una Susana (secretaria de presidencia), pero bueno, nos repartíamos. Y como les conté antes, primero con Arabetti y después con Tonnelier, y la cosa funcionó, y funcionó muy bien. Todas las actividades a pleno, reuniones Latinoamérica, teníamos en esa época muchas visitas de la Fundación Adenauer, en fin. Quizá eso fue para ACDE aprendizaje. 

Después cada una de las nuevas comisiones, los nuevos temas. En aquella época eran también muy, bueno, siguen existiendo, pero el grupo de abogados y el grupo de economistas eran un gran soporte. Yo cada vez que tenía que sacar un documento me respaldaba mucho. Y ahí vale mencionar a dos que siguen estando. Bueno, Manuel Solanet me ayudó un montón. Hoy no está activo en ACDE. Y Enrique de Carril, en las formas, me ayudó también un montón. Ellos tenían sus grupos y me ayudaban a revisar. Pero fluyó, no fue traumático. El traumático fue lo anterior, el traspaso, el cambio, lo que le tocó a Alicia. Eso fue más traumático. Ya cuando estuve yo, fluía y bueno, y la gente fue aprendiendo. Estaba Agustina Degano, que era una niña. Hoy es muy joven, pero ya no es niña. Pero estaba Agustina, y era una estructura más pequeña, eran cuatro o cinco nada más. Y bueno, pero el aprendizaje funcionó. Se hizo al andar y a mí me gusta mucho lo de objetivos personales. Y así que, durante esos tres años, por lo menos, yo lo implementé, los evaluábamos con claves ciertas y ligados a la remuneración, y funcionó. 

El número de socios siempre fue un objetivo, pero bueno, teníamos muchos socios. No sé hoy cuántos tenemos, pero en esa época eran 900 y creo que es más o menos ahí donde estamos. La verdad que el trabajo en la asociación fue muy placentero. El grupo fue muy agradable y transcurrió muy bien. 

TRL: Jorge, y si hoy con este recorrido pudieras tener una ilusión, un sueño para que se cumpla para ACDE, ¿Cuál sería? 

JM: El sueño sería muy ambicioso porque sería que lográramos llegar a influir en la cultura de la verdad, en los valores. Es lo que más me preocupa hoy. Lo económico, por supuesto, siempre está, pero la sociedad hoy viene ya desde hace 30 o 40 en una bajada moral y cultural. Educación y valores. Y una de nuestras misiones es cristianizar el ámbito empresario. Siempre llevan todos los mensajes de todos los presidentes y hoy día de Gonzalo Tanoira, fuertemente diría eso, cristianizar el ámbito. Y yo creo que hoy, como cristianos, además de empresarios, tratar de esparcir y de penetrar en toda la comunidad argentina. Desparramo de valores, de educación en los valores, que es lo que más se extraña y lo que más entristece. Ese sería el sueño, que sigamos en esto y que logremos una mejora.

TRL: Y para finalizar, Jorge, por mi parte, si el próximo presidente te preguntara y te pidiera un consejo o te pidiera, ¿qué le dirías? 

JM: Y seguramente lo haga, porque lo hacen los nuevos presidentes, hablan con los anteriores. Y yo le diría primero que esté tranquilo, que tiene la gracia de Estado, que Dios nos da cuando asumimos una responsabilidad como esta. Que tres años pasan muy rápido, y una vez que esté tranquilo, y bueno, hoy le diría que probablemente enfrenta un posible cambio favorable, lo que se ha dado en el Congreso yo lo veo con optimismo. Pero hay mucho para machacar. Entonces, le diría que, como hicieron los que primaron la reunión actual, que le den mucho espacio a la camada de 35 a 45, porque eso es lo que noté en la reunión anual. La mirada es completamente distinta en estos emprendedores, porque a pesar de todo lo que yo digo, no se detienen a hablar, como hacemos los viejos, de las desgracias que nos ocurren y eso, y criticar. Le meten para adelante y encuentran los nichos en actividades hoy mayormente en la programación y en los intangibles, y no en las fábricas como era nuestra época, o los bancos. Y que recen, la ayuda del Señor siempre va a estar. Así que le trataría de dar un consejo, pero con una mirada optimista. 

TRL: Muchas gracias, Jorge. 

JM: De nada, un placer conversar con vos, con Juan Pablo. Así que les agradezco a ustedes y los felicito por la idea. Me parece bueno, porque cuando escuchen estas cosas van a decir, ah mira, hicieron esto, hacían aquello, y es importante tener un resumen así de la historia, ¿no?

JPSP: Gracias de nuevo.

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