Presidentes de ACDE

Entrevista a José María Simone – Past President (2000-2003)

Escrito por Portal Empresa
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(Entrevistado en diciembre de 2021)

Juan Pablo Simón Padrós: ¿Cuáles fueron esos principales desafíos de la coyuntura que te tocó a vos cuando fuiste presidente de ACDE de ese momento?

José María Simone: Al pensar un poco en el periodo tuve que revisar un poco la memoria y algunos documentos. Mi presidencia fue del año 2000 al 2003. La verdad que son momentos no muy fáciles. Yo comienzo en marzo del 2000 y la verdad es que ya en ese momento la sensación que teníamos en ACDE era de incertidumbre, incertidumbre estratégica de posicionamiento, ¿qué estaba pasando? No estaba claro. Y obviamente eso es incertidumbre política que a su vez impactaba sin ninguna duda en toda la parte económica. Hice un pequeño listado de cositas que pasaron solamente en el primer año.

Presidencia de De la Rúa, tuvimos tres ministros de economía en el 2001, Machinea hasta enero del 2001, Ricardo López Murphy, dos semanas y después, Cavallo hasta el 20 de diciembre del 2001. Y luego Duhalde, después de haber pasado la semana de cinco presidentes, Duhalde quien estuvo hasta 2003 con Remes Lenicov y Roberto Lavagna. 

Esta incertidumbre desde el punto de vista de lo que estaba pasando en el país, obviamente, generó desafíos a los empresarios y eso significaba desafíos para nosotros en ACDE. Empresas que cerraban, acuérdense es el final del uno a uno, empresas que cada vez podían exportar menos y eso generaba menor cantidad de empleos y eso a su vez entonces desde el punto de vista de ACDE yo lo sentía muy fuerte. Socios de ACDE que empezaban a no participar en nuestras reuniones, no podían seguir siendo socios y estaban poco a poco saliendo de su actividad y de su día a día como empresarios. Esto, sin ninguna duda, generaba una carga superior a ACDE porque aparte de lo que tradicionalmente hacíamos, que era lo que venía administrando ACDE o manejando ACDE en términos de sus objetivos, le agregó un tema a las de las personas que estaban en un momento muy complejo. 

El tema político fue muy difícil, porque este punto de inflexión que fue el día 20 de diciembre del 2001 con la renuncia de De la Rúa, generó un cambio importantísimo. Evidentemente la economía estaba muy mal y yo no sé cuántos se acuerdan, pero yo, representando a ACDE, tuve una reunión el 19 de diciembre, el día anterior, en Cáritas invitado por Monseñor Cassareto donde era para que se nos presentara a un pequeño grupo, 22 o 23 personas, un estudio hecho por la OEA sobre el impacto público de los distintos sectores empresariales. Era lo que la población veía sobre cómo estaba la credibilidad en los empresarios, en los gremialistas, en los políticos, digamos en toda la gama de dirigencia del país. Y me tocó estar entre esas 20 y pocas personas con el señor Duhalde, con los gremialistas del momento, cuatro o cinco gremialistas, con Alfonsín… y del lado empresarial estaba el presidente de IDEA, yo y algún grupo más, o sea éramos muy pocos. Participando en una reunión el 19 de diciembre, siendo que la renuncia termina siendo el 20, dada la discusión que había y el ánimo en esa discusión, estaba Christian Colombo, que en ese momento era jefe de Gabinete de De la Rúa. A la hora, hora y media de estar en la reunión viene De la Rúa, algo que no estaba previsto. Y en esa reunión se le plantea la dificultad del momento, ya había supermercados tomados, alzamientos alrededor de la Ciudad de Buenos Aires, y se le plantea el problema de qué era lo que estaba sucediendo. El Presidente pide a cada uno de los participantes que dé su visión del problema. Me toca representar a ACDE, y en ese rol yo le comento la responsabilidad de un empresario en ese momento de tanta dificultad y de la voluntad de ayudar en todo lo que fuera posible para pasar hacia adelante solucionando los temas que existían. Pero, evidentemente, el hincapié era político y gremial. Se retira el Presidente de la reunión, estaba toda la prensa en la puerta de Cáritas, que está cerca del viejo edificio de ACDE, sale el presidente y lo maltratan, y vuelve a la Casa Rosada. Esa reunión preanunciaba lo que sucedió menos de 24 horas después. El humor interno que existió en la reunión marcaba realmente el comienzo del final de esta presidencia. 

 

Entonces, solamente para comentar la importancia que teníamos en términos de representatividad empresarial, no estaba la UIA, estábamos nosotros. Con IDEA ustedes saben bien que hay mucha comunidad de conceptos y de objetivos. Entonces permitió que dijéramos lo que pensábamos. Sin ninguna duda, en los dos minutos, tres minutos que teníamos cada uno de nosotros. Y plantear la visión de ACDE. La miraron como diciendo, “y este señor que viene de afuera, era como si fuera alguien que estaba fuera del país”. Pero el hincapié que hice fue asumir la responsabilidad de los empresarios en esa coyuntura, en ese momento, en la búsqueda a través de la verdad y a través de la ayuda entre todas las partes que forman la sociedad, en buscar una solución. Y trabajar juntos. La historia ya la sabemos. Pero fue un momento realmente que fue muy importante. En el año 2002 participamos en el Diálogo Argentino. Éramos importantísimos en ese aspecto. Quiero hacerles acordar que seis meses antes de todo este proceso, ACDE pública nuestro documento “Visión de País Argentina del Bicentenario”. Como les dije, la incertidumbre a partir del 2000 hizo que pensáramos en cómo, qué podíamos aportar de fortalecimiento estratégico del país político, económico y social. Por eso hicimos ese documento. Ese documento fue hecho por aproximadamente 40 empresarios de ACDE y estaban todos presentes. Trabajamos juntos durante tres meses y elaboramos ese documento. Ese documento fue publicado en junio del año 2000. Era la base que presentamos después en el Diálogo Argentino. 

De ahí nos nutríamos para poder plantear nuestras ideas y trabajar en las distintas partes en las cuales éramos invitados a participar. Para mí fue también un elemento importante esas participaciones en ese Diálogo Argentino. Porque nos permitió incorporar en distintos momentos, en los distintos temas, la visión que teníamos justamente la que teníamos en el documento. Planteábamos siempre aquello que habíamos acordado, aquello que se había trabajado. El trabajo fue muy arduo y bueno. Ese documento, si uno lo vuelve a leer, tiene mucha vigencia, en gran parte. Obviamente, hay que aggiornarlo a cómo está hoy nuestro país. Pero la parte fundamental y básica no cambia. Al punto tal que, a los tres, cuatro, cinco años posteriores a esto, el documento era usado por otras organizaciones. Las asociaciones agropecuarias, las asociaciones empresariales. Y entonces evidentemente contenía elementos importantes. Quiero decirles que, en ese momento, permitió que empezáramos a estar reunidos con otro tipo de grupos de empresarios. A lo mejor, después entramos más en detalle. Nunca habíamos estado, de otros credos, de otras organizaciones empresariales. Y era el elemento que atraía discusiones que hacíamos en ACDE con estas otras organizaciones. Es decir que fue algo distintivo que sucedió en ese momento. En el año 2002 en Buenos Aires se hace el Congreso Mundial de UNIAPAC. Hacía 30 años se había hecho el Congreso en América Latina en Buenos Aires. Y volvió a hacerse en esta ciudad. Solo para comentarles, un mes y medio antes me llamaban de todos los países a ver si realmente se iba a hacer. Acuérdense, esto era en mayo del 2002. Buenos Aires era un caos. Y me llamaban de todo el mundo para preguntarme sobre la seguridad. Y decidimos ir adelante. Convenciendo al resto del mundo a venir. Teníamos una ayuda espectacular. El Congreso Mundial terminaba el 8 de mayo, el día de la Virgen de Luján. Durante esos tres días que estuvimos reunidos, Buenos Aires estuvo perfecto. O sea, yo se lo atribuyo realmente a una ayuda especial de la Virgen. Pero permitió que se hiciera en un momento tan complejo un congreso donde venían personas de todo el mundo. 

Otro elemento para mí no menor en todo ese periodo fue que Fernán de Elizalde se hace cargo de la causa de Enrique Shaw. Juan Cabo, que era el que había manejado la causa, estaba enfermo. Y Fernán acepta continuar siendo el postulador. Y ya vemos los resultados que tenemos. También se genera en el año 2000 la primera reunión de ACDE con el Cardenal Bergoglio que hasta entonces no había tenido lugar. Y después pudimos hacer una por año con el Cardenal dentro de la casa de ACDE. Primero hicimos un almuerzo, multitudinario, y luego fue una reunión personal. Entonces, hay un montón de elementos de ese momento y de esa situación que se vivió durante ese periodo, que muestran realmente una participación y una representación aceptada por todo el mundo. 

 

A mí personalmente, el Cardenal Bergoglio, después de tener esa primera reunión que organizó Rodolfo Iribas en el Episcopado, me invita a reuniones con los gremialistas. Yo he estado participando con los gremialistas en ese momento, yendo por ACDE, no a una presentación, sino a estar con ellos. O sea, empieza todo este proceso que después evidentemente a lo largo del tiempo fue mejorándose en términos de trabajo conjunto. Pero fue un primer paso y un reconocimiento a ACDE en temas de que no solo estaban los empresarios, sino que estaba la persona del empresario con visión de negocios, pero con visión humana que estaba incluida. Sin ninguna duda, la economía terminó más débil, la incertidumbre continuó, pero fueron elementos cruciales a lo largo del periodo que a mí me tocó ser presidente y que termina en el 2003, donde invitamos como orador principal al estratega español que ayudó a Adolfo Suárez en su primera presidencia luego de la entrega del poder del régimen franquista en España. 

 

JPSP: ¡Cuántas cosas José María, en esa época! ¿Y en qué se parece a la actualidad? 

 

JMS: Desde el punto de vista político es distinto, porque acá hay una transición más ordenada. Uno puede estar o no de acuerdo con lo que está pasando, pero en realidad ha sido un proceso de maduración en el cambio de las autoridades a través del proceso electoral y de todo lo que ha venido sucediendo a lo largo de los últimos 10-15 años. Pero desde un punto de vista económico no. Lamentablemente, continuamos con incertidumbres e inconvenientes y volver a aplicar viejas técnicas que no ayudan, a la vez, al contrario, nos aíslan. En esa parte quizás estamos peor en este momento, porque estamos más solos dado nuestra forma de manejar todo el aspecto empresarial y económico del país. En ese momento 2001 fue una debacle económica y la pobreza comenzó su aceleración. Pero lo que ha sucedido es que en los 20 años siguientes no mejoró. Entonces este aspecto no ha sido para nada de evolución, nada de lo que se planteó en el diálogo argentino, nada de eso. Lo del diálogo argentino tuvo una duración de discusión de aproximadamente 3-4 meses, luego de una intentona de aplicar y nunca se aplicó. O sea, ese acuerdo entre las distintas partes no funcionó. O sea, nuevamente caímos en esta separación entre partes que no ayudan. Pero debo comentar que del lado del punto de vista de ACDE estamos mejor, porque el tiempo y la experiencia nos ha ido haciendo conscientes de la importancia del trabajo conjunto de ACDE y el resto de los grupos empresarios. Una toma de conciencia de la responsabilidad con los stakeholders. En ese momento esa parte no se veía tan clara. Hoy en día está claro, no se trabaja solo, no se puede hacer las cosas que son necesarias aislados como dirigentes. Tenemos que trabajar en conjunto con el resto de la sociedad. Y en eso y en tu presidencia, Juan Pablo, quedó muy evidente ese trabajo de participación conjunta tan necesaria. No es que económicamente los empresarios tomemos decisiones solamente económicas, pero hoy en día está mucho más profundo el concepto de la responsabilidad que nos toca para con nuestras empresas y con el resto de la sociedad. Y la importancia que tiene eso para poder salir adelante, pero no solamente para poder salir adelante porque tenemos que resolver la coyuntura actual, sino para salir adelante como país con una estructura sostenible en el tiempo. Y eso es una diferencia importante. Me parece que ha ido sucediendo una madurez en determinados elementos que realmente son aquellos que nos van a permitir crecer cuando tomemos las responsabilidades que tenemos que tomar y jugarnos. Siempre pensando que tenemos que jugarnos por aquello que nosotros pregonamos. 

 

JPSP: ¿Cuáles fueron personalmente tus mayores aprendizajes en esos tres años que fuiste presidente? 

 

JMS: El mayor aprendizaje fue que no podés hacer las cosas solo. Y que es muy bueno poder desarrollar las distintas alternativas o soluciones que uno va buscando y contribuciones en conjunto con otros. Que pueden no coincidir en términos de la parte de aplicación, pero sí coinciden en términos de los conceptos básicos de valores, responsabilidades y responsabilidad para con las personas. Entonces, eso me parece que quedó muy claro que eso había que buscar el conjunto, había que buscar el trabajo en conjunto. Y ya digo, no solamente con aquellos con los cuales tenemos buena relación, sino con aquellos con los que no tenemos buena relación. Con aquellos que tenemos que poder debatir, que tenemos que poder hablar y encontrar esos acuerdos. Y trabajar juntos. Eso sí, tenemos que buscar la posibilidad de trabajo conjunto. Ahí sí es importante tomar posición. Decir: bueno, si encontramos algo para hacer, hagámoslo, pero trabajemos juntos. No importa de qué sector sos, de qué fuerza o pensamiento, pero hagamos. Soy un fanático de hacer las cosas. No solo me gusta, quizás es mi debilidad que quiero implementar y entonces estoy siempre buscando cómo llevarlo a cabo. Pero es que en realidad es así como se hacen los cambios. Si no intentamos aplicar todo aquello que decimos, siempre va a continuar siendo un comentario y nunca vas a saber si fue bueno o malo. Y segundo, nunca vas a poder generar el cambio que te dijiste que ibas a generar. Y hay una toma de conciencia de los empresarios. Sin ninguna duda, yo siento esa toma de conciencia. Hoy en día hablar de responsabilidad social empresaria en el buen sentido, de mancomunadamente esfuerzos para trabajar, no necesitas plantearlo. Es algo que ha evolucionado. En ese momento empezamos a hablar de responsabilidad social empresaria al concepto de búsqueda, del desarrollo de todas las distintas partes que lo componen la empresa y nos miraban diciendo ¿de qué estás hablando? ¿qué estás diciendo? 

 

Cuando solamente en ese momento, me puse a estudiar, ACDE en 1972 escribió el primer artículo sobre responsabilidad social empresaria. Y si quiero ir más profundo, la presentación de Enrique Shaw en Chile en el ‘59, con las palabras de Enrique, estaba hablando de responsabilidad social empresaria. Entonces esto no es nuevo para nosotros como ACDE, sino que ha evolucionado, ha ido cambiando a medida que han pasado los años. Entonces hoy en día se puede hablar, se puede comentar. Yo creo que hoy en día no solo es responsabilidad social empresaria, sino inclusión es parte importante del desarrollo también de la sociedad. Y nosotros estamos en la sociedad, no podemos estar ajenos a nosotros.

 

Y esto es, para mí, un elemento clave y esto ha sido de evolución. Para mí esto ha sido un elemento muy importante y muy de desarrollo. Y lo ves incluso en las presentaciones de los más jóvenes. Esto lo empiezan a tener muy, muy, muy metido dentro de su día a día, quizás hasta con más fuerza que nosotros. 

 

JPSP: Recordando esos años, estás hablando de implementar, de llevar a cabo las ideas. ¿Cuáles fueron esos socios colaboradores que te acompañaron durante esos años y que estuvieron con vos en todos esos desafíos? ¿Recordás alguno de ellos? ¿Cómo trabajaban entre ustedes? ¿Cuál era la dinámica del trabajo? 

 

JMS: Mirá, dentro del punto de vista de ACDE teníamos el consejo. El consejo era de un nivel extraordinario en ese momento. Y de gran interés por la situación en la que estábamos, de buscar una solución. Hacer nombres a veces es complejo. Yo pongo algunos de la mesa chica que colaboraron conmigo.  Voy a dar algunos ejemplos, pero no son los únicos. Algo que sí destacó siempre, y no me canso de comentarlo, dentro de ACDE hay dos elementos importantísimos. Primero los past-presidents. No hubo momento, y como he comentado momentos difíciles tuvimos, no hubo momento en el cual pedí reunirme con los past presidents a solas o en conjunto para buscar cómo transitar esas etapas en la cual no estuvieran todos dispuestos en el momento que hiciera falta y cuando yo los llamara. Esa demostración de compromiso, demostración de interés la destaco siempre porque al estar como presidente, algo comentaste vos Juan Pablo, estás como presidente, todo el mundo puede dar su opinión, pero al fin y al cabo tenés que tomar una decisión. Y saber que tenés ese apoyo en los past-presidents que vivieron etapas anteriores y su propia experiencia es algo clave. Yo lo sentí como un gran, gran aliado. Y luego personas que habían participado en distintas actividades, siempre de nuevo, cuando se pedía estaban todos participando. Puedo dar algunos nombres para nombrar, pero no me quiero olvidar de nadie. Y esto es lo que me preocuparía que alguien pensara y se sienta mal porque a lo mejor uno no lo nombra. Pero la verdad ha colaborado todos. Quiero destacar una actividad importantísima conmigo de Luis Riva y Luis M. Bameule por todo lo que fue UNIAPAC Internacional. Ellos fueron presidentes de UNIAPAC Latinoamérica y fueron los que me apoyaron en todo eso. O sea, ACDE cumplió 50 años en medio de todo eso, y el Congreso Mundial fue la misma época. Y el Congreso Mundial, como comenté, estaba en medio de la peor crisis hasta ese momento del país desde el punto de vista social. Y ellos estaban ahí, estaban allí y no se bajaron en ningún momento. Una ayuda importantísima que la dije muy al pasar, el hecho de poder reunirnos a través de la comunicación del documento de la visión de país fue con grupos de empresarios con los cuales no teníamos muchos contactos. Que eran las otras iglesias que tenían grupos de empresarios Pymes. Hoy en día sí forman parte de una reunión, en ese momento no. Y el que manejó y me hizo todos los contactos fue Billy Murchison. Yo me sentí muy ayudado por él porque era el que me dirigía en esta parte que tradicionalmente no era contacto de ACDE. Estábamos saliendo hacia afuera de nuestro entorno tradicional. 

 

Y un elemento que debo destacar fue el gran apoyo de ACDE Joven. En ACDE Joven, bueno, tuve tres presidentes, es uno por año, así que tres presidentes, pero estaban apoyando, formaban parte del consejo, yo los incluía en el consejo y en la mesa semanal estaban presentes. Estaban siguiendo el día a día qué estaba pasando, estaban sintiendo el pulso de lo que estaba sucediendo. Pero apoyaban todo y decían lo que tenían que decir desde su punto de vista. Vos entraste Juan Pablo, hacía poco que habías entrado en ACDE. Yo sentía que ellos también estaban intentando colaborar para pasar todo ese momento. Y fueron parte importante. De nuevo, los nombres no los voy a dar porque no quiero olvidarme, pero los que estuvieron conmigo lo saben bien porque es gente con la cual me encuentro seguido y hoy en día tienen posiciones destacadas dentro de ACDE. Todos han contribuido. Y la verdad que me sentí muy acompañado, siempre, en todo momento. Nunca estuve solo. 

 

JPSP: ¿Qué recordás de nuestro asesor doctrinal y de tu director ejecutivo en ese momento que te acompañaron? 

 

JMS: Ahí puede que hasta me emocione un poco. Rafi fue un elemento distintivo. Fue un elemento distintivo. Yo no hacía nada sin hablar con él, bueno o malo, no importa. Y me enseñó muchísimo. Quizás hasta me enseñó a ser sensible a los aspectos humanos en la empresa como nunca había tenido. Fue un cambio importante en mi forma de ver los distintos temas. Fuera de aprender que había un cura que sabía de marketing más que yo, que sabía de producción igual o más. Entonces yo podía hablar el idioma tranquilo de empresario porque me entendía perfectamente. Y eso quizás ayudó muchísimo a que pudiera entender la pata más débil mía, que era la parte social. Siempre había sido empresario en distintas actividades, muy ligado a la parte financiera. Entonces uno está fuera de todo eso que está sucediendo. Pero él me ayudó muchísimo y no solo en ACDE, sino que después participamos en otras organizaciones que realmente fueron de un valor que hoy en día siguen existiendo. Así que yo le agradezco todo. Ni hablar, me meto en otro tema, ni hablar cuando me invitan a ser presidente de UNIAPAC, o sea le digo rápido qué hago con esto…y fueron diez años después, o sea, no estoy hablando del día siguiente. Y él estaba allí, te daba su punto de vista, pero siempre apoyando la dirección que tomamos. Y el director ejecutivo era Alejandro Tonellier. Alejandro tenía tres meses de director ejecutivo cuando yo empecé. O sea que, éramos nuevos para nuestra función, los dos estrenando posición. Tenía una ventaja: con Alejandro nos conocíamos de la facultad, habíamos compartido algunas materias en Ingeniería. Así que habían pasado unos cuantos años, pero nos conocíamos, sabíamos quiénes éramos. Y Alejandro estuvo al lado también, porque imagínense que para poder estar siguiendo todas estas actividades y todo lo que estaba sucediendo al mismo tiempo. Yo necesitaba un apoyo en el día a día en ACDE, o sea, cómo esto se trasladaba a acciones en ACDE, las acciones de ACDE, las reuniones, todo eso. Y tuve la suerte de poder delegar muchísimo en él, porque a su vez voy a entrar en algo un poquito distinto. Yo en ese momento era el director ejecutivo de un banco. Y un pequeño detalle fue que en el año 2000-2001 el sistema financiero quebró. Entonces, aparte de lo que estaba sucediendo que comenté en general, mi trabajo estaba con una gran demanda. Yo debía tener ese soporte y ahí estaba Alejandro y voy a mencionarlo, Adolfo Ablático como vicepresidente. Tenía yo obligación de delegar porque si no, no se podía avanzar, no se podía hacer lo que teníamos que hacer. Rodolfo Iribas me manejaba la comunicación, también tenía que delegar en él y fue un enorme soporte. Entonces tengo el mejor de los recuerdos de todos, sigo siendo amigo de todos, y en el caso de Rafi, el soporte más importante que tuve. 

JPSP: Para vos en lo personal, ¿cuál fue tu mayor lección o qué es lo que a vos te quedó como saldo de estos meses, de este periodo tan intenso? ¿Y cuál crees vos que fue la lección o que fue el saldo de aprendizaje para ACDE como institución en un periodo, de vuelta, quizás el más crítico de nuestro país en muchísimos años? 

JMS: A nivel personal fue darnos cuenta de que no podíamos resolver todo solos. Debíamos tener relación con distintas organizaciones. La Iglesia por empezar: la primera reunión que tuve con Bergoglio en marzo, abril del 2000, al mes de ser presidente, para ver la situación. En ese momento era una situación difícil con el Fondo Monetario, tener que explicarle a Bergoglio qué era el Fondo Monetario, o sea, todos hablaban mal y entonces explicarle qué significaba, en qué andaba. O sea, había que estar acompañando a todos los sectores para poder aunar los esfuerzos y trabajar en conjunto. Esto lo aprendí porque sabía que solo no lo íbamos a poder hacer. Éramos 800 personas en ACDE, pero no llegábamos a todos los sectores. Aprendí que también hay que tener humildad en la relación con los demás y aprender de los demás, escuchar que es lo que tienen que decir. Y poder llegar a evoluciones en conjunto. No todos somos los sabedores de la verdad. La verdad puede ser que la tengamos, pero tenemos que sumarla a distintos puntos de vista. Desde el punto de vista de ACDE y fue un proceso muy parecido porque acuérdense que después a los pocos años también se vuelve a hacer un primer congreso anual. Yo estaba como presidente del congreso, pero fue la época de la presidencia de Alejandro Preusche donde se empezó a trabajar sobre el desarrollo sectorial empresario de todo el país con todos los sectores y con grupos con los cuales no habíamos tenido relación anterior. Lo hicimos en Pilar. Pero fue en el año 2004-2005. Era necesario poder trabajar en conjunto. Comienza allí una evolución distinta a lo que tradicionalmente se hacía. Primero, ACDE se abrió afuera solamente del claustro de ACDE. ACDE empezó a participar hacia afuera a través de la reunión del diálogo argentino, a través de todo lo que estábamos haciendo, empezó a tener más relación con el resto de la comunidad. 

Tristán Rodríguez Loredo: Pensando para el futuro, ¿cuál es tu sueño con respecto a ACDE? ¿Qué esperas que ocurra, pensando en ACDE? 

JMS: Soy un convencido de que ACDE tiene un poder de contribución y de llegada importantísimo, que hoy en día como dije se facilita porque no solamente la gente de ACDE entiende el tema responsabilidad de la empresa. Entonces es mucho más fácil plantear. Antes estábamos medio solos. Hoy en día está mucho más abierto. Y yo creo que hay un rol importantísimo, que es seguir comunicando que el camino viene por la solución a las necesidades que tienen los empresarios, a las necesidades que tiene la sociedad, a través de encontrar los puntos comunes, aunque sean distintas formas de aplicarse, pero que tienen los puntos comunes que son sostenibles en el tiempo. No puede ser que vayan cambiando por el humor del momento. No podemos dejar de ser. Y ACDE es importante en eso. Por eso hice el comentario, que a lo mejor no lo había hecho antes, desde el año ‘72, el primer documento que aparece en la revista interna de ACDE sobre la responsabilidad social empresaria, de que era eso que planteaba. Y es en el tiempo, se sostiene en eso. Y lo mismo yo creo que tenemos que seguir haciendo, tenemos un rol muy importante. Pero estamos llegando a un paso adelante. ¿Y saben qué? Si Dios quiere vamos a tener la ayuda de Enrique. Eso es distintivo, no sólo para nosotros, sino para cualquier otra organización mundial de empresarios. Tuve la suerte de poder hablar en los Estados Unidos sobre Enrique, de hablar en Europa en varias reuniones sobre Enrique, ir preparando este proceso que hoy en día estamos viviendo, en el cual me sentía orgulloso de poder plantear su punto de vista. Y lo más importante creo es que vamos a poder mostrar al mundo que el ser empresario es de una riqueza espiritual impresionante. 

JPSP: José María, muchísimas gracias por este tiempo, por acompañarnos a ir a esos años tan desafiantes que tuvimos como país y sobre todo también en el ámbito empresario, económico y de desarrollo. Y bueno, muchas gracias por traernos esas anécdotas, esos detalles, esos nombres, esos momentos. La verdad que fue muy rico. Así que bueno, te queremos agradecer mucho con Tristán. 

JMS: Dale, muchas gracias a ustedes. 

TRL: Muchas gracias, José María. Un gran gusto.

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