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La Jornada del ejemplo

Jóvenes de todo el mundo se concentran en Lisboa por la Jornada Mundial de la Juventud 2023
Escrito por Bruno Bobone
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Qué gran momento estamos viviendo en Portugal. 

La Jornada Mundial de la Juventud es una manifestación extraordinaria de jóvenes que se reúnen para celebrar el cristianismo, la Iglesia católica y encontrarse con el Papa.

Una juventud que viene de todas partes del mundo no para asistir a un evento musical, a un acontecimiento deportivo o a una experiencia desconocida y en boga que la moda decide que es esencial para ser considerada por sus pares.

Más bien, vienen a afirmar sus convicciones, su fe y su dedicación a las enseñanzas de Jesús.

Todo esto ocurre en un país que en el último censo se declaraba católico en un 80%, y que está a punto de asistir a una manifestación de la modernidad del mensaje de Cristo después de dos milenios.

Es una gran oportunidad para reforzar la fe de un pueblo que mantiene su creencia en los valores de la persona humana.

Un pueblo que se preocupa por la vida, la vida de los más débiles y desfavorecidos. Un pueblo que cree en la responsabilidad, la verdad y la justicia.

Pero también un pueblo que cree que la tolerancia es un valor fundamental de la vida.

Y es esa misma tolerancia la que les hace aceptar las diferentes voluntades y todos los errores de quienes les gobiernan y de quienes les guían.

Errores que les entristecen, pero que no les permiten prohibir a los demás que también tengan sus convicciones y que procedan de forma diferente.

Un pueblo que está dispuesto a sufrir para defender la convicción de que los demás también deben ser respetados.

Es este pueblo católico el que merece esta manifestación para fortalecer su creencia y alimentar su fe, para que pueda seguir siendo un ejemplo de lo que debe ser la humanidad.

Y por todo ello, este pueblo también debe darse cuenta de que es realmente un pueblo al que hay que copiar, al que hay que seguir y mostrar al mundo lo que tiene de valioso.

La maravillosa humildad de aceptar a los demás como iguales debe ser la fuerza de saber que somos el ejemplo que hay que seguir.

No podemos seguir asumiendo que esta capacidad de dar a los demás su espacio y su tiempo es una debilidad, sino que es una enorme fortaleza de quienes no tienen miedo a aceptar sin imponer.

Que tienen el valor de no condicionar el comportamiento de los demás a su propia comodidad y que siempre están dispuestos a acomodar la diferencia por el bien mayor de la paz y la felicidad.

Vienen de todo el mundo a visitarnos y todos llegan con la certeza de que será un éxito por la educación y la actitud de los portugueses.

Pero sabemos que esa educación proviene de nuestro amor al prójimo, de nuestra admiración por el género humano, de nuestra veneración por la vida de los demás y de nuestra pasión por el maravilloso mensaje de Cristo, que ha hecho de este Portugal nuestro un pueblo católico y creyente, que perdona a los demás y los acoge como el amor de un hermano.

Qué mayor suerte podríamos tener que recibir en este país la confirmación de esta fe que se vive en todo el mundo y experimentar en Portugal la vivencia de una multitud inmensa de jóvenes de todos los continentes que vienen a afirmar que el pueblo de Portugal tiene razón, que el pueblo de este país es un ejemplo y que es en Dios donde ponemos nuestro destino.

El Papa está en Portugal para animar a estos jóvenes, pero es Portugal quien está en el mundo para, con su ejemplo, llevar al mundo a ser mejor.

Sobre el autor

Bruno Bobone

Presidente de UNIAPAC. Empresario portugués, presidente de Pinto Basto, una empresa familiar con 250 años de historia, del sector del transporte, la logística y el comercio como agencia marítima.

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