Charly García, uno de los más grandes músicos contemporáneos del rock argentino, acaba de lanzar su nuevo disco llamado “La lógica del Escorpión”. Probablemente sea uno de sus últimos trabajos, dado su deterioro físico.
En el track 12, relata la fábula de la rana y el escorpión, que algunos atribuyen a Esopo, de la siguiente manera.
“Ahora voy a hablarles de un escorpión
Este escorpión quería pasar el río
Y le pidió a la rana que lo llevara
(¡No!), dijo la rana
(Si te dejo que te subas a mi espalda, puedes picarme)
(Y la picadura de un escorpión es mortal)
(Vaya), replicó el escorpión
(¿Dónde está la lógica de tus palabras?)
(Los escorpiones siempre tratan de ser lógicos)
(Si yo te pico, tú mueres y yo me ahogaré)
Al oír estas palabras, la rana quedó convencida
Y permitió que еl escorpión se subiera еncima de ella
Pero cuando estaban en medio del río, sintió un dolor terrible
Y se dio cuenta
Pese a todo, el escorpión la había picado
(¡Lógica!), gritó la rana moribunda cuando comenzó a hundirse
Arrastrando al escorpión bajo las aguas
(¡No hay lógica en esto!)
(Lo sé), respondió el escorpión
(Pero no he podido evitarlo, es mi carácter)
Bebamos por el carácter”
La revista Rolling Stone le preguntó a Charly García por qué había elegido esta fábula para conceptualizar su último disco, a lo que respondió: «porque los escorpiones no tienen lógica y prefieren suicidarse antes que los maten. La rana, en cambio, tiene lógica, aunque en esta ocasión no le sirvió mucho».
«La fábula habla del instinto, ¿qué es el instinto para vos?», le preguntaron. «Tirarme de un noveno piso para evitar ir a la cárcel». El periodista respondió: «¿Y por qué crees que es tan importante para un artista?». Y Charly contestó: «Porque no tiene contraindicaciones, ni por un instante tropieza con el plan B».
El 3 de marzo de 2000, Charly saltó desde el noveno piso de la terraza del hotel Aconcagua a la pileta semi llena, actuando como un escorpión consigo mismo, de forma irracional y nihilista, al poner en riesgo su vida y sin un “Plan B”.
El escorpión de la fábula es un ser sin esperanza que, en medio de la travesía, decide quitarse la vida en lugar de disfrutar del viaje y agradecer el gesto noble de la rana. Su vida es un sinsentido trágico que nos habla de un mundo desesperanzado, encerrado en su propia noche y en un vacío existencial, incapaz de encontrar la luz en la oscuridad.
Creer en la lógica del escorpión nos lleva a un callejón sin salida, nos conduce a la lógica del tango Cambalache en el que “… el mundo fue y será una porquería …”, que la vida es trágica y todo terminará mal.
¿Será una metáfora de muchas cosas que ocurren en el mundo actual?
¿Señala nuestra incapacidad de encontrar salidas a la “lógica” que nos plantea el escorpión?
Veo ranas en las balsas que cruzan abarrotadas de personas de África a Europa huyendo de la pobreza en busca de una vida mejor, que en muchos casos terminaron hundidas en el fondo del mar. Confiaron en la travesía, pero las crueles condiciones en las que viajaron (los escorpiones), fruto de la codicia y sin sentido de esos viajes, los llevaron a la muerte.
Veo ranas “… entre los pobres más abandonados y maltratados, …[de] nuestra oprimida y devastada tierra, que gime y sufre dolores de parto (Rm 8,22). Olvidamos que nosotros mismos somos tierra (cf. Gn 2,7). Nuestro propio cuerpo está constituido por los elementos del planeta, su aire es el que nos da el aliento y su agua nos vivifica y restaura.”[1]
Un informe del BBVA del mes de septiembre de 2024 señala que “Según Naciones Unidas, de las 8.300 razas de animales conocidas, el 8% están extintas y el 22% está en peligro de extinción. Unas cifras que sitúan al planeta al borde de lo que algunos científicos han denominado como la sexta gran extinción.
En la actualidad, el cambio climático es la causa directa de la desaparición de la biodiversidad (que desde 1.970 ha registrado una disminución del 69% de las poblaciones de aves, mamíferos, peces, reptiles y anfibios. A esto se une los cambios en el uso de la tierra y el mar; la explotación directa de organismos; la contaminación y las especies exóticas invasoras, como recoge el último informe de la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES)”[2]
Pareciera que nada ni nadie puede detener esta tendencia hacia el abismo.
Nuestra sociedad tiene, al igual Charly García, comportamientos agresivos, irracionales y destructivos, sin un plan B.
Pero ¿es posible transformar la actitud del escorpión o estamos encerrados en una lógica de la cual no podemos salir? ¿Es posible modificar la agresión en una capacidad de amarnos?
Charly García no vio que la lógica no es matar o morir, sino vivir y buscar un sentido a lo que hacemos y encontrar nuevas posibilidades, allí donde aparentemente no existen.
La rana creyó que el escorpión podía cambiar y le dio una oportunidad. Sabía que el escorpión picaba mortalmente, pero a pesar de ello, le dio crédito a su palabra. Aceptó ser un cordero en medio de lobos. Creyó en el cambio y que el escorpión que llevamos dentro podía transformarse.
Quizás el escorpión creyó que podía honrar su palabra, pero no supo cómo arraigarla en terreno fértil, al igual que la semilla que cayó entre espinas, de la que nos habla el Evangelio en la parábola del sembrador.
A pesar de tanto odio, injusticias, guerras y desastres ecológicos, sigo creyendo y apostando por las ranas que buscan cruzar escorpiones a la otra orilla.
Pienso en los “Mandelas”[3] que perdonan discriminaciones y abusos raciales; o en los “Oderigos”[4] que, a través de organizaciones como los Espartanos, rescatan de la noche oscura a presos olvidados en las cárceles, brindándoles segundas oportunidades; o aquellas personas que luchan por sacar a las ranas picadas por los escorpiones de la droga.
¿Cómo nos comportamos en nuestro trabajo? ¿Somos ranas o escorpiones?
¿Qué lógica predomina en nuestra empresa, la de la rana o la del escorpión?
¿Qué clase de empresas estamos construyendo?
¿Será una empresa capaz que tome en cuenta la contaminación que muchas veces producen en la elaboración de productos y servicios?
¿Perseguimos el lucro sin límites ni medida y a cualquier costo?
¿Creemos en los otros, otorgándoles nuestra confianza para que entre todos alcancemos la otra orilla?
¿Somos capaces de cruzar escorpiones asumiendo el riesgo que conlleva?
[1] Francisco, “Laudato si”, 2
[2]https://www.google.com/url?sa=t&source=web&rct=j&opi=89978449&url=https://www.bbva.com/es/sostenibilidad/12-animales-en-peligro-de extincion/&ved=2ahUKEwigqqnEz82JAxVjLrkGHc59AacQFnoECDoQAQ&usg=AOvVaw2GGatVPwzICZpD0kbsplc0.
[3] Nelson Mandela fue un abogado, activista contra el apartheid, político y filántropo sudafricano que presidió el gobierno de su país de 1994 a 1999. Fue el primer mandatario de raza negra que encabezó el poder ejecutivo, y el primero en resultar elegido por sufragio universal en su país.
[4] Eduardo Oderigo es un abogado que fundó Los Espartanos, un club de rugby que busca reinsertar a los presos a la sociedad gracias al deporte.