Valores

El Everest está vivo. ¿Y nosotros?

Escrito por Carlos Barrio
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… yo les aseguro que si alguien dice a esta montaña:

<Retírate de ahí y arrójate al mar>, sin vacilar en su interior,

sino creyendo que sucederá lo que dice, lo conseguirá.”

Mc. 11, 23

Pareciera que nuestra fe es capaz de mover montañas, como nos dice Jesús en el Evangelio de san Marcos.  ¿Será que hoy en día hay gente entre nosotros, que tiene tanta fe que está moviendo montañas y no nos dimos cuenta? El Everest, la montaña más alta del mundo con 8849 metros de altura sobre el nivel del mar, está vivo: ¡sigue elevándose cada año!(1)

Increíble, pero cierto, pareciera que aún no terminó su adolescencia y continúa en etapa de crecimiento (). Pero ¿qué es lo que ha provocado que el Everest crezca cada año?

Una investigación publicada en la revista Nature Geoscience señala que existe un río, asimilado hace tiempo por otra vía fluvial cercana, que tiene mucho que ver con este crecimiento. Dice Sergio Parra que “Hace unos 40 a 50 millones de años, la colisión entre las placas tectónicas de la India y Eurasia levantó la cordillera del Himalaya, con el Everest coronando sus picos. La ciencia ha documentado que esta colisión sigue elevando la región, pero nuevos datos han arrojado luz sobre un impulso inesperado. Según las mediciones actuales, el Everest está creciendo a un ritmo de 2 milímetros por año, el doble de lo que se había previsto. 

Hace aproximadamente 89.000 años, el río Kosi, en la región del Himalaya, “robó” parte del caudal de un afluente cercano, el río Arun. Este cambio drástico en el curso de las aguas desató una serie de eventos geológicos que alteraron el paisaje de manera significativa. 

Según los investigadores, esta captura fluvial aumentó la capacidad erosiva del río Kosi, desgastando las rocas del valle que se extiende bajo el Everest. Al mismo tiempo, este desgaste provocó lo que se conoce como “reajuste isostático”, una respuesta natural de la corteza terrestre para equilibrar la pérdida de masa en la superficie, lo que elevó picos como el Everest, el Lhotse y el Makalu hasta 50 metros más de lo que originalmente se pensaba.

A medida que el sistema fluvial erosionaba las rocas, las cumbres circundantes ascendían debido al rebote elástico de la corteza terrestre. Esta interacción entre la erosión y el levantamiento de picos se ha documentado en otras regiones del mundo, como los Alpes, la Antártida y la meseta de Colorado, pero su impacto en el Himalaya es ahora más evidente.”(2)

¡Cuántas veces no observamos cómo ciertos procesos que parecen estáticos e imperceptibles afectan el desarrollo de las empresas! 

Basta recordar a la empresa Kodak que creyó que siempre se iban a utilizar rollos de fotos, o Blockbuster, que ofrecía el alquiler de películas en sus locales.

Lo cierto es que aquello que nos parece inmóvil, fijo y permanente, no lo es. Y tenemos que estar atentos a estos cambios, muchas veces sutiles e imperceptible, que habíamos ignorado por desenvolverse en forma silenciosa.

¡Cuántas veces tener la mirada centrada sólo en lo que ocurre en la superficie, en la cúpula, ha impedido ver efectos que se estaban gestando en las bases! 

¡La mirada sesgada y reduccionista de la realidad, centrada solamente en los resultados económicos, ha llevado a no tomar en cuenta otros factores menos visibles, que pueden afectar significativamente a las empresas! 

¿Qué modelo de liderazgo empresario es aquel que no tiene consciencia de sus bases y sólo se concentra en su cúpula? ¿Qué modelo de hombre representa?

El Papa Francisco nos llama a ir a las periferias, a salir de nuestro centro y zonas de confort para embarrarnos y tener “olor a oveja”.(3)

Aún hoy en nuestros días, existen empresas que tienen una visión marcadamente verticalista del mundo y la autoridad, en la que entienden que el liderazgo debe ser ejercido solamente por aquel que está en la cumbre, mientras que el resto debe seguir a rajatablas sus indicaciones, sin que deban ser escuchados o tomados en consideración, ignorando realizan. Como si la autoridad (y la verdad) surgieran sólo desde arriba. 

Es el modelo monárquico de autoridad, que creía que el sustento del rey se basaba en la voluntad divina. De igual forma muchas empresas tienen un lenguaje militar que nos habla de la cultura implícita que las impregna.

También la Iglesia asumió ese modelo, con todas las consecuencias de atraso y rigidez que implica. Es el llamado modelo constantiniano, que unió la Iglesia estrechamente al Estado. Nos dice Kentenich que “el derecho estatal fue aplicado y orientado a la Iglesia. Mejor dicho, la Iglesia se orientó por él. Por eso, durante siglos, el concepto de obediencia y de autoridad estuvo marcado por esta realidad. Incluso podemos decir … que desde entonces se ha practicado básicamente en la Iglesia un estilo de obediencia militar.”(4)

Estos modelos fijos y verticalistas hacen un reduccionismo de la realidad, por entender que ésta es fija y siempre la misma. Sostendrían que el Everest es una montaña rígida e inamovible.

Pero la noticia de la vida interna del Everest es una enseñanza para todos. Nos muestra que la realidad no es inmóvil. ¡Todo está vivo y es cambiante!

Es una luz en el camino la propuesta de un liderazgo creador de vida que nos propone José Kentenich en estos términos:

“… consiste en mantener un vivo contacto. Un contacto vital … la vida que poseo y que brota de mí quiere ser traspasada al otro. 

Pero no sólo yo salgo al encuentro de la persona que tengo ante mí, sino que ella también sale a mi encuentro. Yo despierto vida, vida que es original, y yo asumo esa vida en mi propia persona. 

Por lo tanto, no sólo soy yo quien engendro. El que está ante mí también realiza un acto creador … el que está ante mí también ejerce la acción de engendrar vida respecto a mi persona, tal como yo frente a él, e incluso tal vez en forma mucho más vigorosa que yo. 

Si no asumo la corriente de vida que brota del otro, si no la incorporo en mi corriente de vida, no se logra generar una fuerza creadora, no se produce la acción de engendrar. La persona que está ante mí es un ser espiritual vivo, y éste no sólo se deja formar por otro: a su vez también quiere actuar creadoramente … no consiste únicamente en actuar engendrando sino también en ser formado uno mismo por esa acción de engendrar … Este proceso llega a establecer una profunda y real comunidad de vida.”(5)

La mirada de Kentenich nos habla de la importancia de comprender la realidad de manera orgánica, asumiendo la vitalidad e influencia de todos los elementos entre sí. Yo quiero salir al encuentro del otro, pero el otro también quiere salir al mío y transmitirme su verdad y su vida. Por lo tanto, el acto creador no sólo es mío, sino también del otro, que quiere engendrar vida en mí, sin importar los lugares jerárquicos de cada uno en la organización.

Para que pueda darse este intercambio es necesario generar un clima de apertura y confianza, que permita la fluidez entre todos los miembros. El líder en este modelo será aquel que sepa escuchar e integrar todas las voces, para que surja una comunidad creadora de vida.

Así llegaremos a descubrir los ríos Kosi del “mundo himalayo” que nos habitan, para incorporarlos al caudal de afluentes y podamos beber “… gratuitamente de la fuente del agua de la vida.”(6)

Referencias

  1.  Conf. Artículo de Robert George Andrew, publicado en el New York Times el 5 de octubre de 2024.
  2.  Conf. National Geographic -España- del 4 de octubre de 2024
  3.  Conf. Papa Francisco, Exhortación Apostólica “Evangelii Gaudium”, punto 19 y 24
  4.  José Kentenich. “Desafíos de nuestro tiempo”. Ed. Patris (1985), pá. 40.
  5. José Kentenich. “Desafíos de nuestro tiempo”. Editorial Patris (1985), págs. 43 y 44.

Sobre el autor

Carlos Barrio

Abogado (UBA) con una extensa carrera en el sector legal de multinacionales. Coach Profesional (Certificación internacional en el Instituto de Estudios Integrales). Posee posgrados en Harvard y UBA.

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3 comentarios

  • Excelente artículo Carlos. Hablás de empresas que no rompen con el status quo del siglo XX y siguen con obsoletas estructuras piramildales ignorando, como muy bien esplicás,los ríos Kosi de nuestras interiores placas tectónicas. Mil Gracias y bendiciones

  • Suárez nos muestra que la soberanía del rey emana del pueblo y de la justicia con la que el rey gobierna: “serás rey si eres justo…”.

    Cuando el poder público adopta la religión católica (Constantino) comienza una etapa en la vida de la iglesia y del mundo de mucho aprendizaje.

    ¿Cuál es el modelo ideal? El anterior de la iglesia primitiva o el de “iglesia oficial”. Creo que nos toca vivir otra etapa en la que ni la iglesia ni occidente serán líderes políticos a nivel mundial.

    El diálogo y el encuentro se revalorizan sin perder de vista nuestros valores fundamentales.

    En cuanto al liderazgo empresario, como en la familia o en cualquier institución, es necesario tener en cuenta al otro y a los principios, con flexibilidad: siempre habrá alguien que tenga el timón y la decisión final. Liderar no es fácil ni es para quiénes no toman decisiones responsables. En tiempos de mar calma todo parece fácil pero en tiempos de tempestad muchas veces no hay lugar para las deliberaciones y sí para la confianza en aquél que lleva el timón.

  • Muy original el paralelismo con la geología y geomorfología del Himalaya y sus ríos.
    Lo importante es que se sepa escuchar todas las voces para que surja esa nueva comunidad