ACDE Hoy Textos originales de Enrique Shaw

Juventud, vocación y proyectos de vida

Enrique Shaw y su familia.
Escrito por Enrique Shaw
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(Compilado por Sara Shaw de Critto y Sara Critto de Eiras)

 El cristiano y la vocación

Es importante reflexionar, el mundo tiene un significado. 

Pensar que hay una vocación.

Especialmente, si somos cristianos hay que considerar la acción temporal de servir a los hermanos en cuerpo y alma.

La gran vocación es a la fe, a ser cristianos, amar a Dios y al prójimo. Es un llamado que se inicia en el bautismo e invita a ser perfectos. 

Estamos llamados a ser perfectos en lo sobrenatural, en lo natural y temporal. Es grandiosa la vocación cristiana.  

Vocación viene etimológicamente de «vox », o sea llamado. 

Es un llamado de Dios a cada una de sus creaturas para incitarlos a hacer algo por Él.  

Es el comienzo de un diálogo y un compromiso.

Vocación es realizarnos, cada uno tiene un puesto que ocupar. Si no lo hacemos, no sólo no seremos felices, sino que el mundo será un poquito menos bueno. Debemos consagrarnos a nuestra vocación. 

¿Cómo se puede saber cuál es la vocación?

Tener en cuenta:

– Naturaleza y aptitudes. Se puede hacer más de un bien.

– Circunstancias y oportunidades.

Por su naturaleza y por las necesidades básicas, cada persona necesita bienes materiales. 

Por lo espiritual, la persona no es solamente cuerpo, es también espíritu: no sólo de pan vive el hombre.

Es importante la función de los padres para ayudar a los hijos a determinar la propia vocación.

Remarcar dos aspectos claves:

Vocación divina: subrayar que somos seres que marchamos hacia un fin último que es Dios.

Hay que facilitar la unión con Dios. Actitud: donación.

Vocación Social: Las personas son seres sociables, no están aisladas.

Reformar estructuras económicas y favorecer el progreso de la cultura. Hacer un bien, aportar al bien común con la actitud basada en la caridad.

Esto es clave para un futuro éxito. Es algo social, no estamos aislados.

Si viene de Dios, hay que amar la vocación, en esto hay diferencias entre trabajo cristiano y el trabajo sin sentido religioso.

La perfección es la realización de mi vocación, el modo de vivirla. Por consiguiente, en todas las situaciones, por ejemplo, vivir mi vida matrimonial y vivir mi vida cristiana es lo mismo.

Dios no creó a nadie en vano. Todos estamos llamados a una finalidad. La felicidad temporal y eterna consiste en ser fiel a la voluntad de Dios. 

Es necesario saber los principios generales sobre vocación y las cuestiones prácticas.

Hay cuestiones importantes que considerar: conseguir trabajo, crear emprendimientos o trabajar en la industria, el casamiento y una futura familia.

La vocación alegre entusiasma mucho más.

Los chicos necesitan admirar y jugar, luego juegan a lo que representan, lo que admiran. Destacan una cualidad, el arrojo, los esfuerzos de los deportistas o de héroes estilo Tarzán.

¡Admirar a Jesús! Esto inspira y moviliza. 

Saber elegir

Al iniciar el camino de una vocación se comienza a elegir.

Aprobar lo bueno, la verdad, aceptar lo bueno, apreciar la belleza. 

Cada gesto de nuestro Jesús ha inspirado una obra de arte. 

Jesús no tenía tensiones. Dominaba la situación: los propios enemigos lo reconocían.

La vocación es realizarnos con los dones que hemos recibido.

Pensar en la parábola de los talentos, a cada uno se le pide según su capacidad. 

Hay diferencias en las aptitudes, en las circunstancias. 

Es un error pensar que la vocación cristiana reprime la vocación humana; al contrario: completa, exalta y perfecciona los dones que Cristo nos ha dado y El mismo nos invita a llevar a su máxima expresión.

Ser fieles a esos dones, siendo plenamente nosotros mismos. Es una dicha inmensa conocer nuestra vocación y seguirla.            

Posibles planteos:

Señor, quisiera seguirte, veo que es muy lindo, que me gusta. ¿Pero qué debo sacrificar?

Señor, quiero seguirte, pero a condición de que no me pidas esto, no me pidas aquello.

Señor, quisiera darte algo, pero antes de embarcarme en la aventura quisiera estar seguro de adónde voy.

Jesús no quiere comerciantes; puede ser que me pida todo, puede ser que no me pida nada, lo que sí me pide es que esté listo a todo.

Dios nos garantiza la máxima felicidad en el Cielo, donde usaremos al máximo todas las condiciones que Él nos ha dado. Pero también quiere que seamos felices aquí en la tierra, en el mayor grado posible a nuestra naturaleza humana. 

Es felicidad relativa pero real.

Buscar la felicidad donde está, no donde la prometen, pero no está.

Buscarla en el cumplimiento sincero, sin trampas en el cumplimiento generoso de la vocación cristina de ser personas.

Siendo personas:

. Por poseer una visión propia, fruto de la reflexión, de todo lo que afecta a la evolución de la sociedad humana

. Por la conciencia del fin humano, directo o indirecto, de toda la actividad

. Por su voluntad de asumir responsabilidad

. Por estar abiertos a todo lo humano y a todas las personas

. Para que algún día puedan realmente -no digo merecer, porque uno nunca lo puede merecer- sino alcanzar la felicidad, que sólo los seres humanos pueden alcanzar, de estar para siempre unidos a Jesús, verdadero Dios y verdadero Hombre.

Elegir con libertad

La libertad está basada en el conocimiento de lo bueno y de la belleza. Un verdadero amor a lo bueno y una admiración de la belleza. 

Es la libertad de no estar con esposas encadenadas en las manos y que impiden movilizarse hacia una personalidad cristiana.

A todos nos pasa que, por debilidad estamos lejos de nuestros ideales.

Elegir cuidadosamente el camino.

Ampliar la libertad. La persona libre es la que está en armonía con su verdadero yo.

Ser libre no significa tener el poder para hacer lo que uno quiere sino tener la posibilidad de hacer lo que se considera correcto.

Hay que ampliar la esfera de la libertad. Por ejemplo, se puede cambiar de vocación.

Si hay contradicción, uno se puede salvar en otra ocupación o profesión, pero, para un casado, no fuera del matrimonio.

El llamado puede cambiar. Las circunstancias y las aptitudes cambian y la vocación puede cambiar. 

Descartar lo pecaminoso

Al iniciar el camino de una vocación se comienza a elegir.

Supongo que los que están en este lugar, a quienes sus padres han hecho el esfuerzo de mandarlos aquí, para que por lo menos sepan distinguir el bien del mal, saben muy bien que el pecado es:

Ofensa a Dios

Daño al prójimo

Daño a uno mismo

Por lo tanto, seguramente al salir de un secundario y “vivir la vida,” no van a ser tan malos cristianos ni tan zonzos como para creer que “vivir la vida” es hacer macanas de los que traen la muerte al alma y hacen perder energías.

Saben diferenciar entre felicidad y placer. Esto que es goce inmediato, pero no es trascendente. 

¡Pecado se escribe con “p” de prisa!

El gusto es un mal consejero. Demonio domina a la imaginación.

Una carrera pecaminosa no puede ser nunca una vocación. Porque Dios, hizo nuestra naturaleza, para que su fin no fuera malo, sino que sea bueno.

Los más buenos dirán y pensarán en hacer un esfuerzo moral, defenderse de las tentaciones del mundo del demonio, de la carne contra los cuales los han prevenido.

A todos nos pasa que, por debilidad, estamos lejos de nuestros ideales.

Cada cristiano es un hombre deliberadamente metido en el mundo, pero no un hombre “abandonado.”

Actitud es de integrar, ser personas íntegras.

Lo malo es tener ideales erróneos, considerar que “los negocios son negocios” y que hay que “tener éxito”.

¿Pero, además de hacer algo, queremos ser alguien?

A esta pregunta, como a todas, el cristianismo tiene la solución.

Agradecer a Dios, por tanto – todo – lo que le debemos. Tener idea lo que significa la Divina Providencia. Qué distinta se ve la vida según se tenga o no el verdadero concepto de Dios, de un Dios Amor. Verdaderamente en revelación es una “Buena Nueva”, una inmensa “revolución” para la Humanidad. 

¡Qué estupenda es la visión cristiana de la vida! ¡Quiera Dios que sepamos difundirla a nuestro alrededor!

¡Pensar en María! 

Pedirle ayuda a la Madre que nos conoce, Madre del Buen Consejo.

La Madre es la que dice que no.

El pecado también es una realidad.

La Virgen nos ayuda a ser más hombres abiertos a la realidad y a la Verdad.  

Pedirle ayuda a la que Madre nos conoce, a la Madre del Buen Consejo

Tener a María de Socia, consúltenla. 

Aclaración

Entre los escritos no publicados de Enrique Shaw quedaron 21 carpetas de textos manuscritos en formato para conferencias y fueron digitalizadas por Silvia Bertani, directora general de Asuntos Económicos de la UCA. 

Estos textos se encuentran en la carpeta Nº 6 del archivo AyBEES en la Biblioteca Central de la Universidad Católica Argentina. 

Se puede solicitar los originales: 

  1. Conferencia en el Colegio La Salle, 3/11/ 1961. Carpeta 6 Pág. 2532/49
  2. Para alumnos de 5º año del Salvador 25/6/1957 en Carpeta 6, AyBEES de E. Shaw Pág. 2579/2587
  3. Charla sobre “vocación”. Grupo de Nazaret, 3/5/ 1957. Carpeta 6, AyBEES, páginas 2607/ 2610.

Sobre el autor

Enrique Shaw

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