Me preparo para un examen final que se realizará dentro de una semana. En los momentos de ocio, miré el documental sobre el método Stutz. Luego, me detuve en la parte que comenta la importancia de conectar con nuestra fuerza vital y descubrir lo que nos apasiona, para encontrar claridad y dirección en momentos de confusión. El psicoterapeuta Phil Stutz sugiere que, cuando enfrentamos problemas, es crucial no intentar resolverlos de inmediato, sino trabajar primero en las dimensiones de nuestra fuerza vital, es decir, nuestra relación con nuestro cuerpo, la relación con los demás y la relación con nosotros mismos.
Pensé y me atrevo a escribir que este enfoque no solo es relevante a nivel personal, sino que también puede aplicarse a la vida de un emprendedor y su empresa. En este momento de ocio productivo, escribo este artículo explorando cómo estas tres dimensiones vitales pueden relacionarse con las dimensiones esenciales para la vida de un empresario y su negocio.
¿Deseas encontrar claridad y solucionar problemas de manera efectiva? Si tu respuesta es sí, es importante cuidar tu bienestar físico, apreciar el valor de las conexiones y relaciones interpersonales y la necesidad de cuidar de sí mismo. Y usted, emprendedor, ¿desea encontrar claridad y solucionar problemas de manera efectiva en su empresa? Si su respuesta es sí, entonces es necesario conectar con su fuerza vital como emprendedor. Veamos las tres dimensiones de su fuerza vital a continuación:
La primera dimensión de la fuerza vital del emprendedor es su relación con la estructura de la empresa. Esto incluye todos los aspectos físicos y operativos del negocio. Es necesario mantener procesos eficientes, buscar la mejora continua y la implementación de mejores prácticas para mantener la competitividad y eficiencia. Es importante cuidar la salud financiera de la empresa para su sostenibilidad y crecimiento. Esto incluye una adecuada gestión de ingresos, gastos, inversiones y recursos financieros. Es fundamental gestionar bien el talento humano, desde la contratación y retención de empleados hasta su capacitación y desarrollo. Un buen marketing y una estrategia de ventas efectiva son vitales para atraer y retener clientes, así como para posicionar la empresa en el mercado. Implementar sistemas de control y auditoría asegura que los procesos se mantengan alineados con los objetivos y políticas de la empresa. Hay otros sectores que también forman parte del organismo de la empresa y deben ser contemplados. Es fundamental cuidar y fortalecer sus habilidades directivas.
La segunda dimensión se centra en las relaciones interpersonales dentro de la empresa. Un ambiente de trabajo saludable y motivador puede ser la diferencia entre una empresa estancada y una que prospera. Crear un clima organizacional positivo fomenta la colaboración, la creatividad y el compromiso de los empleados. Brindar oportunidades para el desarrollo profesional y personal de los colaboradores ayuda a mantenerlos motivados y alineados con los objetivos de la empresa. La comunicación abierta y transparente es fundamental para evitar malentendidos y fomentar un ambiente de confianza. Un buen líder debe ser capaz de inspirar y guiar a su equipo, promoviendo una cultura de respeto, apoyo y reconocimiento. La competencia interna saludable y las relaciones interpersonales sanas contribuyen al crecimiento y posicionamiento eficiente de la empresa en el mercado.
La tercera y más profunda dimensión es la relación del emprendedor consigo mismo. Este nivel implica un alto grado de autoconciencia y desarrollo personal. Conocer nuestras fortalezas, debilidades, miedos y aspiraciones es fundamental para liderar de manera efectiva, para mantener una buena salud mental y emocional. Dedicar tiempo a la introspección, una vida espiritual de fe puede revelar aspectos ocultos que impactan nuestras decisiones y acciones. Lograr un equilibrio entre la vida personal, profesional y spiritual es esencial para evitar el agotamiento y mantener una perspectiva clara y equilibrada. Un empresario que se conoce a sí mismo y mantiene una relación saludable consigo mismo está mejor equipado para tomar decisiones informadas y liderar con autenticidad.
¡Bueno! Tengo que seguir con mis estudios y prepararme para el examen final. Fue un buen momento de ocio donde tuve una óptima conexión con mi fuerza vital. Me siento bien, estoy frente a algo que me apasiona, y veo con claridad adónde quiero llegar. Me apasiona poder ofrecer palabras, aunque meramente escritas, que puedan ayudar y me encantaría en este momento decirle a usted, emprendedor, que descubra lo que le apasiona en su empresa, encuentre claridad y rumbo en momentos de adversidad. Cuanto mayor es la adversidad, mayores son las oportunidades de crecimiento. Una vez conectado con su fuerza vital, es natural que sea necesario tener espiritualidad y fundamental dar un salto de fe. Por tanto, trascienda y no enfrente los problemas con ímpetu inmediato, conecte primero con su fuerza vital como emprendedor. ¡Y se sentirá libre y preparado!