En un agradable almuerzo de socios de ACDE que cumplíamos aniversario como tales, realizado el 28 de mayo 2025 en nuestra sede; se nos pidió que contáramos hechos de nuestra participación en la vida de ACDE.
En mi caso, al referirme a la gracia que tuve al comenzar con la causa de santidad de Enrique Shaw, se me pidió que lo resumiera por escrito para los anales e historia de ACDE.
Así que trataré de recordar y resumir lo acontecido.
En un foro almuerzo de ACDE en 1997, reunidos en una de las tantas mesas y siendo yo presidente de ACDE, me acompañaban Hernando Campos Menéndez, Luis Bameule (h), Monseñor Jorge Mejía y cuatro personas más. En el devenir de la conversación, alguien mencionó lo bueno que seria tener un empresario santo, al escucharlo, Monseñor Mejía dijo” “ustedes ya lo tienen”. La reunión continuó y al finalizar, se me acerca Hernando Campos y me dice “escuchaste lo que dijo Mejía “,
– “Sí, claro”, contesté
– ¿Qué te parece? me volvió a preguntar Hernando
– “Increíble”, dije yo.
Fue así que quedamos con Hernando, en reunirnos con los socios antiguos que, junto a él, habían conocido personalmente a Enrique. Casi inmediatamente concretamos la reunión, entre los que se encontraban: Jorge Aceiro, Mito Van Peborgh, Juan Cavo, Carlos Dietl, Javier Gamboa, Abdón Lizaso (creo) y dos o tres más.
Luego de un intercambio de opiniones, me preguntaron qué me parecía y les dije: “yo conocí a Enrique Shaw a través del Padre Moledo, pero ustedes lo vivieron, de modo que estando todos de acuerdo hagámoslo”.
Tal era el entusiasmo que, al día siguiente, Hernando y yo conseguimos que nos recibiera el Nuncio Apostólico que en esa época era Monseñor Ubaldo Calabresi.
Fuimos a la Nunciatura y enseguida nos reunimos, le relatamos los sucesos que hasta aquí describí y él nos dijo “me parece extraordinario, vayan para adelante”.
Este fue el comienzo. Nos fuimos a ACDE y convocamos a Juan Cavo, quien había sido amigo cercano a Enrique y que no solo iba a colaborar, sino que fue nombrado el primer Postulador de la Causa.
A partir de allí, comenzaron las tareas ciclópeas que este proceso implica, comenzando con una biografía detallada, la obtención de testimonios personales escritos, cumplimentar todos los requisitos que la Arquidiócesis de Buenos Aires exige, y muchos otros asuntos muy laboriosos.
A la muerte de Juan Cavo, lo sucedió como Postulador Fernán de Elizalde, socio de ACDE y luego lo siguió el abogado Juan Navarro Floria, con la colaboración del P. Alejandro Bunge. Todo esto ocurrió hasta el año 2013 en que la causa se encontró en condiciones de ser remitida al Vaticano. Una vez allí se nombró Postuladora a Silvia Correale que continua en esa función en el Vaticano y aquí en Buenos Aires con el apoyo de ACDE, la Familia Shaw y de Fernán de Elizalde que siempre se mantuvo vinculado al seguimiento de la causa.