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Networking asertivo: dar, dar, recibir

Escrito por Marcos Ford
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Cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, Ray Kroc no era lo que suele decirse un hombre exitoso. Ganaba poco y era más viejo que el resto de las personas que lo rodeaban. Un día, se animó a visitar unos hermanos que tenían un negocio bastante innovador. Viajó hasta California para verlos. Su visión se potenció. Los hermanos estaban poco convencidos de su idea, así que Kroc se las terminó comprando. Kroc se convirtió en uno de los hombres más ricos de los Estados Unidos. ¿Quiénes eran los hermanos? Su apellido era McDonald. Y la historia no hace más que resaltar la importancia de los vínculos débiles, uno de los conceptos más importantes dentro de la práctica de networking.

El networking y su tradición

Tradicionalmente, la palabra networking podría designar una práctica reservada más bien al ámbito empresarial, consistente en algún tipo de intercambio entre dos personas. Decimos tradicionalmente porque es cierto que el networking se ha fomentado entre líderes, gerentes y personas que ocupan altos cargos en empresas. Con cierta periodicidad, esas personas se encuentran en determinados lugares con el objeto de buscar nuevas oportunidades para sus negocios.

Visto así, el networking resulta una especie de marketing de las relaciones personales, o un trabajo de relaciones públicas. Sin embargo, hay una realidad: la conexión entre las personas es fundamental no sólo para el progreso de los proyectos personales, sino también para hacer que sucedan grandes cosas para la sociedad en su conjunto. De alguna manera, lo más importante del networking es resaltar el valor de los vínculos débiles —de las personas a las que no conocemos en profundidad—, su potencial de atraer nuevas ideas, oportunidades y de hacer que las cosas pasen.

La importancia de los vínculos débiles

Lo cierto es que la mayor parte de las personas pasan su vida entera con los mismos vínculos sociales. Amigos del colegio, algunos pocos compañeros de trabajo, su familia. Ignoran la importancia que tienen las personas que aún no conocen. Sin embargo, las personas con las que todavía no nos hemos contactado son, en efecto, las más importantes para nuestras vidas y las que tienen la capacidad de transformar nuestros proyectos.
Por eso, son muchas las personas que deberían practicar el networking, y no se reducen a ejecutivos con altos cargos empresariales. De hecho, el networking es popular, sobre todo, entre emprendedores y trabajadores independientes. El networking es para todos los que quieran encontrar la manera de potenciar sus proyectos, de evitar que sus carreras queden, en cierta medida, libradas al azar.

El NetWeaving como propuesta de networking generoso

Muy asociado al networking tenemos al concepto de NetWeaving, acuñado por Bob Littell a principios del siglo XXI. Littell es un consultor en marketing estratégico, desarrollo de productos y marcas, y creó la palabra tocando matices que, en realidad, bien podrían estar incluidas en el concepto de networking.

Lo que dice Littell es que en el networking el foco está puesto en desarrollar un escenario donde se beneficien las partes involucradas (una relación ganar-ganar). De modo que hay un enfoque productivo, un deseo de conseguir cosas. Por el contrario, el NetWeaving que propone Littell tiene el objetivo de generar presentaciones personales o brindar información con la única intención de ayudar a otros, teniendo la certeza de que a largo plazo eso contribuirá a aumentar la cantidad de vínculos de calidad dentro de nuestra red y por lo tanto, a impulsar nuestros negocios y carreras.

“NetWeaving: construye tu negocio y haz crecer tu carrera ayudando a otros” (Bob Littell)

En realidad, la propuesta que condensa Littell en el NetWeaving está comprendida en un networking entendido como práctica con valores. De hecho, tal como lo queremos entender, el networking no es una práctica para hacer negocios solamente. Ni tampoco promueve una óptica egoísta y transaccional, que usa a las personas como medios o plataformas para obtener beneficios. El networking visto desde una perspectiva de generosidad sirve para agregar valor a los que nos rodean al tiempo que se amplía y fortalece la propia red de contactos. La finalidad puede ser ayudar a alguien a conseguir un trabajo, un tutor, a expandir el alcance de lo que hace o poner a disposición de otros los conocimientos que dominamos en cierta materia, siempre con el objetivo de contribuir al desarrollo de la otra parte en su aspecto profesional y también como persona. Por eso, el NetWeaving es un networking humanista.

Haciendo logras más que diciendo

Con el objetivo de llevar a tu rutina las buenas prácticas del networking, te propongo algunos desafíos. Cada una de estas propuestas es capaz por sí misma de transformar tu carrera y llevarte hasta horizontes que hoy podrían parecerte muy lejanos.

  1. Bloquea una hora por semana en tu agenda para hacer una presentación a dos personas de tu red de contactos. El objetivo de esta reunión es ayudarlos a encontrar posibilidades de colaboración, hacer preguntas asertivas que los inviten a imaginar nuevas posibilidades para sus negocios y que ambas partes salgan beneficiadas del encuentro. Es importante tener presente que el único fin es colaborar con los demás y no buscar réditos personales.
  2.  Crea una lista con contactos que podrían beneficiarse de tus conocimientos y envíales un email mensual con información relevante. ¿Cuáles son tus áreas de fortaleza? La idea es hacer un compendio con algunos artículos, libros o videos que tengan contenido práctico y puedan ayudar a tus contactos a tomar mejores decisiones. Es recomendable pedir permiso antes de enviar este tipo de emails para que el receptor no se sienta invadido, y al mismo tiempo generar cierta expectativa.
  1. Empieza a escribir tu propio blog. Si ya lo tienes, escribe un nuevo artículo cada mes. Esta es una buena forma de poner a disposición de otros tu perspectiva profesional sobre diversos temas, de ayudar a los demás a evaluar ciertos conceptos desde otra óptica y a enriquecer su proceso de toma de decisiones. Una vez que lo hayas hecho, compártelo con todas las personas a las que crees que les interesará y servirá lo que has escrito. También utiliza grupos en redes sociales y foros para compartir tus aportes.

“La virtud y la generosidad son recompensadas de un modo inescrutable” (Nelson Mandela).

¿Qué tan seguido practicas el networking desde un enfoque generoso? ¿Cuáles han sido tus resultados?

Sobre el autor

Marcos Ford

Emprendedor. Socio de Data Epiphany, empresa especializada en soluciones digitales vinculadas a Redes Sociales, Inteligencia Artificial y Business Intelligence.

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1 comentario

  • Es interesante este punto de vista de ponerse en el lugar de dar y no tanto de pedir o esperar de los demás. Muy buena la nota!