XIV Congreso Latinoamericano de UNIAPAC
Un resumen del panel 1: «Institucionalidad»
El Módulo institucional, contó con la moderación de Luis A. Bameule, expresidente de UNIAPAC Latinoamericana (de Argentina), el ministro de Trabajo y Seguridad Social de Uruguay, Pablo Mieres, profundizó en el vínculo de los partidos políticos con el entramado empresarial. “Es muy importante pensar qué formas de relacionamiento pueden existir entre el sistema político y los empresarios. Ver al político como impulsor de políticas públicas, orientadas al bien del desarrollo común y al empresario, como quien pone su capacidad de gestión, creatividad y riesgo, al servicio del crecimiento de su propio emprendimiento y de la sociedad”. Para Mieres, no hay que ceder ante la tentación corporativa, en el entendido de que las empresas persiguen objetivos ineludibles, tienen la función de desarrollarse y crecer, “pero sus reivindicaciones particulares tienen que estar equilibradas con la consideración del bien común y comunitario”. El ministro también se refirió a la dificultad que muchas veces entrañan las dinámicas de las relaciones laborales, ligadas “a un paradigma cultural que se traduce en una pulseada entre empresarios y trabajadores en pos de avances o retrocesos, convirtiéndose en un juego de suma cero. Esta situación opera en detrimento de un paradigma más moderno, imperante en las sociedades más desarrolladas, en el que se reconoce que más allá de los intereses contrapuestos, existe un ancho campo de convergencia y colaboración posible entre ambos actores”. En otro orden, Mieres se refirió a la realidad política de América Latina, en la que se registra una caída en el apoyo ciudadano a las democracias. “Existe una pérdida de confianza en las instituciones políticas. Los partidos políticos son las instituciones que generan menor confianza, de acuerdo con Latinbarómetro solo un 13% confía. En el caso uruguayo ocurre otra situación, afortunadamente”. “Hay una fuerte deuda en cuanto a la capacidad del sistema político de responder a los problemas cotidianos de las sociedades latinoamericanas, y hay una emergencia mundial de liderazgos políticos, evidenciada por la poca convicción en las instituciones democráticas, lo cual aumenta la situación de preocupación sobre todos estos puntos. La fortaleza institucional es la clave para el desarrollo de cualquier país y también es necesario en nuestros partidos políticos”.
Por su parte, el presidente de Desarrollo en Democracia de Paraguay, Alberto Acosta Garbarino, analizó que previo a las elecciones, se transita un momento de indefinición caracterizado por el discurso ambiguo del candidato que pugna por ser elegido. En la segunda parte, “es momento de afianzar las políticas públicas que den solución a los problemas de la sociedad, como la falta de educación, seguridad y salud, entre otros”. Desde este punto de vista, Acosta destacó que es clave que el empresariado proponga políticas públicas, para lo que sugirió fortalecer las organizaciones intermedias y rodearse de especialistas calificados en los que decididamente se debe invertir. “Si queremos influir, tenemos que entender la lógica política. Y es necesario presentar propuestas éticas, técnicamente bien redactadas y políticamente viables para que sean tenidas en cuenta”, afirmó. El expresidente del Colegio de Abogados de Buenos Aires y socio de ACDE, Guillermo Lipera, expresó que sería deseable que “todos los empresarios se ocupen de conocer cómo funciona un sistema democrático. Mi sueño es que tomen un curso de constitucionalidad para no abogados. Hay un mínimo que tienen que saber. Para poder corregir a los políticos, intercambiar o colaborar, uno tiene que formarse. Es irresponsable ocupar un lugar importante en una empresa sin los conocimientos necesarios”. Lipera también apeló a ampliar la participación político-partidaria en la sociedad latinoamericana. “Como ciudadanos, tenemos la obligación de participar activamente de un partido político y esto no configura un pecado, sino que es nuestra responsabilidad, porque los partidos políticos son quienes administran el poder (…) Necesitamos promover que muchos jóvenes se acerquen a la política, para nutrir de savia a los partidos. Los partidos políticos son las arterias de un Estado”.