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¿Por qué y cómo ser Sobrio?

Escrito por Muel Kaptein
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Esta es la 16° entrega de «Ser cristiano en el trabajo: 17 valores para implementar en su empresa». Para leer el 15° artículo de esta serie, hacé clic acá.

Sobrio

  1. Ser cristiano en el trabajo es ser sobrio. Seguir a Cristo en nuestro trabajo es ser sobrio porque Jesús es sobrio. Jesús descansó después de Su obra,1 puso Sus buenas obras en perspectiva, y transmitió Su obra a Su Padre.2 Dios el Padre también es un Dios de descanso. Dios descansó en el séptimo día de su obra de creación y nos ordena que descansemos. Dios creó y recreó. Dios es un dios de creación y recreación. El Espíritu Santo nos da el corazón, la sabiduría y la fuerza para trabajar sobriamente.
  2. Trabajar sobriamente significa entender que nuestro trabajo no es nuestra vida ni nuestra salvación. Nuestro trabajo no lo es todo. Si ponemos nuestro corazón y alma en nuestro trabajo, nuestra alma no tendrá salvación. Nuestro trabajo importa, pero nuestra alma y salvación no dependen de ello. Jesús le concede salvación a nuestra alma. El trabajo no ofrece lo que es más importante en la vida; sólo Jesús lo hace. Mediante Su vida, muerte, y resurrección Él ha pagado el precio más alto para darnos nuestro verdadero destino y alegría. Si creemos que nuestro trabajo nos puede brindar la salvación, entonces olvidamos el evangelio y creemos en una mentira.
  3. Trabajar sobriamente es poner nuestro trabajo en perspectiva. La fe pone nuestro trabajo en perspectiva: siempre hay cosas más importantes. Elogiar nuestro trabajo no tiene sentido. Es esperar en vano que nuestro trabajo nos aporte sentido, propósito, o la certeza de felicidad. La obra de Dios es mucho más grande que nuestro propio trabajo.3 Nuestro trabajo depende de la obra de Dios, y no de nuestro propio esfuerzo y creatividad. Dios no quiere que seamos satisfechos por nuestro trabajo por completo, porque entonces nuestro trabajo se interpondría entre Él y nosotros. Dios mismo es el proveedor real de las necesidades humanas básicas,4 mientras que Él no nos necesita a nosotros ni a nuestro trabajo para su dignidad y gloria.
  4. Trabajar sobriamente es ponernos a nosotros mismos en perspectiva en nuestro trabajo. La fe en Dios pone nuestro trabajo en perspectiva: somos con nuestro trabajo simples canales y barqueros. La fe no consiste en lo que hacemos, sino en cómo Dios obra en nosotros y a través de nosotros. Nuestro trabajo es temporal porque estamos en camino para la eternidad. Cuando nuestro trabajo se termina, alguien más se hace cargo.
  5. Trabajar sobriamente significa que nuestro trabajo no define nuestra identidad. Aunque nuestro trabajo tenga tanta importancia, este no define quienes somos. No somos lo que somos por nuestra profesión o por el tipo de trabajo que realizamos, sino que somos lo que somos ante Dios. A través del evangelio, somos primero que todo, hijos de Dios. No necesitamos que el trabajo nos dé una identidad. Obtenemos nuestra identidad a través de Cristo. Tampoco necesitamos el trabajo para sentirnos aceptados, valorados o amados. Todo esto es asegurado por Jesús.
  6. Trabajar sobriamente significa no convertir nuestro trabajo en un ídolo. Nuestro trabajo no es vano, pero tampoco es un ídolo. El trabajo es un ídolo cuando nos aleja de Dios. Dios no quiere que idolatremos a nada ni a nadie en nuestro trabajo. Cuando somos llenos de nuestro trabajo, no queda espacio para Dios. Cuando el trabajo se vuelve nuestro esclavista, nos aleja de Dios. Cuando trabajamos para Jesús, la tendencia a venerar nuestro trabajo desaparece.5 Cuando seguimos a Jesús en nuestro trabajo, entonces Jesús está en el centro de nuestro trabajo, y por lo tanto Él lo completa.
  7. Trabajar sobriamente significa no ser adicto a nuestro trabajo. Cuanto más nos hacemos dependientes de nuestro trabajo, más vulnerable se vuelve nuestra relación con Dios. Por consiguiente, debemos evitar volvernos adictos a nuestras ambiciones en nuestro trabajo. No debemos volvernos adictos al estatus, al poder, y al ingreso.6 Asimismo, debemos evitar hacer que las personas dependan de nosotros y de su trabajo, de tal modo que complicamos que se dirijan a Dios.
  8. Trabajar sobriamente significa ser realista. Mientras Jesús no haya regresado, sigue habiendo pecado en el mundo. No importa lo bien que diseñemos nuestro trabajo, nuestras organizaciones, y el mundo, son y seguirán siendo rotos porque siempre hay escasez y egoísmo. No salvamos el mundo con nuestro trabajo. Por consiguiente, cuando diseñamos nuestro trabajo, tenemos que tomar en cuenta que las personas son pecadoras. Las comunidades no pueden funcionar de manera adecuada si pensamos que las personas son perfectamente virtuosas y que siempre harán el bien. Es ingenuo pensar o sugerir que podemos diseñar el mundo y nuestro trabajo como una especie de paraíso sobre la tierra.
  9. Trabajar sobriamente significa confiar nuestro trabajo a Dios. Permitir que Dios esté al mando en nuestro trabajo significa que debemos ser capaces de soltar cosas en nuestro trabajo. Soltar cosas no quiere decir dejar que sigan su curso, sino confiárselas a Dios. El Espíritu Santo nos ayuda a entregarnos a Dios, a aceptar que Dios tome el mando en nuestro trabajo, y a poner nuestro trabajo en manos de Dios. Tratar de someter todo a nuestra voluntad es una señal de incredulidad, como si Dios no existiera, no importara, no proveyera. Podemos confiar en que Dios está obrando, y por lo tanto podemos trabajar de manera relajada. Aunque trabajemos duro, no podemos disminuir nuestra dependencia de Dios, ni siquiera un poco.7
  10. Trabajar sobriamente significa tener cuidado a la hora de hacer planes a largo tiempo, acumular los recursos, y asegurar todos los riesgos, porque Dios es quien manda y provee.8 El futuro está en manos de Dios.9 Los que intentan determinar el futuro están pretendiendo sentarse en el trono de Dios. Por consiguiente, no deberíamos obsesionarnos con un proyecto profesional. Nuestra carrera no tiene importancia para Dios, pero Él planea nuestra carrera para nosotros.
  11. Trabajar sobriamente significa no permitir que nuestra confianza en Dios dependa del éxito de nuestros planes. Nuestra confianza en Dios es independiente del éxito o del fracaso de nuestros planes de trabajo.10 Aun cuando hagamos nuestros planes con Dios,11 nuestra confianza en Él no debería depender del éxito o del fracaso de estos.
  12. Trabajar sobriamente significa no adoptar una actitud pasiva ante Dios. Confiar en Dios no quiere decir cruzarnos de brazos esperando soluciones mágicas a nuestros problemas. Dios no sólo nos ayuda cuando lo necesitamos; también nos ayuda anticipando nuestras necesidades. Tomando medidas de seguridad, podemos reducir el número de accidentes. Tomando medidas de sanidad, podemos reducir el número de enfermedades. Construyendo almacenes, podemos hacer frente a los contratiempos. Entonces, le damos a Dios el espacio para cuidarnos también de esta manera.12 Si confiamos en que Dios satisfará las necesidades de todos, entonces esto nos desanima a trabajar por las necesidades de los demás. Pero si nuestra confianza en Dios no nos impulsa a trabajar por las necesidades de los demás, esto implica que no confiamos realmente en Él. El hecho de que Dios ayude cuando lo necesitamos significa que no debemos abusar de esto volviéndonos imprudentes en nuestro trabajo.
  13. Trabajar sobriamente significa darse cuenta de que mientras el trabajo es único en nuestras vidas, tampoco es lo único. Dios no espera que sólo trabajemos. También se nos han asignado otros deberes y responsabilidades.
  14. Trabajar sobriamente significa tener tiempo libre. El tiempo libre, al igual que el trabajo, es un regalo de Dios.13 El ocio representa el momento para descansar de todo el cansancio y las preocupaciones que conlleva el trabajo y para recargarnos para nuestro próximo trabajo. Esta recarga no sólo es física y mental, sino también espiritual.14 El trabajo y el descanso van de la mano.15 La creación y la recreación van mano a mano con Dios. Los que no pueden descansar de su trabajo son esclavos de este.
  15. Trabajar sobriamente significa tener tiempo suficiente para nuestra familia, salud y comunidad religiosa. Debemos evitar estar tan ocupados con nuestro trabajo que descuidemos estas cosas importantes. No tenemos por qué matarnos a trabajar. No honramos a Dios al ir demasiado lejos con el trabajo y al destruirnos a nosotros mismos y a nuestros seres queridos. Trabajar es venerar a Dios; trabajar en exceso es venerar el trabajo. Si nos sumergimos en nuestro trabajo, entonces abandonamos a Dios.
  16. Trabajar sobriamente es honrar el domingo como un día de descanso. Dios descansó después de la creación no porque Él lo necesitara, al fin y al cabo, Dios no se cansa, sino para darnos un ejemplo de que nosotros también debemos descansar.16 Dios pudo descansar después de la creación porque Él lo había hecho todo bien. Necesitamos descansar porque hay tantas cosas que no hacemos bien. El día libre sirve para reconocerlo y para acercarnos a Dios. Por consiguiente, la humanidad empezó su vida activa no con su propio trabajo sino con la celebración del día de descanso. Primero viene el día de descanso, y sólo entonces viene el primer día de trabajo. Primero hay tiempo para oír que Dios dice sí a la creación y a la humanidad, y luego queda mucho tiempo para irse a trabajar. Entonces, trabajamos desde el día de descanso, el Día de descanso de Dios. El día de descanso apunta al descanso eterno, sincero que los creyentes tendrán con Dios. Cuando trabajamos el día de descanso, le decimos a Dios que el descanso eterno tampoco es necesario para nosotros. Al rechazar el día de descanso, no sólo rechazamos el mandamiento de Dios de descansar17 sino también Su regalo para disfrutar de una manera única de Sus bendiciones en este día. Además, por lo tanto, no confiamos en la providencia de Dios de que Él nos cuidará. El descanso dominical es la prueba de nuestra confianza en Dios. También es un testimonio visible de que Dios está en el centro de la vida y de que la producción y el consumo humanos  tienen  lugar  en  un  mundo  ordenado, bendecido, y contenido por el Dios de toda la creación.
  17. Trabajar sobriamente es trabajar lo menos posible el día de descanso. El día de descanso sirve no sólo para recuperar y recargarnos sino también para tomar tiempo en conciencia para reflexionar sobre Dios y nuestra relación con Él.18 Desde el día en que Cristo resucitó, el día de descanso ha sido un Día Festivo para celebrar Su resurrección. El día de descanso es la manera perfecta de recordarnos a nosotros mismos que nuestro trabajo no es un ciclo infinito de trabajo arduo que no lleva a ninguna parte, sino que es una actividad con propósito que se interrumpe con la adoración y el descanso. Por lo tanto, en la medida de lo posible, evitemos un trabajo que interfiera en este Día Festivo, y si nos comprometemos con un trabajo remunerado en este día, debemos tener muy buenas razones. Los trabajos de misericordia, necesidad y proclamación del evangelio son permitidos como trabajo dominical.19
  18. Trabajar sobriamente significa emplear nuestra comunidad religiosa para prepararnos a trabajar desde la fe. La comunidad de fe cristiana sostiene una forma de trabajar para los que cuestionan y buscan cambiar el mundo caído. Los líderes de las comunidades religiosas tienen una responsabilidad importante de preparar a sus miembros a ser cristianos en su trabajo. Aunque el trabajo pueda todavía ocuparnos mucho, debemos tener cuidado con que nuestro trabajo no siga ocupándonos durante las reuniones de nuestra comunidad religiosa, particularmente en los cultos.
  19. Trabajar sobriamente es estudiar la Biblia. La Biblia no sólo ofrece un entendimiento y una dirección para el trabajo, sino que también reconforta, libera y sana. Sólo podemos trabajar bien si tenemos conocimientos bíblicos de modo que podamos trabajar en el mundo según la voluntad de Dios y Su honor. Seguimos siendo discípulos en nuestro trabajo porque Dios quiere seguir enseñándonos.20 Nuestro trabajo no debe ir en detrimento de nuestro estudio bíblico. Si nuestro trabajo se pone por encima de un tiempo de reflexión para y con Dios, entonces ya es hora de tomar otras decisiones.21
  20. Trabajar sobriamente significa rezar por nuestro trabajo. Después del trabajo, deberíamos no sólo descansar sino también rezar, rezar que nuestro trabajo pueda dar frutos.22 Si no rezamos por y con respecto a nuestro trabajo, entonces le estamos diciendo a Dios que no lo necesitamos en nuestro trabajo. También es bueno empezar nuestro día laboral con una oración acerca de nuestro trabajo para que recordemos para quien y en presencia de quien estamos trabajando. Podemos hablar con Dios en oración sobre nuestras alegrías y agradecimientos, dudas y dilemas, tentaciones y pecados en el seno del trabajo.23 Podemos rezar para que Dios nos conceda discernimiento del bien y del mal en el trabajo. Podemos rezar para que Dios haga prosperar las comunidades en las que trabajamos.24 Podemos rezar para que Dios nos dirija a nosotros y a nuestros colegas.
  21. Trabajar sobriamente significa trabajar en la oración. No se trata sólo de rezar y trabajar sino también de una oración activa y de un trabajo en la oración. Trabajar para Dios es alabar a Dios. Nuestro lugar de trabajo, al igual que cualquier otro lugar, es un lugar donde podemos rezar mientras estamos ocupados. Si en nuestras obras nos sabemos llamados por Dios, entonces podemos recurrir a Él cuando nuestras obras no resulten.
  22. Podemos rezar esta oración antes de empezar nuestro trabajo:

Señor Dios, Tú que posees y cuida del mundo,

Te agradecemos que podamos ser de Tu propiedad y que nos des trabajo y talentos.

Señor, sin Ti no somos nada y nuestras obras no son nada.

Por lo tanto, por favor concédenos Tu Espíritu Santo para que podamos realizar nuestro trabajo.

Bendice nuestro trabajo para que pueda ser para Tu glorificación y un testimonio para ti; para el servicio de otras personas, y para el desarrollo de la sociedad.

Te pedimos eso en nombre de Jesús, quien es también nuestro ejemplo en el trabajo y cuyo amor queremos transmitir de todo corazón.

Amén

22. Podemos rezar esta oración después de nuestro trabajo:

Señor Dios y Padre,

Habiendo  llegado  al  final  de  nuestro  trabajo,

queremos darte las gracias por todo lo que nos has dado en este.

Gracias porque podemos trabajar y porque Tú le das sentido a nuestro trabajo.

SEÑOR, te pedimos que bendigas nuestro trabajo y olvides todo lo que no haya sido para Tu gloria.

Por favor danos una oportunidad para descansar más tarde y disfrutar del trabajo que hemos hecho para Ti hoy.

Amén

Preguntas

  • ¿Cuál versículo bíblico sobre la sobriedad me parece particularmente interesante y me orienta sobre lo que significa (para mí) trabajar sobriamente?
  • ¿Hasta qué punto estoy de acuerdo con el resumen anterior sobre lo que significa trabajar sobriamente?
  • ¿Faltan elementos en la lista anterior de lo que significa trabajar sobriamente? ¿De ser así, cuáles son?
  • ¿Cómo describiría personalmente lo que trabajar sobriamente significa para los cristianos?
  • ¿Cómo describiría en concreto lo que trabajar sobriamente significa para mí?
  • ¿Hasta qué punto estoy de acuerdo con la idea de que la sobriedad es una característica/virtud importante para los cristianos en su trabajo?
  • ¿Hasta qué punto estoy de acuerdo con la idea de que la sobriedad es una pauta/un principio importante con respecto al comportamiento de los cristianos en su trabajo?
  • ¿Hasta qué punto la sobriedad es una virtud y un principio importantes para mí en mi trabajo?
  • ¿Cómo experimento la importancia de la sobriedad en mi trabajo?
  • ¿Trabajo para dar lugar a la sobriedad? ¿Lo hago sinceramente?
  • ¿Hasta qué punto puedo trabajar sobriamente?
  • ¿Cuántas veces he incorporado recientemente la sobriedad en mi trabajo?
  • ¿Hasta qué grado trabajo sobriamente? ¿De qué manera se nota?
  • ¿Hasta qué punto empleo la sobriedad como un principio para mi comportamiento en trabajo? ¿Podría ilustrar eso usando las decisiones que he tomado recientemente en mi trabajo?
  • ¿Cuando miro atrás en mi vida profesional, podría decir que me he vuelto sumamente más sobrio con respecto a mi comportamiento?
  • ¿Hasta qué punto las personas con las que trabajo piensan que actúo sobriamente en mi trabajo? ¿Qué me dijeron con respecto a eso?
  • ¿Hasta qué punto supongo que Dios piensa que actúo sobriamente en mi trabajo?
  • ¿Cómo puedo llegar a ser más sobrio y actuar más sobriamente en mi trabajo? ¿Cómo lo haría de forma concreta?
  • ¿Cuáles son las características de un trabajo sobrio que más voy a implementar en mi siguiente día de trabajo?
  • ¿Qué le voy a decir a Dios en oración sobre el hecho de trabajar sobriamente?

Referencias
1 Juan 9:4

2 Lucas 23:46

3 Miqueas 4:1-7

4 Isaías 55:1-13

5 Apocalipsis 14:9-11

6 1 Corintios 7:23

7 Proverbios 10:22

8 Mateo 6:26, Mateo 6:34

9 Santiago 4:15

10 Proverbios 16:3

11 Juan 4:13-17

12 Proverbios 6:6-11, Proverbios 12:27, Proverbios 21:20, Proverbios 30:25

13 Deuteronomio 5:12-15, Marcos 2:27

14 Eclesiastés 4:6

15 Salmos 104:19-23, Marcos 6:31-32

16 Hebreos 4:9-10

17 Éxodo 20:8-11

18 Juan 15:4, Hebreos 4:10, 1 Juan 3:19

19 Isaías 58:13- 14, Mateo 12:12

20 Isaías 28:26

21 Lucas 10:38-42

22 Mateo 11:28

23 Hechos 1:15-26, 1 Tesalonicenses 5:17

24 Jeremías 29:7

Sobre el autor

Muel Kaptein

Socio de KPMG Integridad & Compliance. Profesor de Ética empresarial y Gestión de la integridad en el Departamento de Business-Society Management de la School of Management de Róterdam, Universidad Erasmus (RSM)

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