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Comentario sobre “Patrón de estancias”, de Ana Reguera

Escrito por Hernán Maurette
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Comentario sobre “Patrón de estancias” (18), de Ana Reguera (2006)

Tapa del libro Patrón de EstanciasPatrón de Estancias es el título que la historiadora Andrea Reguera puso a una extraña biografía de la fortuna de Ramón Santamarina, uno de los personajes más poderosos y paradigmáticos de la Argentina que llegó a ser poderoso. La autora explica que el título se debe a que podría considerarse a Santamarina como una especie de regla o medida de ese perfil empresarial de fines del siglo XIX.

Santamarina vivió su niñez en una familia acomodada en Galicia hasta que un suceso -aparentemente de alcobas- desplazó a su padre de su posición y, consecuentemente, a la ruina. Presenció el suicidio de su padre, que le encomendó antes retornar a su familia a una buena posición y a los pocos meses también murió su madre. Nada dice el libro de lo que le pasó a su hermana, aunque probablemente haya terminado, cómo él, en un internado. Ramón, con la complicidad de un cura, logró evadirse y abordar de polizón un barco que zarpaba hacia América. Desde que llegó, empezó a trabajar en el puerto: cruzaba bueyes a nado. Luego empezó a probar suerte con unas carretas.

Un viaje al flamante fuerte de Tandil le permitió probar suerte con el comercio. Hay que tener en cuenta que ese pequeñísimo poblado serrano -y las estancias de sus alrededores- era una tierra de frontera asediada por los indios. La enfiteusis fue un riesgoso negocio en el que algunos hicieron fortuna y que, al mismo tiempo, permitió que la estepa se convierta en pradera. Para hacerlo tuvieron que procurarse el agua, sembrar árboles, trajeron la hacienda que colaboró en el proceso de reconversión del perfil productivo, alambraron, sembraron, etc.

A su fallecimiento, Santamarina era uno de los hombres más ricos de la Argentina y, tal vez, del mundo. De hecho, su obituario fue publicado en algunos diarios importantes del extranjero. Estos sujetos son determinantes en un proceso económico. La Argentina, que permitió semejante movilidad social, invitó a la inmigración a trabajar y a forjarse un futuro. Hasta los 70. Necesitamos un nuevo proyecto nacional, inclusivo y desafiante, que permita la aparición de nuevos personajes como éste para que la Argentina vuelva a ser lo que fue.

Sobre el autor

Hernán Maurette

Politólogo. Consultor en asuntos públicos. Lidera el Comité de Comunicación de ACDE. Premio a la Trayectoria Profesional del Consejo Profesional de RR. PP. del año 2021

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