Esta es la 3era. entrega de «Ser cristiano en el trabajo: 17 valores para implementar en su empresa». Para leer el segundo artículo de esta serie, hacé clic acá.
Humilde
- Ser cristiano en el trabajo es ser humilde. Imitar a Jesús en nuestro trabajo significa ser humilde porque Él se humilló por nosotros. (1) Al igual que su Padre, (2) Jesús quiere que nos humillemos a nosotros mismos, no a los demás. (3) Si Jesús quiso ser el más pequeño a pesar de Su completitud, ¿no deberíamos, con más razón, querer ser menos precisamente por nuestra imperfección? (4) El Espíritu Santo nos da el corazón, la sabiduría y la fuerza para trabajar humildemente.
- Trabajar humildemente es priorizar al otro, esperar nuestro turno, y saber cuál es nuestro lugar. Trabajar humildemente significa que no tratamos de ganar, de dar un codazo a los demás, o de tomar distancias con alguien. Trabajar humildemente es ser dócil (5) —de la misma manera que Jesús lo fue (6)— evitando ser exigentes o pisotearle a alguien.
- Trabajar humildemente es ser satisfecho con lo que tenemos. Siempre querer más es sinónimo de arrogancia porque supone que pensamos merecer más de lo que realmente merecemos. La codicia y la avaricia también van en contra de la humildad. Nuestra fortuna y nuestras posesiones no significan nada para Dios; ni tampoco nuestra productividad, nuestro prestigio y nuestra popularidad.
- Trabajar humildemente es ser modesto. Aunque tengamos éxito y ganemos mucho dinero, nosotros mismos no merecemos todo eso; son justo el resultado de la bondad, la grandeza y la gracia de Dios. Cuando nos enorgullecemos de nuestro trabajo, reclamos el honor que le pertenece a Dios. (7) También es verdad en el caso de la jactancia, del hecho de dar un espectáculo, y de la altivez. (8) No nos complacemos en nosotros mismos sino en Dios. Atribuirnos el éxito a nosotros mismos nos lleva a una soberbia que afecta nuestra relación con Dios. A los que tengan la intención de presumir, recuerden, nadie es mejor que el más insignificante de los trabajadores.
- Trabajar humildemente es evitar que nos veneren. Si permitimos eso por el simple hecho de trabajar, entonces ofendemos a Dios y no le damos la oportunidad de obrar en nosotros. Cuando permitimos que nos tengan en un pedestal, nos elevamos y abatimos a Dios. Trabajar no significa que nos glorifiquemos, sino que glorifiquemos a Dios. Trabajar no significa que nos hagamos un nombre, sino que nuestro nombre sea reconocido por Dios. Trabajar no significa construir torres de Babel sino construir altares para Dios.
- Trabajar humildemente significa considerar que el otro es más maravilloso que nosotros mismos.9 No somos humildes, sino arrogantes, al pensar que somos mejores o que sabemos más que los demás, o que somos superiores y más importantes que ellos. (10) Cuando miramos a los demás por encima del hombro no podemos mirar a Dios. Cuando pretendemos ser mejores que los demás en el trabajo, somos arrogantes y rebajamos a Dios. Es arrogante pensar que no somos arrogantes.
- Trabajar humildemente es escuchar lo que los demás dicen. Escuchar a los demás es apreciar al otro más que a nosotros mismos. Cuando no escuchamos atentamente lo que los demás nos dicen, le quitamos a Dios la oportunidad de hablarnos a través de ellos.
- Trabajar humildemente no significa permitir que los demás nos pasen por encima. (11) Jesús también se puso firme por Su Causa. Ser un trabajador cristiano no significa ser débil o un esbirro. Si de cualquier modo alguien pasa por encima de nosotros, entonces seamos débiles para él ante Dios.
- Trabajar humildemente no significa que menospreciemos el trabajo. Si Jesús se humilló dejando el cielo y muriendo en la cruz, ¿por qué deberíamos considerar cualquier tarea o trabajo como demasiado pesado o por debajo de nuestra dignidad?(12) Aun cuando nos humillemos mucho, nunca nos rebajamos tanto o tan profundamente como lo hizo Jesús para salvarnos. El desprecio al trabajo es horrible y desagradable. Aunque los demás nos miren a nosotros y a nuestro trabajo desde arriba, lo importante es que miremos a Dios en nuestro trabajo.Trabajar humildemente es ser honesto con respecto a nosotros mismos. Estamos en quiebra espiritual y sin Dios no podemos cumplir el propósito para el que fuimos creados. No somos capaces de hacernos felices y bendecidos contando sólo con nuestra propia fuerza. Si somos pobres espiritualmente, entonces tenemos claro lo tentador que es tener una visión exagerada de nosotros mismos y que difícil es corregirla y aceptar quienes somos. (13) Aunque seamos confirmados en nuestra fe, nuestras obras están lejos de ser buenas. (14)
- Trabajar humildemente es reconocer nuestras propias debilidades ante los demás. Al reconocer nuestros errores, demostramos que no nos preocupan nuestra propia imagen y protección, sino nuestra imagen y dignidad frente a Dios. Al revelar nuestra vulnerabilidad, mostramos nuestra dependencia de Dios. Al hacernos pequeños, sostenemos que el propósito de nuestras vidas no es hacer algo grande de nosotros mismos. Al confesar nuestros errores, le damos a Dios la oportunidad de volver a ponernos en el buen camino. Al admitir de manera abierta y franca nuestras propias faltas, fallas e indiscreciones, demostramos que ningún ser humano es libre de pecado.
- Trabajar humildemente es reconocer nuestra propia responsabilidad por los fracasos. Aunque la presión y la tentación por hacer cosas malas sean grandes, el hecho de sucumbir a ellas es nuestra propia falta. Nuestro entorno de trabajo no nos corrompe; son nuestros propios deseos y nuestras propias debilidades que lo hacen. (15)
- Trabajar humildemente es hablar muy bien de los demás. Cuando hablamos mal de, chismeamos sobre, o calumniamos a los demás, proclamamos que somos mejores que ellos. (16) Incluso Dios no habla mal de nosotros aun cuando tenga todas las razones y la oportunidad de hacerlo.
- Trabajar humildemente es tener una profunda admiración por la naturaleza. La magnificencia de la naturaleza nos hace pequeños. Dios creó la naturaleza durante los cinco primeros días y creó al hombre en un sólo día.
- Trabajar humildemente significa conceder prosperidad a los demás. Los celos obstaculizan la humildad. Trabajar para Jesús nos libera de la tiranía que implica el hecho de compararnos con los demás para sentirnos bien con nosotros mismos. Aunque el más grande de los pecadores sea el único que hace el bien, no nos corresponde a nosotros pedir cuentas a Dios. Con que Dios nos salve la vida, no necesitamos sentir celos por los demás. (17)
- Trabajar humildemente no quiere decir que no tengamos el deseo de ser reconocidos, aceptados y valorados. De hecho, este tipo de deseo es bueno. Dios creó ese deseo profundo en nosotros para que nos enfoquemos en Él, para que queramos estar cerca de y con Él. Nuestro deseo de significativo es el gran deseo que sólo Dios puede cumplir. La solución para evitar el orgullo no es desear menos, sino desear más a Dios.
- Trabajar humildemente no es idolatrar el trabajo pesando que nos podamos salvar con ello, (18) sino que es reconocernos como siendo totalmente dependientes de la gracia y la bendición de Dios. Los dos más grandes competidores de Dios en nuestro trabajo son: el trabajo y nosotros mismos. Cuanto más humildes somos, más espacio le damos a Dios en nuestro trabajo.
Preguntas
- ¿Cuál versículo bíblico sobre la humildad me parece particularmente interesante y me orienta sobre lo que significa (para mí) trabajar humildemente?
- ¿Hasta qué punto estoy de acuerdo con el resumen anterior sobre lo que significa trabajar humildemente?
- ¿Faltan elementos en la lista anterior de lo que significa trabajar humildemente? ¿De ser así, cuáles son?
- ¿Cómo describiría personalmente lo que trabajar humildemente significa para los cristianos?
- ¿Cómo describiría en concreto lo que trabajar humildemente significa para mí?
- ¿Hasta qué punto estoy de acuerdo con la idea de que la humildad es una característica/virtud importante para los cristianos en su trabajo?
- ¿Hasta qué punto estoy de acuerdo con la idea de que la humildad es una pauta/un principio importante con respecto al comportamiento de los cristianos en su trabajo?
- ¿Hasta qué punto la humildad es una virtud y un principio importantes para mí en mi trabajo?
- ¿Cómo experimento la importancia de la humildad en mi trabajo?
- ¿Trabajo para dar lugar a la humildad? ¿Lo hago sinceramente?
- ¿Hasta qué punto puedo trabajar humildemente?
- ¿Cuántas veces he incorporado recientemente la humildad en mi trabajo?
- ¿Hasta qué grado trabajo de manera humilde? ¿De qué manera se nota?
- ¿Hasta qué punto empleo la humildad como un principio para mi comportamiento en trabajo? ¿Podría ilustrar eso usando las decisiones que he tomado recientemente en mi trabajo?
- ¿Cuándo miro atrás en mi vida profesional, podría decir que me he vuelto sumamente más humilde con respecto a mi comportamiento?
- ¿Hasta qué punto las personas con las que trabajo piensan que actúo de manera humilde en mi trabajo? ¿Qué me dijeron con respecto a eso?
- ¿Hasta qué punto supongo que Dios piensa que actúo de manera humilde en mi trabajo?
- ¿Cómo puedo llegar a ser más humilde y actuar más humildemente en mi trabajo? ¿Cómo lo haría de forma concreta?
- ¿Cuáles son las características de un trabajo humilde que más voy a implementar en mi siguiente día de trabajo?
¿Qué le voy a decir a Dios en oración sobre el hecho de trabajar humildemente?
1 Filipenses 2:8
2 Isaías 57:15; Ezequiel 21:26
3 Isaías 57:15; Ezequiel 21:26
4 Filipenses 2:1-11
5 Mateo 5:5, Gálatas 5:22, Tito 3:2
6 Mateo 11:29
7 Proverbios 11:2, Proverbios 16:18-19, Proverbios 21:4, Proverbios 29:23
8 Romanos 1:29-31
9 Filipenses 2:3-4
10 Romanos 12:3
11 Mateo 7:6
12 Filipenses 2:5-8
13 Mateo 5:3
14 Marcos 10:18, Romanos 3:12
15 Santiago 1:13
16 Efesios 4:29, Santiago 1:26, Santiago 3:1-12
17 Romanos 2:1
18 Habacuc 2:18
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